MÚSICA Y MEDIO AMBIENTE
25 canciones ecologistas para escuchar tras la COP25
- Selección de canciones, la mayoría con letra en castellano, que sirven como banda sonora ecologista ante la emergencia climática
Este fin de semana ha terminado la Cumbre del Clima (COP25) celebrada en la ciudad de Madrid. Durante más de 10 días la emergencia climática y los mensajes ecologistas han copado buena parte de la información en los medios de comunicación. El encuentro ya finalizó pero la lucha ecologista no lo hará. Los movimientos sociales trabajan durante todo el año para que sus reivindicaciones se escuchen más allá de eventos concretos. También la cultura es una buena forma de hacer llegar ciertos mensajes a la sociedad. Desde cuartopoder seleccionamos 25 canciones ecologistas que podemos seguir escuchando durante estos días posteriores a la COP25. Todas ellas, salvo una, tienen la letra en castellano.
Algunas son más actuales que otras. Unas tienen letras más crudas que otras. Pero todas pueden servir como una especie de banda sonora ecologista ante una emergencia climática que es la mayor amenaza contra los Derechos Humanos en el mundo actual.
-Blue (Macaco, Jorge Drexler y Joan Manuel Serrat)
Una lista con mensaje ecologista y por el medio ambiente no podía comenzar de otra manera que con uno de los artistas que más explícitamente ha abanderado la defensa del planeta en su música y letras. Dani Carbonell, más conocido como “Macaco”, tiene una buena colección de temas íntimamente relacionados con la ecología. Moving o Madre Tierra son dos ejemplos claros. Pero la más reciente es este “Blue”, en colaboración con el cantautor uruguayo Jorge Drexler y la voz de Joan Manuel Serrat. Una oda al planeta: “Las estrellas dicen que nosotros somos los fugaces”.
-¿Dónde jugarán los niños? (Maná)
Este tema de la banda mexicana, cuyo título también es el su disco publicado en 1992, es también un icono en toda playlist ecologista realizada hasta el momento. La letra es clara y explícita, mucho antes de que se comenzara a hablar de forma masiva del cambio climático. “La tierra está a punto de partirse en dos. El cielo ya se ha roto. Ya se ha roto el llanto gris. La mar vomita ríos de aceite sin cesar. Y hoy me pregunté después de tanta destrucción, ¿dónde diablos jugarán los pobres niños?”
-No me voy a Marte (Nacho Vegas)
El cantautor asturiano, siempre implicado en causas políticas y sociales, colaboró directamente con Ecologistas en Acción, con motivo de su 20 aniversario, para realizar este tema. La inspiración para escribir esta canción vino del título de un ensayo de otro activista de la organización ecologista: el poeta, matemático y politólogo Jorge Riechmann. Este publicó el ensayo Gente que no quiere viajar a Marte (Catarata, 2004), donde se argumentaba que una persona no puede ser productivista consecuente si no está dispuesta a tratar la Tierra como un planeta desechable, para emprender a continuación la fuga al cosmos. Esta tentación se inscribe en un movimiento “antropófugo” más amplio y complejo, un movimiento de huida de la condición humana contra el que, según Riechmann, se ha de resistir.
-La cura (Desakato)
También desde Asturias llega una de las bandas más consistentes en el panorama punk-rock estatal de la última década. Su nombre es Desakato y el año pasado editaron un EP llamado “Antártida” donde todas sus letras guardan cierta relación con la naturaleza. La más explícita y combativa es este La Cura. Su estribillo dice así: “Cuando el hielo llegue a desaparecer y el agua inunde las montañas, cuando el aire no se pueda respirar y las piedras te hieran como balas, ya no habrá un lugar dónde guardar ni un minuto de esperanza. Somos la enfermedad, la cura y la respuesta”. Un trallazo.
-Ska de la Tierra (Bebe)
El primer disco de la extremeña Bebe, Pa fuera telarañas, fue un auténtico fenómeno. Principalmente por su canción contra la violencia machista, Malo. Pero buceando en aquel trabajo de 2004 encontramos canciones como ésta. Fácil, rockera y festiva. “Y es que no hay respeto por el aire limpio. Y es que no hay respeto por los pajarillos. Y es que no hay respeto por la tierra que pisamos (…) La tierra tiene fiebre necesita medicina y un poquito de amor que le cure la penita que tiene”.
-Carta Abierta (Lágrimas de Sangre)
Desde Barcelona, un grupo más contemporáneo. La banda, que mezcla hip-hop con otros géneros más rockeros, tituló su disco de 2016 Viridarquia: “Víride” viene del latín, que significa verde, y el sufijo “–arquía” viene del griego, “arke”, que significa gobierno. Queríamos expresar eso, un sistema global dominado por las fuerzas de la naturaleza, para reivindicar lo natural en esta época de plástico, de cemento y de glutamato en la que vivimos”, explicaban. Esta “Carta abierta” (a la naturaleza) es un buen ejemplo. Una llamada a la naturaleza para que acabe con la humanidad que no está a la altura de ella.
-Madre hay una sola (Bersuit)
Unos veteranos del rock en Argentina como Bersuit publicaron en 2005 esta canción. Una balada de agradecimiento, vergüenza y dolor a la “madre naturaleza”. “Yo te agradezco, porque aquí estoy. Vos sos, mi única madre y, con alma y vida hoy venero tu jardín. Te agradezco, aunque me voy, Avergonzado por ser parte de la especie, que hoy te viola en un patético festín”.
-La venganza (Desera)
¿Qué siente la tierra cuando se enfada por su maltrato? Esta banda de punk-rock valenciana, no demasiado conocida para el gran público, se hacía estas preguntas en 2007. “¿Qué se siente cuando arrasan los tornados y los volcanes despiertan? ¿Qué se siente cuando el mar se enfada y mata una ciudad y en la tierra se abren grietas? ¿Qué se siente cuando ves caer un glaciar y los ríos se desbordan? ¿Qué se siente cuando el frío hiela nuestro dulce hogar y el calor te intenta ahogar?”
-La Costa del silencio (Mago de Oz)
Unos clásicos del panorama rockero estatal. Siempre han mostrado su predilección por temas relacionados con la naturaleza, más allá de sus ambientaciones quijotescas y fantásticas. Éste quizás sea el más emblemático. Se publicó en 2003, en su disco Gaia. Un año antes había sucedido el desastre del Prestige. Y eso inspiró esta letra que comienza así: “El mar escupía un lamento, tan tenue que nadie lo oyó. Un dolor de tan adentro, que toda una costa murió”.
-Quina calitja (La Gossa Sorda)
La escena rockera en el País Valencià tiene varios nombres propios. El de La Gossa Sorda está sin duda entre los más destacados. De 2008 es esta canción que alerta que “el tiempo se acaba”. Y lanza un mensaje claro para los mandamases: “Y ahora dicen que todos somos culpables, mientras ellos hacen negocio del calentamiento, caraduras, putrefactos, ya no nos queda otra que ir a por ellos”.
-Canción de la Tierra (Los Piratas)
La banda liderada por Iván Ferreiro fue himno generacional en los años 90. En 1997 publicaron “Manual para los fieles”. Un disco que incluía himnos como “M”, “Mi coco” o “Mi matadero clandestino”. Menos conocida es esta canción, con mensaje medioambiental: “Y aunque estés rota, todo se puede arreglar. Y aunque suba el calor no dejaremos que hoy el fuego nos destruya, nuestros montes son la historia”.
-Marea Negra (Topo)
La legendaria banda rockera madrileña de Lele Laina y compañía nos dejó en 1982 este tema visionario. Mucho antes de esa marea negra creada por el Prestige en las costas gallegas y gestionada políticamente de forma vergonzante cantaban esto: “Marea de alquitrán sembró la muerte en el litoral. La noticia es desmentida por la autoridad. Políticos inoperantes dicen por televisión que no nos preocupemos todo está bajo control”. Y así, cantando encima de riffs guitarreros, seguían: “Contra la polución, alzo mi voz contra la polución”.
-Vacaciones en el Mar (Sr Chinarro)
“He visto en Google Earth un sexto continente: botellas, trastos y presentes flotan en un remolino, creo que es divino, yo me alegro por mis competidores. Ay, señores, ¿qué esperaban encontrar? Vacaciones en los plásticos del mar”. La banda sevillana de Antonio Luque se mete en la piel de una especie de conquistador marítimo (o veraneante) que descubre, básicamente, plásticos y más plásticos sobre el agua.
-Trágame tierra (Celtas Cortos)
El grupo vallisoletano siempre se ha caracterizado por ciertas reivindicaciones sociales (“Haz turismo”, “Skaparate nacional”, “Tranquilo majete”, etc). En su repertorio no podía faltar alguna referencia al medio ambiente. La encontramos en este tema, publicado en 1991, dentro de su célebre disco “Cuéntame un cuento”. Canta Jesús Cifuentes: “Porque el hombre de hoy crece a lo tonto el chaval, no necesita el aire, no necesita el mar, no necesita el bosque, con ellos quiere acabar”.
-Savia Negra (Las Niñas)
“Las Niñas” fueron un efímero grupo de principios de los 2000 formado por Alba Molina (hija de Lole y Manuel), Vicky Luna y Aurora Power. Saltaron a la luz pública principalmente por su tema “Ojú”, que denunciaba la participación en la Guerra de Irak. Su segundo y último disco, “Savia Negra”, contenía esta canción homónima con algunos versos eminentemente ecologistas: “¿Quién va a salvar el planeta? Nuevas generaciones que sepan amar la tierra (…) Siguen secando su vientre. La dejan hueca por dentro. La mama llora porque no es tan fértil. Reina natura ¿por qué te hacen esto?”
-El árbol (Disidencia)
Desde Villena (Alicante), una curtida y veterana banda de punk rock nos dejó esta canción en 1997. La letra se pone en la piel de un árbol, que observa con resignación la labor del hombre a su alrededor. “Yo te doy el aire que respiras, yo te doy la sombra que deseas cuando te queman los rayos del sol. Tú me dejas la mierda que tiras, te vas y quedan esparcidas todas tus sobras a mi alrededor. No puedo ni moverme y me revienta la impotencia, solo me queda resignarme y quedar pasivo ante tu violencia”.
-Última generación (Extremoduro)
Robe Iniesta no se ha prodigado especialmente en mensajes sociales o políticos en sus canciones durante su carrera. A excepción de toques antireligiosos o antipoliciales, claro. Pero buceando en su discografía encontramos cosas como este tema de 1992, dentro de su disco “Deltoya”: Se acabaron ya las flores, las lechugas y el jamón. El ozono es un recuerdo y una leyenda el calor. Última generación, sin cerebro ni corazón. Hay que sacar de la cárcel mil camellos sin perdón, meter contaminadores, cazadores y al matón (…) Ya no hay peces de colores, sólo seres racionales y de los animalillos sólo nos quedan postales dibujados que bonito en tu imaginación. Se apagaron los colores, se encendió la humanidad, nos quedaron 4 listos sin paisajes que pintar, sólo bosques de cemento y montañas de metal”.
-En el río (Amaral)
En esta canción de 2005, la banda zaragozana de Eva Amaral y Juan Aguirre cuentan cómo un río que había sido parte de su vida desaparece. Y llaman asesinos a los culpables. “No verá a mis hijos en el río. Las libélulas volaron al exilio en el río. De su cauce ha quedado solo un hilo. Y ese hilo grita asesinos (…) Te han dejado abandonado y malherido. No quiero mirar, me avergüenzo de lo que han hecho contigo”.
-Solo era un salvaje (Fe de Ratas)
Otra banda de punk rock comprometida políticamente. Los asturianos Fe de Ratas, que han abanderado diferentes causas en sus canciones, no se olvidan de la importancia medioambiental en esta canción del año 2000. “La Tierra no nos pertenece, sí el hombre a la Tierra, y tampoco los animales, también son de ella”. Y además, con recadito a congresos o cumbres. “Congresos para analizar cómo cambia el clima, pero ¿las soluciones dónde están? Mientras sea el capital el que decida sobre todo, pues seguiremos igual”.
-Un rayo de sol (La Polla)
Da igual en qué tema pienses. Evaristo ya lo habrá cantado antes. Y poco más hay que añadir a estas alturas. 1985, letra breve, sencilla y made in La Polla: “Un rayo de sol pasa a duras penas por entre el aire contaminado. Alumbrando el mar azul lleno de ful. Y los verdes campos son basureros del plástico sobrante. Los frondosos bosques pelados de lluvia ácida. La pálida luna está ocupada por rusos y americanos. Qué puedo hacer, creo en el Banco de Santander. ¡Estamos con la gente, con toda la gente, la buena gente!”.
-Hijos de la tierra (Green Valley)
La música reggae siempre ha tenido una conexión especial con la tierra, con la Pachamama y algunas plantas que surgen de ella…En el panorama estatal, Green Valley es una de las bandas más destacadas. Y tienen temas como éste, con amor hacia la Tierra en todo su conjunto. “Regálanos conciencia. Ahora cúrame con el mensaje para que entiendan. Cuando una señal no es solamente una respuesta. Cómo explicarlo para que sepan que solamente tú mama tienes la fuerza eterna y despierta, que si tú quieres conviertes la tierra en desierta. Oh mama manda una señal”.
-Ecológico Rock and Roll (Maniática)
Unos clásicos de la escena del punk rock en el Estado español. Desde Villena (Alicante), la banda de Javi Chispes reivindicó la naturaleza en una de sus primeras canciones grabadas, allá por 1987. “Naturaleza, pisoteada por nuestros pies, pies que han crecido entre la autopolución, polución creada por nuestras propias manos, manos que arrasan bosques y con fauna acaban”.
-Contaminamos (Platero y Tú)
Antes de ser un ídolo de masas, Fito Cabrales lideraba una de las bandas de rock más importantes del panorama estatal: Platero y Tú. Era 1992 y dentro de su disco “Muy deficiente” sonaba esta canción con un mensaje bien claro: “Contaminamos y respiramos y lo que vemos lo destrozamos. En el infierno que trabajamos; día tras día, contaminamos. Bosques y ríos vemos caer, fábricas y humo vemos crecer”.
-Por el Suelo (Manu Chao)
Qué decir de Manu Chao. Un artista único tanto en su etapa en Mano Negra como en solitario. Su disco “Clandestino”, del año 1998, marcó una época. Dentro de él se incluía esta mirada triste al “suelo”, a la tierra, a la “Pachamama”. Conceptos siempre muy presentes en el universo de Manu. “Por el suelo hay una compadrita. Que ya nadie se para a mirar. Por el suelo hay una mamacita. Que se muere de no respetar. Pachamama te veo tan triste. Pachamama me pongo a llorar”.
-Agua negra (Mafalda)
Terminamos esta selección con un grupo actual emergente. Desde Valencia, mezclando varios géneros musicales y letras altamente reivindicativas, Mafalda se ha hecho un hueco en la escena. De 2016 es su tercer disco, “La última vez que te escucho”. Contiene esta canción que dice cosas así: “No, no sé parar la destrucción de mi planeta, el calor que nos asfixia lo quema todo, el agua sube desde los polos. No, no quiero ver más tierra muerta, su semilla infecta solo brota una vez. El CO2 lo quema todo así como el consumo a su fiel comprador”.
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