80 años de Pinocho, la película que casi arruina a Disney

  • 1940 fue el año del estreno de ‘Pinocho’ pero la terrible situación en Europa y Asia le cerró mercados fundamentales para su película, que acabó perdiendo miles de dólares
  • "Si tienen niños en casa en estos días prueben con ‘Pinocho’, una preciosa película sobre la importancia de ser sincero y buena persona, algo que nos hace tanta falta"

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La historia se repite: Disney tiene que posponer sus estrenos en salas por culpa de una crisis a escala global. Es lo que le ha pasado con los estrenos de Viuda Negra, Los nuevos mutantes, Mulán, Antlers: Criatura oscura y La mujer en la ventana. También a Disney (a Walt, el fundador de la compañía del ratón) le sucedió lo mismo en 1940. Era el año del estreno de Pinocho, pero la terrible situación en Europa y Asia le cerró mercados fundamentales para su película, que acabó perdiendo miles de dólares y puso en serio riesgo de quiebra al estudio. Tan pocos países la proyectaron que en su estreno Pinocho solo se dobló al español y al portugués.

El primer presupuesto de la película ya era alto, 500.000 dólares de la época. Pero fue insuficiente y tuvieron que aumentarlo. Al final Pinocho costó una barbaridad para esos años: 2,5 millones de dólares. Tras la Segunda Guerra mundial, Walt Disney luchó por encontrar otras oportunidades para la película y poco a poco se fue convirtiendo en una mina de oro. Gracias a todos sus reestrenos, la película consiguió darle generosos beneficios a Disney. Pinocho fue reestrenada en 1945, 1954, 1962, 1971, 1978, 1984 y 1992 y solo en nuestro país llegó a recaudar 410.444 euros. En estados Unidos fueron 82 millones.

Esta joya de Disney sigue siendo una buena herramienta para cualquier padre y un festín animado para todo niño, aunque la película acabe de cumplir ocho décadas. Walt se cuidó mucho de huir de las partes más oscuras del relato original de Carlo Collodi, en el que el niño de madera era bastante atravesado y egoísta, nada que ver con el tierno e inocente niño de flequillo negro, ojos azules y guantes blancos como los de Mickey Mouse, blasón de una compañía que desde 1940 fue también conocida por usar en sus presentaciones el tema de Pinocho, “When You Wish Upon a Star”. Y hablando de presentaciones de los estudios: Evelyn Venable, la mujer que aparece en el famoso logotipo de Columbia Pictures, dobló al personaje del Hada Azul.

Pinocho, una de Las Cien Mejores Películas Estadounidenses para el American Film Institute, está dirigida por Ben Sharpsteen, Hamilton Luske, William “Bill” Roberts, Norman Ferguson, Jack Kinney, Wilfred Jackson y T. Hee y es una adaptación de Las aventuras de Pinocho, obra publicada (en un periódico llamado Giornale per i bambini) en 1882. Nada más leer el cuento, Walt Disney quedó fascinado y supo que había una gran película animada en ella. Su idea era que Pinocho fuera el tercer largometraje de su empresa, pero la producción de Bambi se complicó tanto que acabó siendo el segundo largo de Disney tras Blancanieves y los siete enanitos, película que ganó un Oscar honorífico (Disney recibió siete estatuillas en miniatura) por su innovación y por ser pionera en un nuevo campo del entretenimiento.

Compleja producción

El primer gran reto de Disney para su siguiente estreno fue el propio Pinocho, que quería que fuese más humano, cercano para todos los espectadores. Obsesionado con hacerlo perfecto, cambió de dibujantes muchas veces. Para lograr los esperados movimientos de la marioneta y el diseño final de su rostro y cuerpo, tanto de madera como humano, doce grandes animadores trabajaron durante 18 meses.

Otro gran reto fue crear a Pepito Grillo, la voz de la conciencia. El grillo en la obra de Collodi aparece de forma esporádica. Eso no le gustó a Disney y apostó por un personaje con mucho más peso en la trama. Para ello su equipo de animadores utilizó hasta 27 colores para crear a uno de los personajes más famosos de la factoría y que ya forma parte de la cultura popular: un Pepito Grillo es alguien que dice las verdades del barquero, el que tiene conciencia frente a una injusticia, un error o un atropello. Y otra de las ideas de Walt fue que Grillo vistiese con traje, para humanizarlo más todavía. De su voz en la versión original se encargó un Jiminy Cricket, que trabajó durante años para Disney.

Los animadores trabajaron muy duro, pero también tuvieron todo el respaldo imaginable. Por ejemplo, para que pudieran animar a la perfección los relojes que tiene el viejo Gepetto, Disney mandó recrear réplicas perfectas de cada uno de ellos. En el campo de la animación, Pinocho fue revolucionaria con técnicas como, por ejemplo, lograr la sensación de estar bajo el agua en la famosa escena de la ballena. Lo lograron colocando encima de cada fotograma un complejo cristal ondulado.

Otro personaje del que Walt Disney se encaprichó fue Figaro, el gato. Quiso que saliese el mayor tiempo posible en la película. Además, el famoso Polilla, el amigo pendenciero de Pinocho, estaba inspirado en alguien real: el personaje es una caricatura del director de animación de la película, Fred Moore, un genio que volvió a trabajar con Disney en Dumbo, La cenicienta y Peter Pan. Desgraciadamente, murió joven, tras un accidente de tráfico, por una hemorragia cerebral y con solo 41 años.

La película ganó dos Oscar. Uno fue a la Mejor Banda Sonora (de Leigh Harline, Ned Washington y Paul J. Smith) y lo ganó a la música de películas como El gran dictador, El ladrón de Bagdad, El signo del Zorro, La carta o Rebecca. Ese año estuvieron nominadas nada menos que 17 películas, algo inaudito. El otro Oscar que ganó Pinocho (primer Oscar para Disney en esa categoría) fue el de Mejor Canción por “When You Wish Upon a Star”, que ganó, entre nueve nominados, a películas como Al fin solos, Serenata argentina o Armonía de juventud.

Pinocho para rato

Pero no solo ha sido Disney el que ha adaptado a la gran pantalla en relato de Collodi. El texto ha tenido muchas adaptaciones al cine, teatro y también televisión. La última, estrenada el año pasado, es Pinocho, película de mismo titulo y dirigida por Matteo Garrone (Gomorra) y protagonizada por Roberto Benigni, histriónico actor que en 2002 hizo su propia y desastrosa adaptación interpretando al propio Pinocho, una tortura. La película de Garrone se estrenó en el Festival de Berlín y dividió a la crítica. No tiene fecha de estreno debido al coronavirus.

Como nota cachonda, cabe recordar que Corey Allen hizo otra versión, pero, y a diferencia de la de Disney, en su película cuando el personaje dice alguna mentira no le crece la nariz, sino otra parte de su cuerpo. Sí, efectivamente, Pinocchio (1991) es una película pornográfica.

En los planes de The Walt Disney Company, eso sí, está retomar el personaje y el relato y producir una versión live action usando la misma revolucionario tecnología que ha utilizado en Aladdin, El Rey León, El Libro de la Selva y La dama y el vagabundo, que se ha estrenado en la plataforma Disney + y que para The Hollywood Reporter es “el más aburrido de los remakes en imagen real de los clásicos Disney hasta la fecha”.

Otra de las versiones más esperadas, y seguramente más oscuras, es la que estrenará otra plataforma (Netflix) el año que viene si la pandemia lo permite. La ventaja de Guillermo del Toro, que es el director encargado de la adaptación, es que su película no requiere un rodaje al uso ya que se rodará con la técnica stop motion. La película será animada en Guadalajara (donde nació Del Toro) y en su reparto de doblaje destacan Ewan McGregor, Tilda Swinton y Christoph Waltz.

Quizás el universo de Collodi le pegue al mexicano ya que el relato tiene más oscuridad que muchos cuentos infantiles. Solo hay que recordar cómo Pinocho es engullido por la ballena gigante (y su plan para salir de ella con Gepetto), cómo lo transforman en burro como castigo o cómo los niños traviesos son vendidos como esclavos para trabajar en minas.

Si tienen niños en casa en estos días prueben con Pinocho, una preciosa película sobre la importancia de ser sincero y buena persona, algo que ahora mismo nos hace tanta falta a todos.

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