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Mariano Barroso: “No queremos ser los ’qué hay de lo nuestro’, tampoco los abandonados”

  • Entrevista con el director cinematográfico y presidente de la Academia de Cine
  • Estrena 'La línea invisible' en Movistar

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Lo conocí hace años en la ECAM (Escuela de Cine de la Comunidad de Madrid), en sus estimulantes cursos de dirección de actores. Mariano Barroso, actual Presidente de la Academia de Cine y que empezó en la industria rodando la serie Chicas de hoy en día, es un enamorado de los intérpretes, a los que mima y saca lo mejor de ellos. Es el caso, entre muchos, de Eduard Fernández, al que descubrió para el cine, o de Javier Bardem, al que dirigió en Los lobos de Washington y en Éxtasis. Tras Todas las mujeres (TNT), El día de mañana (Movistar) y Criminal: España (Netflix), Barroso vuelve a la televisión con la serie La línea invisible (Movistar) y con otro elenco de grandes actores entre los que destacan Álex Mooner como el etarra Txabi Etxebarrieta, Enrique Auquer como su hermano y Antonio de la Torre como el torturador Melitón Manzanas.

- ¿Cómo llevas el encierro en casa? ¿Todo bien?  

- Sí, sin problemas. Y la familia bien.

Además de dirigir todos los capítulos de La línea invisible, apareces como “colaborador” en el guión. ¿Cuál es tu aportación?

"Mi obsesión era indagar en los personajes"

- Cuando yo entré en la serie, la historia ya llevaba bastante tiempo en desarrollo, un trabajo de documentación e investigación muy riguroso por parte de los guionistas, Michel Gaztambide y Alejandro Hernández. Y todo sobre una idea de Abel García Roure. Me uní al proceso de documentación, estuve con gente que había conocido de primera mano a los personajes. Mi obsesión era indagar en los personajes, porque el riesgo de este tipo de historias basadas en hecho reales es no entrar en los personajes. Sin ellos no hay emoción y esa era mi obsesión.

- En la serie hay mucha acción (terrorismo, manifestaciones, torturas) pero también construcción psicológica.

- Creo que es fundamental. Había que contar todo el proceso que lleva a la gente a meterse en ETA, a disparar ese primer tiro. Y sin juzgar.

Se intuyen cuatro bloques argumentales en el guión de la serie: la creación de ETA, la vida privada de Txabi y su soledad a lo Crimen y castigo, la vida privada y laboral del torturador Melitón Manzanas y finalmente el proyecto de vida truncado de la primera víctima, el guardia de tráfico José Antonio Pardines.

- Sí, y hay que sentirlos a todos. Con unos y con otros protagonistas y más allá de los aspectos morales y de lo que hicieron, no soy juez. Por suerte, uno de los privilegios que tenemos los que nos dedicamos a esto es que no tenemos que juzgar ni dar respuestas, contamos lo que pasó desde la idiosincrasia de los personajes. De todos ellos, para dar una visión poliédrica, un mosaico de un lado y del otro. Al final la historia es una tragedia, y en ella el destino juega un papel decisivo. Es lo que le pasó al guardia de tráfico, que pasaba por allí.

- La película muestra escenarios naturales de lujo. Bilbao, San Sebastián, Iparralde, frondosos bosques... ¿Fue duro el proceso de localizaciones?

"En Euskadi la luz cambia 20 veces al día"

- Más que duro fue intenso. Exigió mucha dedicación y concentración. Teníamos claro que teníamos que hacer la serie en Euskadi y que era fundamental que llegase la atmósfera, que todo respirara aquella realidad. Está todo rodado íntegramente allí, también los interiores. Lo más complejo fue lidiar con las distancias geográficas, muy complicadas para el equipo, los camiones del rodaje... Y suma a eso el clima, en Euskadi la luz cambia 20 veces al día.

Antonio de la Torre, como Melitón Manzanas, y Enric Auquer. como Jose Antonio Etxebarrieta, están estupendos y me ha sorprendido el difícil trabajo de Álex Moner, el gran protagonista. Está enorme. ¿Cómo fue el proceso de de casting?

- Te confesaré que primero intentamos encontrar solo actores vascos para darle mayor grado de verosimilitud, pero intentábamos buscar a los actores que encajasen con los tipo que buscábamos. Creo que los elegidos aportan mucho, van mucho más allá que las líneas de diálogo. Todos ellos son creadores, coautores. En los ensayos iban surgiendo muchas cosas para añadir riqueza a los personajes y las tramas.

Y en ocasiones tienen que hablar en euskera. ¿Hubo coach?

- Sí, Josean Bengoetxea, que interpreta al padre Iñaki, estuvo ayudando a todos los actores que no hablaban euskera.

Enric Auquer, la gran revelación de la serie Vida perfecta, es un actor inmenso. Aquí con una cojera que ayuda mucho a su personaje.

- Enric es un actorazo, con mucho control de lo físico. Vimos cómo era la enfermedad que tenía el personaje y se asesoró con algunos médicos.

¿Te dio miedo meterte en este proyecto?

"El peor camino es querer gustar a todo el mundo"

- El tema no es el más fácil y genera discusión, pero eso no es necesariamente malo, es un riesgo al que te expones. El peor camino es querer gustar a todo el mundo, yo le pido a le gente que vean la serie hasta el final y que dejen de lado los prejuicios. Ni defendemos ni acusamos, intentamos poner distancia, algo que es muy complicado porque no estamos hablando de la Dinamarca de Hamlet, esto es muy reciente y hay mucha gente afectada directamente.

- Melitón Manzanas tiene algo del Fanucci de El padrino II. Y muere también ejecutado cuando va a entrar en su casa.

- Totalmente, es que es un tipo que era así según todos los testimonios. Y no puedes hacer un personaje que sea de una sola dimensión, hay que mostrar todas las dimensiones y las capas.

Es un villano bien humanizado, un torturador que también era un buen padre con su hija pequeña, sexualmente activo con una amante que lo reclama...

- Has hablado de El padrino II y es una película que me marcó, con esos gangsters que cosen a tiros a alguien pero también le dan el biberón a su bebé.

¿Alguna influencia de película o serie antes de hacer la serie?

"Una serie que me impactó fue 'Carlos'"

- Una serie que me impactó mucho en su momento es Carlos, de Olivier Assayas. Trataba todo aquel entorno de forma muy humana, con las partes más oscuras y criminales y las partes más dulces. En estos casos, siempre pienso en esas noticias que dicen que han descubierto a un tipo que tenía 39 cadáveres enterrados en el jardín y los vecinos, al preguntarles, dicen que era un tío estupendo.

Siempre saludaba en el portal.

- Y me daba aceite si me faltaba, un tipo entrañable, muy educado, limpio. Creo que así es la realidad.

¿Estás especialmente orgulloso de alguna secuencia en concreto, algún momento especial de La línea invisible?

- Estoy contento con el ritmo de la serie, con el tempo. Vas conociendo a los personajes y, a mi modo de ver, la serie va a más, va ganando en cada capítulo. Y se va poniendo la cosa más dura, que es tal y como pasó en la realidad.

- El cierre de la serie, en un gran plano general, es curioso. Pones una voz en off y femenina.

- Ya sabes que mucha gente abandonó ETA justo cuando empezó. Esos personajes le dan una cierta esperanza al relato, gente que se salió, que no quería estar en eso.

- Hablemos de la Academia de cine, que presides. ¿Cómo os planteáis el terrible escenario que se le presenta al cine español?

"El sector está completamente paralizado al 100%"

- Es muy delicado porque el sector está completamente paralizado al 100% y desde el primer momento, desde que se declaró el confinamiento. Y hay mucha gente arriesgando sus vidas en primera línea, literalmente, para salvar a otros. Ayer escuchaba a un bombero decir que están saliendo todo el rato a derribar puertas para sacar a personas muerta de las casas.

La realidad del sector del cine es brutal, pero es que la de toda la sociedad es brutal. Ahora hay que estar a lo primero, lo cual no quita que un sector que genera dinero para el Estado espere algo del Estado. Lo que pasa es que el Estado tiene un techo. Los sindicatos y la asociaciones de productores le han trasladado una serie de propuestas y demandas al ministro Rodríguez Uribes y ahí estamos, a la espera.

El ministro también ha hablado de prioridades y celebrará una reunión conjunta con los sectores de la cultura.   

- Es muy difícil encontrar el equilibrio. En el cine no queremos ser los del “qué hay de los nuestro”, pero tampoco los abandonados.

- El ministro tendrá que buscar, como los de otros países, soluciones. Mantenéis reuniones online, supongo.

- Claro, tendrá que aglutinar. Sí, tenemos reuniones telemáticas.

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"Espero que las salas recuperen su actividad"

- No sabemos si tras esto nos vamos a abrazar o nos vamos a quedar con el miedo instalado en el cuerpo. ¿Quién lo sabe? No lo saben ni los científicos, ni los psicólogos. También puede venir una aceleración de la digitalización. Espero que las salas recuperen su actividad.

Que vaya todo bien, paciencia, salud y un abrazo.

- Igual, un abrazo.

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