Carolco: la legendaria compañía de dos inmigrantes que soñaron con fundar un estudio

  • Muchos recordamos el mítico logotipo de Carolco Pictures, promesa de un cine palomitero y de acción que millones de espectadores disfrutamos durante décadas
  • Se cumplen 30 años del estreno de ‘Desafío total’, espectáculo de acción rodado de maravilla y con un guión cargado de filosofía, crítica social y humor negro
  • Los productores que fundaron Carolco Pictures son Mario Kassar y Andrew G. Vajna, que se conocieron en una fiesta en el Festival de Cannes

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Muchos recordamos el mítico logotipo de Carolco Pictures, promesa de un cine palomitero y de acción que millones de espectadores disfrutamos durante décadas, ya sea en la oscuridad de las salas de cine o gracias al videoclub del barrio, cuando no sabíamos lo que era una plataforma de streaming ni falta que nos hacía.

Este verano se cumplen 30 años del estreno del gran éxito de Carolco, Desafío total, espectáculo de acción rodado de maravilla y con un guión cargado de elegantes dosis de filosofía, crítica social y humor negro. Los que la vimos en cine recordamos bien lo que sentimos nada más aparecer el logo de Carolco con la banda sonora que compuso Jerry Goldsmith. Y recordamos cómo abandonamos la sala al acabar, como ya no vuelves a salir de un cine porque el cine ha perdido esa fascinación y esa calidad. Aquellos acordes iniciales de Goldsmith, descaradamente copiados de la partitura de Basil Poledouris para Conan el Bárbaro, cobró en España una fama especial porque se usó como sintonía de un conocido programa deportivo de Canal +.

Basada en el relato de Philip K. Dick, Podemos recordarlo por usted al por mayor, la película tardó más de una década en levantarse. De hecho, gracias a la complejidad de la producción de Desafío total fue posible Alien. En los setenta los guionistas Ronald Shusett y Dan O’Bannon trabajaron en el guión del relato de K. Dick, pero lo descartaron por lo ambicioso de su producción y buscaron algo más sencillo y para rodar en un solo espacio, que fue finalmente la nave Nostromo de Alien.

El productor Dino De Laurentis tomó las riendas del proyecto, que se rodaría en México (como su desastrosa producción Dune), pero se declaró en quiebra en medio de la producción y fue Schwarzenegger quien puso parte del dinero para salvar la película y el que convenció a Carolco para que la produjera con Paul Verhoeven, director con el que Schwarzenegger estuvo a punto de trabajar en RoboCop. Iba a ser el protagonista pero por problemas con el traje del policía robot se bajó del proyecto.

En Desafío total trabajaron 500 personas y para ella se construyeron 45 decorados. En su día se convirtió en una de las películas más caras de la historia después de Rambo III, también de Carolco. Además, se rodó con efectos mecánicos, maquillajes y miniaturas, sin la tecnología digital que sorprendería a todo el planeta en Terminator 2, también de Carolco. La industria reconoció de tal manera el trabajo de los genios de los efectos de Desafío total que fue la única película nominada en esa categoría en los Oscar. En una decisión tan inaudita como entendible, ni se plantearon incluir en la competición a películas como Dick Tracy, Regreso al futuro III o Ghost.

Los productores que hicieron posible Desafío total y fundaron Carolco Pictures son Mario Kassar y Andrew G. Vajna, que se conocieron en una fiesta en el Festival de Cannes. Entre canapé y canapé, descubrieron que tenían muchas cosas en común y sobre todo el tipo de películas que les gustaría producir. Kassar, conocido en las reuniones de Hollywood por su mostacho y sus camisas abiertas y nacido en Beirut en 1951, conocía el mundo del cine desde los dieciocho años y gracias a su padre. Vajna, nacido en Budapest en 1944 y fallecido en enero del año pasado, empezó su carrera en el cine comprando algunas salas en Extremo Oriente para luego dedicarse a adquirir y distribuir películas. Aquel húngaro, de barba blanca recortada y apasionado de los buenos puros, fue conocido como “Mister Cinema”.

El primer gran éxito de Carolco fue Acorralado, proyecto que llevaba años cancelado en Hollywood, metido en un cajón. Tras la publicación de la novela en 1972, Columbia Pictures compró los derechos para el cine por 75.000 dólares. Su director iba a ser Richard Brooks, que estuvo un año trabajando en el proyecto, escribiendo un guión de 115 páginas que jamás dio por acabado. En su texto el gran protagonista no era el veterano de guerra John Rambo (que acababa muerto al final), sino el Sheriff, personaje que propuso a Lee Marvin y a Burt Lancaster.

Pero Brooks nunca estuvo contento con su guión, rechazó los plazos de entrega que le imponía Columbia y abandonó. El proyecto pasó entonces a Warner y el productor John Calley pagó 125.000 euros por él. Tras mostrar el guión a Robert De Niro, Clint Eastwood o Paul Newman para hacer de Rambo o a Robert Mitchum para hacer del Sheriff, el proyecto, que fue presentado a infinidad de conocidos actores y directores como Mike Nichols, Martin Ritt o Sidney Lumet, acabó abandonado hasta que resurgió con Sylvester Stallone, que pidió tres millones de dólares de sueldo.

Kassar y Vajna le ofrecieron dos millones iniciales y un 1,5 de las futuras ventas televisivas y Stallone aceptó. El rodaje fue duro, se retrasó en muchas semanas y costó más de lo esperado. Además, el primer montaje era de tres horas que fueron podadas en la sala de edición, pero finalmente Acorralado fue un éxito de taquilla que puso a Carolco Pictures en el mapa. Y contaban con su primera franquicia, cuya segunda entrega escribió el propio Stallone junto a un cineasta fundamental para Carolco: James Carmeron, joven promesa que seis años después daría a la compañía uno de sus más morrocotudos éxitos: Terminator 2: El juicio final.

Pero Carolco no tardó en tener su primer pinchazo importante. Uno de los films más polémicos de 1987 fue El corazón de Ángel, una brillante mezcla de cine negro y cine de terror con dos grandes estrellas en su cartel: Robert De Niro y Mickey Rourke, que firmó después de que Al Pacino y Jack Nicholson rechazaron el papel. En la novela toda la historia se desarrolla en Nueva York, pero en la película transcurre en Nueva Orleans. El cambio, inteligente, fue sugerido por su director Alan Parker, que también escribió el guión. Parker logró también que Lisa Bonet debutara en el cine, pero la pobre no empezó con buen pie. Por culpa de su desnudo en esta película fue fulminantemente despedida de la exitosa serie familiar La hora de Bill Cosby.

Al año siguiente del decepcionante estreno de la película de Parker, Carolco estaba a punto de quebrar, por lo que Mario Kassar y Andrew G. Vajna decidieron dejar de lado el cine “de prestigio” y recurrieron nuevamente a su gallina de los huevos de oro: Rambo. La tercera entrega, un panfleto militarista con Stallone luchando contra los soviéticos en Afganistán, arrasó en taquilla con una recaudación de 189 millones de dólares solo en los cines.

Apostando sobre seguro, Carolco llamó a otro cachas: Arnold Schwarzenegger, que interpretó al policía soviético Ivan Danko en la buddy movie (película con pareja de policías tipo Arma Letal) Danko: Calor rojo. Pero la película de Walter Hill no resultó ser el éxito que esperaban y volvieron a buscar un taquillazo con la secuela de Águilas de acero, otra americanada con los soviéticos como enemigos, un Top Gun de tercera que acabó funcionando muy bien en taquilla.

Imagen de Terminator 2: el juicio final / Columbia TriStar Films de España

Tras Profundidad seis (cine fantástico en el fondo del mar estrenada el mismo año que Abyss, de James Cameron), Carolco volvió a apostar por Mickey Rourke, protagonista de Johnny el guapo, un gran fracaso. Otra de sus películas “serias” que también fueron un fiasco fue La caja de música, drama judicial sobre el holocausto escrito por Joe Eszterhas que solo recaudó seis millones de los diecinueve que costó y todo a pesar de la merecida nominación de Jessica Lange a los Oscar.

También Las montañas de la luna fracasó estrepitosamente. La película la dirigió Bob Rafelson, un rareza (como Alan Parker o Costa-Gavras) en la escudería Carolco, formada por directores como Ted Kotcheff, Walter Hill, Oliver Stone, James Cameron o Paul Verhoeven, realizadores con indudable personalidad y habituados a un cine espectacular, de ritmo endiablado y altas dosis de sexo y violencia para los cánones de Hollywood.

Tras la salida de Vajna de Carolco (vendió su parte a Kassar para crear Cinergi Pictures) y cuando en las oficinas de la compañía se volvieron a plantear una quiebra debido a sus serios problemas financieros, llegó el inmenso exitazo de Desafío total, pero no les duró mucho la alegría. Air América fue otro gran fracaso y The Doors, la estupenda película de Oliver Stone con Val Kilmer como Jim Morrison, no llegó a recuperar en cines su elevado coste, de 38 millones de dólares.

La compañía que soñaba con competir en igualdad de condiciones con los gigantes de Hollywood, y pilotada ahora por Kassar en solitario, volvía a estar en serios apuros financieros, así que Kassar volvió a a llamar a su comodín de la suerte: Schwarzenegger. Terminator 2: El juicio final deslumbró con la gran dirección de Cameron y los alucinantes efectos visuales de Stan Winston, todavía hoy impactantes.
Tras un espectacular estreno el 4 de julio, Carolco y Tristar repasaron las cifras de taquilla con vértigo, la película había logrado lo que no logró la primera entrega de la sala: llegar al número uno. El éxito continuó con otra película de Verhoeven y con guión de Eszterhas: Instinto básico, que se convirtió en la cuarta película más taquillera del año con polémica incluida: varias asociaciones LGTB intentaron boicotear el rodaje por la imagen supuestamente negativa que la película daba de las mujeres bisexuales.

Tras el gran éxito de Stargate y el batacazo de Chaplin, Carolco tuvo que aliarse con Studio Canal, Pioneer y Metro para esquivar nuevamente la quiebra. Pero la alianza poco pudo hacer ante lo que iban a suponer los números de La isla de las cabeza cortadas, uno de los mayores fracasos de taquilla de todos los tiempos, el final de la carrera de Gena Davis como estrella de cine y el final de Carolco Pictures como compañía que aspiraba a ser un estudio de cine a la altura de Warner o Columbia. También fue el fin de la esperada película sobre las cruzadas que pretendían levantar Schwarzenegger y Verhoeven. Nunca la veremos.

Los viejos amigos Vajna y Kassar se volvieron a encontrar y a asociarse. Fue en 2002 para formar C2 Pictures, pero ya no fue lo mismo. Siguieron explotando la franquicia de Terminator y produjeron malas películas como Soy espía o Instinto Básico 2, nada que ver con la gloria y la diversión de los viejos tiempos.

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