Eduard Cortés: “El timo de la hipoteca se remonta al franquismo: no querían proletarios, sino propietarios”

1
Rodaje de Cerca de tu casa
Eduard Cortés durante el rodaje de una escena de su última película. / David Ruano

Eduard Cortés (director de La vida de nadie y Otros días vendrán) se enfrenta, en Cerca de tu casa, al drama de los desahucios, y nada menos que con un musical. Y lo hace a través de su protagonista Silvia Pérez Cruz, ganadora del último Goya a la Mejor Canción por Blancanieves. Dice haberla rodado para que el espectador conecte con este drama de forma tangible, con una palabra que quizás debamos repetir más a menudo en este país: empatía. Además de otras como indignarse. La producción no ha sido nada fácil (no estamos ante un musical frívolo con intención de ser un blockbuster) y tiene de aliados a actores como Lluís Homar y Adriana Ozores.

– ¿Cómo empieza todo, por qué los desahucios como tema de tu siguiente película?

– Todo se activó con mis visitas a las asambleas de la PAH y Stop Desahucios.

– ¿Has tratado con Ada Colau?

– Sí, tuve poca relación porque es una mujer muy ocupada, con la agenda hasta arriba. Me la presentaron porque le dijeron que yo estaba interesado en hacer una película. Yo no quería hacer una visión 100% negra, oscura de los desahucios. Pero era difícil, el tema es terrible. Pero un día les pregunté de dónde surgía el motor que les hacía continuar, con las pocas victorias que tenían, con todas las luchas por salvar una casa condenadas a fracasar. Me dijeron que el motor era ver que una persona llegaba a una asamblea por primera vez y salía muy distinta. Aunque entendía que no había solución a lo suyo, el desahuciado salía distinto porque comprendía que no era un fracaso individual y que la culpa no era de él, iba más allá de su caso.

– ¿Y eso, supongo, se refleja en Cerca de tu casa?

" Es un movimiento muy esperanzador porque acompaña, es solidario"

– Para explicar esto, situé la película en 2007, cuando no existían todas estas plataformas, todavía no se había generado ese movimiento solidario y la gente lo veía como un fracaso personal. No tenía ningún apoyo, veía cómo tras destruirse su trabajo y su hogar, se destruía también su familia. Y todo lo vivían en soledad. A partir de ahí, se vio que en su entorno había cada vez más casos y de ahí las plataformas y un movimiento que es esperanzador en el sentido de que acompaña, es solidario. Que te dice que tú no eres el culpable, que el culpable es el sistema.

¿Uno de los objetivos de tu película es buscar empatía en el espectador porque andamos faltos de empatía?

– Completamente, estamos acostumbrados a leer cifras con una tranquilidad tremenda, miles de desahucios al año... Pero si pones la lupa tras las cifras, ves unos dramas individuales tremendos.

– El título no es gratuito. Todo esto pasa cerca de tu casa. Espabila.

– Exacto. Muy cerca de tu casa, gente que puedes conocer pasan un calvario terrible, sin que nadie se entere. Por eso hay que amplificarlo, para que esa gente no lo vea como un drama personal, incluso ocultándolo por no sentirse estigmatizados.

Rodaje de Cerca de tu casa
Rodaje de una intervención policial que transcurre en la película. / David Ruano

– Denominas la película “drama musical”. ¿Como se aúna el mundo del drama y el del musical?

– De forma muy orgánica. La historia o el guión tenía que ser lo más cinematográfico posible. Para sorprender, pensé, no debía alejarme de la realidad, debía tratar la realidad tal cual pero con una forma distinta de mirarla, que no fuera como los informativos. Por esto he hecho la película. Pensé que lo mejor era estilizar esta realidad intentando hacer que el espectador viera lo que ya ha visto pero con una forma distinta, por eso pensé en hacer la peli musical. Pero el concepto musical siempre te lleva al terreno de lo frívolo, de lo festivo, y eso es lo que yo no quería. Finalmente, lo hemos llamado drama musical para que quede constancia. En Cerca de tu casa la voz en off con los pensamientos o estados anímicos se trasforma en una canción.

– ¿Has tenido miedo de pegártela, de errar el tiro, de correr el peligro de que te acusen de frivolizar con un tema tan duro?

– Claro. Yo he tenido muchos miedos en esta peli. Otro miedo es que la película parezca que quiere ser emblemática con un tema del que jamás querré tener el monopolio. He hecho una película sobre desahucios, no la película sobre desahucios. También tenía miedo de hacer un film maniqueo o panfletario, de buenos y malos.

"Decir que todos los policías que desahucian son muy malos es maniqueo, hay de todo y creo que también son víctimas del sistema"

– De hecho, en el guión hay dos personajes del lado negativo muy interesantes: un policía y un bancario.

– Claro, los empleados de las sociedades bancarias de barrio son tipos que conocen a sus vecinos de toda la vida. Sin ánimo de engañar, les hicieron firmar una hipoteca. Para ellos es insostenible el día a día con los vecinos. Sobre todo en barrios más deprimidos. Muchos pidieron traslado de oficina. Ocurre igual con el policía que se hizo policía para otras cosas, que se ve sacando en volandas a criaturas de seis años, a familias que quedan desahuciadas. Quizás a muchos policías les de igual, pero yo sabía que había muchos que lo estaban pasando realmente mal. Decir que todos los policías que desahucian son muy malos es maniqueo, hay de todo y creo que también son víctimas del sistema.

– ¿Que le dirías a esas personas sin empatía que todavía dicen eso de “no haberse hipotecado” o “no haber avalado a su hijo”?

– En Cerca de tu casa tenemos a un personaje de esos. Es la mujer que limpia la oficina bancaria y dice eso de “yo pago mis impuestos”, “es muy fácil pedir y luego no poder pagar”, eso de “han estirado más el brazo que la manga”. Pero es que lo han hecho para vivir bajo un techo, ¡qué menos! Hoy en día para tener una casa has de hipotecar tu sueldo y el de tu pareja. Eso no es vivir por encima de tus posibilidades, es simplemente sobrevivir. El timo este de que la gente “se ha pasado” es tremendo, aquí el que se ha pasado es la política hipotecaria, esa campaña brutal por la hipoteca que se remonta al franquismo, que no querían proletarios, querían propietarios. Hubo mucho ruido a favor de que la gente comprara, se hipotecara. Y la gente se ha hipotecado porque en este país el que no se hipotecaba parecía que era idiota, el alquiler era tirar el dinero a la basura. Todo fue una campaña orquestada por el propio sistema y ahora que se ha acabado todo recae en la gente, que ha tenido muchas menos opciones de las que parece.

Cerca de tu casa
Sílvia Pérez Cruz, segunda por la derecha, en un momento de la película. / David Ruano

– ¿Consideras Cerca de tu casa cine político, dirías que es tu trabajo más político?

– Es político porque el tema tiene en este momento mucha vigencia, afecta a mucha gente y debería afectar a la política. En La vida de nadie tenía un personaje negativo y oscuro e intenté acercarme, establecer una empatía emocional. Aquí hago lo mismo. Procuro trabajar el terreno emocional pero con un tema que sí es político.

– ¿Se hace cada vez menos cine político en España, se está potenciando más que nunca lo comercial y solo lo comercial?

" Lo que se ha instalado en este país de una forma perversa es que todo tiene que ser taquilla"

– Lo que se ha instalado en este país de forma perversa es que todo tiene que ser taquilla. Exclusivamente. Y todo lo que no es taquilla parece que no se debe hacer porque es deficitario. La cultura en general es deficitaria, pero en lo económico. La cultura tiene un capital que es impagable. Es dejar constancia y un reflejo de la realidad de la gente que te rodea. Y eso lo hacía Berlanga, Buñuel... los grandes. Ahora las teles públicas son muy precarias económicamente y están dirigidas por personas a las que no les gusta el cine. Y las privadas están montadas en la taquilla. El cine que busca otras vías queda apartado. O se hacen pelis muy caras o muy baratas. Las películas que se hacían hace 15 años, un cine que la gente iba a ver, pelis medias, se han ido retirando. Y eso es un zarpazo tremendo a la cultura de este país.

– ¿Tienes alguna esperanza en el cambio? ¿Un cambio de nuevo gobierno, de nuevos gestores?

– Sí espero que cambie el gobierno, pero no solo por la cultura, también por la enseñanza.

– ¿Algún consejo para alguien que, en el futuro, tenga que gestionar la cultura en España y el cine en concreto?

– Que cueste menos ir al cine. A partir de ahí, se pueden hacer muchas cosas. Bajar el IVA también. Y no te puedes dejar pisar por las grandes compañías norteamericanas. Dicen: “Si nos ponéis estas condiciones, no estrenamos”. Pues no estrenéis. Mira los franceses, que dicen: “Aquí tenemos millones de espectadores para vuestra peli, así que si queréis estrenar en Francia, estas son nuestras condiciones”. Aquí todos tragamos, todo el mundo se asusta y pasamos por el aro. Es un tema de autoestima.

Bausan Films (Vimeo)
1 Comment
  1. Julián says

    » aquí el que se ha pasado es la política hipotecaria, esa campaña brutal por la hipoteca que se remonta al franquismo, que no querían proletarios, querían propietarios. Hubo mucho ruido a favor de que la gente comprara, se hipotecara. Y la gente se ha hipotecado porque en este país el que no se hipotecaba parecía que era idiota, el alquiler era tirar el dinero a la basura. Todo fue una campaña orquestada por el propio sistema»
    Este párrafo es un insulto a la inteligencia.
    Esa «gente» a la que se refiere Eduardo Cortés, no son enajenados mentales ni menores de edad, si no gente con poder y capacidad de decisión y responsables de sus actos, y como tales tienen que responder de ellos.

    Cúanta bobada hay que oir o leer !!

Leave A Reply