De mejor a peor: los ‘spots’ que nos toca sufrir en esta campaña

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Fotogramas de los vídeos de campaña de Unidos Podemos, PSOE, PP y C's (de izda. a dcha. y de arriba a abajo).

Hoy un spot no tiene la influencia y efectividad que tenía en los ochenta o noventa y, si se hace mal, puede conseguir justo los efectos contrarios que persigue. Es el caso del spot de Ciudadanos, un fenómeno viral parodiado por miles de personas en la redes sociales.

En cuartopoder.es nos disponemos a analizar, desde el punto de vista de su creatividad y su mensaje, spots de los cuatro partidos principales en estas decisivas elecciones. Y lo hacemos desde el que nos parece el más acertado al más desafortunado.

Unidos Podemos (YouTube)

UNIDOS PODEMOS: Miradas cómplices y tono navideño

Todo spot electoral es, por definición, tendencioso, pero el menos bochornoso es el de Unidos Podemos. La apuesta de su guión es que sus votantes “vivan” el día de la las elecciones y arranca con un plano (cámara en mano y subjetivo) desde la ventanilla de un taxi. Un locutor anuncia el fin del bipartidismo. Mientras, en su casa, una madre y su hijo sonríen y ven los resultados. Pero lo hacen con contención, recurso usado en todo el spot: la alegría contenida o disimulada.

Gente en la calle, a cámara lenta, celebra el resultado. Un camarero los ve en el televisor de su bar, sonríe discreto y habla con un cliente mayor, de toda la vida, que también ha votado al cambio pero lo oculta con un guiño cómplice. Volvemos a la contención y la complicidad generacional.

El spot lleva implícita una peliculera argucia, cuando nos adelanta, otra vez en un televisor, que Pedro Sánchez decide entenderse con Unidos Podemos. Por su lado, Mariano Rajoy reconoce la necesidad de regeneración en su partido. El anuncio recurre a la ciencia ficción, vamos.

Tras un plano de recuento de votos, una anciana aprieta su alianza. Cuando vemos su retrato con su marido, sabemos que los dos han estado esperando este día durante muchos años. El recurso es simplón, pero elegante. Mientras, el que parece un profesor, también sonríe ante Rajoy en su televisor. Este plano se monta con la panorámica de un pueblo de noche y la de un padre emocionado con su bebé y llamando a alguien por teléfono. Todo muy de spot navideño. De hecho, tanto el spot de Podemos como el de Ciudadanos comparten cierto aire a anuncio de la lotería de Navidad.

La pieza se cierra donde empezamos: en el taxi. Un joven (target mayoritario de Unidos Podemos) entra en el vehículo y pregunta por los resultados. Pero en él no encontramos al estereotipo esperado: el taxista facha. Sorpresa, es una mujer. Ella, como su joven cliente, también sonríe.

La narración del actor José Sacristán (de los pocos de la “gente de la cultura” que se ha mojado en esta campaña) es digna y emotiva en su justa medida. El texto que lee Sacristán dice: “Y no hierven los lagos, ni se abre la tierra”... “con la sonrisa ganamos a los que usaban el terror como argumento”. Es decir: una perspicaz alusión a la campaña del miedo impulsada por el PP.

PSOE (YouTube)

PSOE: El viejo álbum del abuelo

El spot del Partido Socialista es añejo, viejo. Parece un álbum de fotos del abuelo. Recurre a un señor con un currículo tan oscuro como el de Felipe González y a los supuestos logros del PSOE.

Y como remate entra la voz falsa de Pedro Sánchez, que tiene tanta credibilidad como un vendedor de elixires en una película del Oeste. El eslogan, lamentable, es: “Sí, un sí por el cambio”. Algo que no significa nada, una consigna completamente vacía. El spot no da para más.

Partido Popular (YouTube)

PP: Humor grueso, vaguedades y vergüenza ajena

El PP arrancó su propaganda audiovisual con un vídeo de Rajoy haciendo deporte por las calles de Badajoz y en el que un runner supuestamente anónimo le felicita por su buen ritmo. Con este vídeo al PP le salió el tiro por la culata: el deportista que saluda a Mariano es Juan Parejo, vicesecretario de Organización del PP de Extremadura y hombre de confianza de Monago.

Tras este tropiezo, el PP (que en las pasadas elecciones apostó por un anuncio “humorístico” protagonizado por un hipster que destroza a su entorno familiar y de amigos por votar al PP) volvió a su particular sentido del humor y presentó a una chica que va a comprar 70 kilos de pienso para gatos (¿?). El dependiente de la tienda de mascotas le dice que será porque le gustan mucho los gatos y ella responde que no especialmente, pero que “odia a los perros” (¿?¿?). El spot se cierra con el claim “Hacer las cosas en contra no tiene sentido en la vida real, tampoco debería tenerlo cuando votas”. Un spot para gente con sus capacidades mentales algo mermadas.

Pero no quedó ahí la cosa. El PP ha completado su campaña con una pieza gráfica basada en la idea de la linea roja que no se puede traspasar. Una clara opción al miedo: si se cruza la línea roja, los rojos van a deshacer todo el camino andado. Este spot se cierra con la palabra “estabilidad” y con una explosión de pétalos a lo American Beauty que se funde con un collage de palabras diminutas que no podemos leer y que forman la palabra “Futuro” y un lema sin fuste alguno: “A favor”. Suponemos que porque los otros van claramente “en contra” de España.

Lo qué más sorprende de este spot timorato y blanco es la mezcla absurda de palabras: ¿El “empleo” no forma parte fundamental de la “economía”? ¿“Seguridad”? ¿Votar a otros partidos resulta inseguro por alguna razón concreta? ¿La derecha es sinónimo de seguridad? ¿Qué tiene que ver exactamente la palabra “familia” con las demás? ¿Van a dejar de existir las familias si gobierna UP o la familia que corre peligro es su modelo de familia? En cualquier caso, es un spot sin alma, sin emotividad, frío. A nadie le va a afectar, ni a sus convencidos votantes.

El gran momento pepero de esta campaña, eso sí, vino cuando Jorge Moragas, director de Campaña, presentó la nueva sintonía electoral del PP con bases del merengue y los acordes latinos. La chufla general y las parodias en las redes sociales sigue activa a día de hoy.

Ciudadanos (YouTube)

CIUDADANOS: Odio cuñado

El partido liderado por Albert Rivera optó por un bar para desarrollar toda la pieza. El spot tiende al mal rollo desde los primeros segundos. Gente mirándose mal, odiándose. Un joven ocioso y con barba y coleta (una burda caricatura de Iglesias) da porrazos a una máquina recreativa y una mujer contesta a su móvil. Un varón la mira con reproche, casi con asco. La mujer habla con su pareja y expresa su estrés por su trabajo y el cuidado de los niños, que, por supuesto, depende de ella. Un camarero con la cejas depiladas también la observa con recriminación. El que parece el dueño del bar, le dice que no se queje porque otros no tienen trabajo, como ella.

El tipo de Unidos Podemos da golpes bestiales a la máquina, acción que recrimina al coletas el camarero de las cejas depiladas. Rajoy entra en escena en el televisor y un sesentón resignado recuerda que “otra vez” vamos a elecciones (como si fuera algo muy malo).

Con una actuación de trazo grueso (todas lo son en este spot muy mal dirigido), el coletas dice con el puño levantado: “El poder para la gente”. “Será para su gente”, dice el jefe de forma cómplice al parado. “A ver si tenemos suerte y lo enchufan, como hacen con todos ellos”, dice. Lo del enchufe es grueso aunque se entiende, pero ese “A ver si tenemos suerte” no. ¿Suerte de perder de vista a coletas gorrón? No lo sabemos. Habrá que preguntárselo al guionista de esta joya de la propaganda.

Entonces aparece el trabajador-trabajador, un tipo que descarga bebidas y también observa con asco al coletas. Sus primeras palabras, a lo Torrente, son: “Y éste, ¿qué? ¿Levantando España?”. El camarero de las cejas depiladas contesta: “Este lo único que levanta es el móvil”. La sentencia va acompañada visualmente por el coletas leyendo algo en su teléfono y golpeándose el pecho de forma teatral. Entonces, justo en el ecuador del spot, el sesentón suelta la gran arenga de barra cuñada con guitarrita de fondo: los que saben de qué va la cosa realmente son los chicos de Rivera. Toda una parrafada cuñada sobre héroes anónimos “que levantan persianas” o currantes “que no esperan que les regalen nada”. Subvenciones, ayudas y subsidios, suponemos. Todo muy liberal.

En resumen: un spot cutre basado en la aversión a UP (no al PP, al que sólo recrimina su ineficacia) con una espantosa dirección de actores, una puesta en escena casposa y un acompañamiento musical añoso. Sin duda, el peor y más desagradable anuncio de toda esta campaña. Y no sólo eso: también el mas contraproducente. Fue tal el rechazo al spot, que Ciudadanos llegó a desactivar los likes, dislikes y los comentarios en YouTube.

Sea como fuere, este spot define involuntariamente a muchos de sus votantes: varones cabreados que arreglan el país en pocos minutos desde la barra de un bar. Pura esencia española.

1 Comment
  1. eleusipo says

    «LA SOCIALDEMOCRACIA» (Y NO EL COMUNISMO-POPULISMO): LA EXPERIENCIA MÁS AFORTUNADA DE LAS CONOCIDAS HASTA EL MOMENTO (Con los respetos debidos) Seamos honestos, claros y rigurosos: dentro de lo vivido, estudiado, conocido y demostrado, (50-60-70-80) en la Socialdemocracia se puede pensar, opinar, protestar y cooperar, se puede trabajar, se puede repartir y redistribuir; permite flexibilidad y la cohesión social, más aún, se puede convivir, como asimismo también compartir y valorar, por tanto y en suma, la pluralidad, la igualdad y la libertad. (Socialdemocracia + republicanismo = tándem perfecto para este tiempo tan nuevo y actualizador del XXI) Saludos.

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