Periodismo de corto recorrido

Periodismo es nuestra religión, dice
García Ferreras en La Sexta.
Y da paso a Marhuenda...

¿Recuerda usted que la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) existe? Lo comentábamos en este blog hace unas semanas. Confirmábamos entonces que no era una leyenda urbana, que la APM era un ente activo, que habitaba entre nosotros, que mantenía sus constantes vitales. Prueba de ello fue que, en una inolvidable demostración de fuerza y carácter, se sacudió las telarañas, se rascó el moho, se cepilló el óxido, sacó la cabeza del agujero y con el paso firme de un muerto viviente lanzó un comunicado contra Podemos en el que exigía a la formación de Pablo Iglesias que dejase "de una vez por todas la campaña sistematizada de acoso personal y en redes que viene llevando a cabo contra profesionales de distintos medios, a los que amedrenta y amenaza cuando está en desacuerdo con sus informaciones".

Pues bien, esa misma APM ha decidido seguir con su actividad en defensa de la libertad de expresión, del periodismo libre y honesto. ¡Están on fire! Y lo ha hecho por medio de su presidenta, la periodista Victoria Prego. Ante la imputación tanto de Francisco Marhuenda como de Mauricio Casal, director y presidente de La Razón respectivamente, por presuntas coacciones a la presidenta de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes, la portavoz de la APM se mostró demoledora: “Es un episodio que no tiene ningún recorrido”.

Marhuenda y Casal han sido desimputados. Pero sus conversaciones grabadas ya forman parte de la historia negra del periodismo ibérico. Que el director de un periódico diseñe noticias para “dar leches” a la “zorra” de la presidenta de Madrid, y llame “puta” a su directora de comunicación, quizá sea algo que “no tiene ningún recorrido”. Para la Asociación de la Prensa de Madrid, digo.

Se trata de la misma asociación que consideró el acoso de Podemos a la prensa intolerable, por inconcreto e indemostrable que fuese. Sin embargo, los insultos y coacciones de un periodista con nombre y apellidos, y del presidente del periódico, no tienen ningún recorrido. Así piensa la APM. Y así está el periodismo en España, un nido de ratas en el que el imputado/desimputado Marhuenda lejos de retirarse a una cueva en alguna montaña lejana, sigue dando doctrina desde las mismas tertulias en que lo hacía antes de mostrar su verdadera calaña en conversación telefónica.

¿Nadie sospechaba nada? ¿Nos pillan de sorpresa las miserias de La Razón, la sinvergonzonería de su director y su presidente? No debería. Estamos hablando de un periódico que ha sido un negocio ruinoso: en sus primeros 16 años de vida se limitó a perder dinero (8,5 millones de euros en el ejercicio de 2009). En 2014 rompió la racha negativa, con unos beneficios de 5.000 euros antes de impuestos. Lo normal en una gran empresa-ONG como Planeta, ¿verdad?

Periodismo de corto recorrido; negocios de largo y jugoso trayecto.