Ya iba siendo hora… de que llegasen buenas noticias, digo. Y es que Mediaset, una de las dos grandes fábricas de excrementos de nuestro país, retira el programa Hombres, mujeres y viceversa de las mañanas de Telecinco, su cadena estrella, y lo traslada a las tardes de Cuatro, su segunda cadena. Es de esperar que este gesto suponga el principio del fin de semejante esperpento audiovisual: antes pronto que tarde el espacio que resume todas las miserias de la televisión en nuestro país pasará a mejor vida.
Hombres, mujeres y viceversa es desde casi una década (se estrenó en junio de 2008) el buque insignia de la peor televisión. Dicen que es un programa de citas, pero, en realidad, se trata de una subasta de carne humana deteriorada. Un producto tan barato como rentable, de esos que tanto gustan a las empresas y tanto daño hacen a los telespectadores. El Gobierno debería tener marcado en rojo en su calendario el último día de emisión: tendría que declarar esa jornada fiesta nacional. Y los ciudadanos de bien tendrían que brindar con su mejor cava hasta perder el conocimiento.
Hombres, mujeres y viceversa es la telebasura en estado puro. Un espacio que cuenta con una inagotable cuadra de majaderos musculosos y turgentes descerebradas, los cuales se dedican a flirtear como orangutanes en celo. La escuela de comportamiento en la que se fijan muchos de nuestros insensatos jóvenes. Apología del machismo, de la carne humana como mercancía, de la idiotez como valor personal, de la envidia y la mentira, de la superficialidad y la imagen frívola sobre todas las cosas. El hábitat de algunos de los zopencos y mentecatas más grandes de nuestra historia reciente. El triunfo absoluto de la ignorancia.
Hombres, mujeres y viceversa es un puto asco, una auténtica miseria, uno de esos programas que hacen peor a la gente, que embrutecen a un país, que nos recuerdan que la televisión está en manos de ejecutivos sin talento, sin escrúpulos, capaces de utilizar (en connivencia con el poder) un medio de comunicación poderosísimo solo para forrarse. Hombres, mujeres y viceversa es el ejemplo de lo que no debería ser jamás la televisión, el ejemplo de en lo que hemos dejado que se convierta la televisión: una charcutería de despojos humanos.
Quizá el traslado de Hombres, mujeres y viceversa a la segunda división sea un pequeño paso para Mediaset, pero sin duda es un gran paso para la humanidad. Para recuperar la humanización de la humanidad televisiva. Liberar a la población de ese tipo de telebasura, la más dañina, la que se construye utilizando a seres humanos desvalidos y va dirigida a ciudadanos indefensos, sería una auténtica bendición. Ya queda menos…
Los calculos de las distintas plataformas ( para pasar el rato ). Son una vejación descerebrada, para: Pij@s mentales, pues su nivel enpatico con la cultura social es más bajo que cualquier honimido, con demencia seníl.
Estos emporios televisivos degradan la inteligencia de una forma calculada; y a la vez cobran por los anuncios » esa » pasta gansa, multiplicadora de precios al consumidor. Teniendo un triple efecto: Saciar el ego cutre hormonado. Borrar de las mentes el sentido social y solidario, ( como ser humano ). Y tapar cualquier noticia que pueda interesar, a la sociedad que pertenecemos. Esta sociedad Javier, anestesiada con Opios de una España cañí; en un limbo escogido en las nebulosas tinieblas del poder factico…
Dejando estos seres inertes, en una recicladora privada sustentada con dineros Públicos !. Te leo, y comprendo todas esas inquietudes; pues navegamos en el mismo barco, con el mismo rumbo, pero: ¿ Que Patrón tenemos ?…
Gracias, gracias, gracias por este artículo.A ver si esta basura infecta desaparece de la televisión para siempre.