Verano puede convertirse en un momento para encontrarse a uno mismo, para escuchar menos ruido, para leer. Quizás llego tarde al recomendar Lectura Fácil (Anagrama), la novela de Cristina Morales, Premio Herralde de Novela y Premio Nacional de Narrativa. Cuatro parientas, con distintas discapacidades intelectuales cada una de ellas, viven en un piso tutelado de la Generalitat en el barrio de la Barceloneta. Historia de una okupación, de asambleas, de rollos sexuales y de los hábitos y diversiones que recorren a cada una de estas cuatro integrantes de este especial núcleo familiar.
La novela te adentra en la ciudad, Barcelona, y en la sociedad actual. Memorias, la escritura de una novela en lectura fácil, las declaraciones de las integrantes ante un juicio que debate si esterilizar a una de ellas. La sexualidad como ejemplo de normalización peligrosa. Tan bien tomada está la perspectiva desde la que escribe Morales que, lejos de la norma que podría parecer que las protagonistas son las enfermas, conforme pasan las páginas nos damos cuenta de que quien en realidad está enferma es esta sociedad.