Manu Chao, más de dos décadas en constante viaje clandestino

  • El libro “Manu Chao ilegal. Persiguiendo al clandestino”, de Kike Babas y Kike Turrón, relata la carrera musical y personal en solitario del artista
  • “Manu abrió un camino, rompió la dictadura de los estudios. El disco Clandestino está grabado en marcha, en diferentes lugares del mundo”, señala uno de los autores
  • El cantante se ha implicado a lo largo de su carrera con infinidad de causas sociales. Ha apoyado o dado voz a reivindicaciones locales a lo largo y ancho del planeta

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“Solo voy con mi pena. Sola va mi condena. Correr es mi destino. Por no llevar papel”. Salvo que en 1998 y años posteriores estuvieras absolutamente desconectado, te sonarán estos versos. En octubre de aquel año saldría a la calle “Clandestino”, el primer trabajo en solitario de José Manuel Arturo Tomás Chao Ortega (París, 1961), es decir, Manu Chao. El músico había liderado Mano Negra de forma exitosa desde finales de los 80. Desde la aparición de ese trabajo hasta nuestros días, Manu ha estado más de dos décadas viajando, personal y musicalmente. Un artista que, guste más o menos, es único.

El relato de esos viajes, de esa carrera musical atípica y especial, lo reflejan dos periodistas musicales en un libro publicado el pasado mes de noviembre: Manu Chao ilegal. Persiguiendo al clandestino (Bao Bilbao, 2019). Kike Turrón y Kike Babas, más conocidos como “Los Kikes”, decidieron recopilar todas sus vivencias con Manu. Y son muchas, fuera grabadora y cámara en mano o rondando bares, chupitos y rumbas.

“Para mí es ya un clásico. Así lo califico”, resume Kike Turrón a cuartopoder. Los periodistas conocieron a Manu cuando tocaba en Mano Negra. Pero no fue hasta los meses previos al lanzamiento de “Clandestino” cuando la relación se estrechó. Ellos comenzaban a trabajar en un programa de televisión de Canal Plus, Lo peor de todo. “Por pura casualidad (o no) nos cruzamos con Manu en la calle Hortaleza, en Madrid. Él venía de presentar el máster a la compañía”, señala Turrón. El músico les dijo que serían ellos los encargados de hacer el documental sobre el disco. “Nos dieron el disco antes de su publicación para prepararlo. Disfrutamos en la intimidad del disco, era adictivo. Y el caso es que lo sigue siendo”, añade el periodista. El documental, por cierto, no ha visto la luz en su totalidad. Pero esa es otra historia.

Amparo Sánchez (Amparanoia), Fermín Muguruza y el director de cine Fernando León prologan un libo que comienza con ese encuentro casual (o no) en la calle Hortaleza. “Tío, has desaparecido, ¿dónde has estado?”, le dijo Turrón. Saber dónde está Manu en cada momento no es tarea fácil. “A veces llegarán rumores donde parece estar en tres sitios a la vez”, comentan en otra parte del libro.

Ese constante viaje es una seña de identidad de la carrera de Manu Chao. Lugar que pisa, lugar del que se empapa. “En sus nuevos temas Manu no canta sobre los oprimidos, si no desde los oprimidos, la visión de los nadie en el mismo lugar de los hechos”, señala el libro. “Clandestino es un reflexivo disco mexicano de favela”, otra definición.

El proceso para llegar al disco no fue fácil. Tras la separación de Mano Negra, Manu formó la fugaz Radio Bemba. Y tuvo dudas. “Se planteaba incluso no hacer música nunca más. Se le pasa por la cabeza hacerse trabajador social en África o continuar los pasos familiares y estudiar Periodismo”, relata el libro. Manu optó por el viaje como forma de perderse.

En Clandestino estaban incluidas, aparte la canción que le da título al disco, otras emblemáticas: Desaparecido es quizás la más significativa. Su tema es quizás el más autobiográfico del disco, según los Kikes. “Manu persigue el momento y cada vez se encuentra más cómodo trabajando de manera colectiva e itinerante con diferentes personas. Se descubre como viajero incansable y con un cierto pavor a cualquier tipo de situación que lo ate de manera estable en un lugar”, señalan. Barcelona, Madrid, Galicia, París, Bamako, Brasil, Tijuana, Bruselas, Chiapas…Sus “casas”, antes y después de “Clandestino”, son innumerables.

Sus grabaciones tampoco han sido una cosa convencional. Sin estudios al uso, recogiendo materiales poco a poco, etc. “Creo que, en ese sentido, Manu abrió un camino, como él decía, rompió la dictadura de los estudios. El disco Clandestino está grabado en marcha, en diferentes lugares del mundo, aunque aunado y pasado a limpio en París. Creo que muchísimos artistas han tomado nota y muchos ya no quieren meterse quince días en un lugar apartado, durmiendo fuera de casa y con un horario y calendario detrás, apretando”, señala Turrón.

Como tampoco han sido convencionales algunos, muchos, de sus conciertos. Bajo nombres inventados, ha tocado en innumerables ocasiones por sorpresa en pequeñas salas o espacios públicos alrededor del mundo. ¿Las razones? “Habría que preguntarle a él. Imagino que huye de toda la parafernalia del rock, le quita solemnidad y lo hace a su manera”, contesta Turrón. Y pese a ser sorpresa, siempre estaban llenos. “Era el boca a boca, te enterabas porque alguien le había comentado a alguien que un primo suyo había escuchado decir a las amigas de su hermana que Radio Bemba tocaba en un pueblo de Segovia. Y allí que íbamos y aquello estaba petado hasta la bandera”, ejemplifica el periodista.

Galicia y La Feria de las Mentiras

El libro se detiene unas cuantas páginas en un evento muy importante en este “viaje” eterno de Manu. Su padre, el periodista Ramón Chao, era gallego. Y Galicia, claro, iba a tener un papel muy importante en la carrera de Manu. Y concretamente un evento que se realizó en el año 1998 pero que venía rondando la cabeza de Manu desde varios años atrás: La Feria De las Mentiras (A Feira Das Mentiras).

“Además de un disco (Clandestino) Manu hacía hincapié en que había escrito una leyenda y que iba a montar una Feria. La leyenda salió, creo que solo unas pocas copias promocionales, editada en forma de cuadernito. Manu cuenta en esas páginas el origen de Super Changó, de la Cancodrila, del gran Pulpo y la pelea final, frente a una mesa de futbolín, y de otros tantos personajes que entre ellos, montan una historia”, recuerda Turrón.

“Esa Galicia fue para Manu una nueva apertura, una puerta más que traspasar para llegar a Clandestino”, cuenta el libro. Entre pulpo y ribeiro, en la aldea de Bastavales, con la pandereteira Josefa, Manu organizó una gran fiesta donde se fue afianzando la idea de la Feria. La idea era un híbrido de circo, verbena de pueblo y carnaval. Con música en directo, espectáculos varios y hasta un campeonato de futbolín, juego del que Manu es fanático.

El evento fue producido íntegramente por Manu con la imprescindible ayuda de Marta Pérez (“Cancodrila”). Se celebró en julio de 1998, pocos meses después de la publicación de “Clandestino”. En el libro, los Kikes cuentan con todo lujo de detalles todo lo acontecido en este peculiar festival que duró 5 días. Aunque hizo algunos cameos, Manu no tocó oficialmente. Sí lo hicieron bandas amigas como Amparanoia, Os Diplomáticos, Dusminguet o Sargento García entre otros.

Duelo de guitarras con el Subcomandante Marcos

Manu Chao se ha implicado a lo largo de su carrera con infinidad de causas sociales. Ha apoyado o dado voz a reivindicaciones locales a lo largo y ancho del planeta. Fue, además, miembro fundador del movimiento por la Tasa Tobin, cuyo primer manifiesto que dio lugar a la creación de ATTAC, se difundió en el periódico la Feria de las Mentiras.

Manu, no obstante, siempre ha tenido muchos reticencias en convertirse en abanderado de las causas. De hecho en muchas ocasiones lo que hace es dejar la voz a diferentes colectivos para que reivindiquen ellos desde el escenario. “Desde la actuación en Génova no me sueltan con eso de la antiglobalización. La prensa quiso hacerme el líder de algo, pero no fue la gente, fue la prensa”, les decía a Los Kikes en una entrevista. Manu había estado presente en la ContraCumbre de Génova donde se reunía el G8 en 2001. El artista también participó posteriormente en un documental emitido en TVE llamado “Voces contra la Globalización”.

Una de las anécdotas más curiosas en los viajes de Manu es su encuentro en Chiapas con miembros del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Incluido el carismático Subcomandante Marcos. Fue en octubre del año 2000. Habían tocado en la comunidad de La Realidad y en varios lugares más. Al día siguiente tenían previsto hacerlo otra vez en la plaza de Aguascalientes. No había nadie. Y alguien les dijo que les estaban esperando.

“Seguimos camino hasta una cabañita y allí estaba Marcos”, cuenta Manu en una entrevista del libro. Manu había destinado apoyo económico al EZLN tiempo atrás. “Aquí hay tres guitarras y venimos para un reto. Si vosotros sois músicos, nosotros también, así que vamos a hacer una canción, vosotros otra y así hasta ver quien aguanta más”, dijo Marcos.

Así comenzó un “duelo musical” que duró hora y media y culminó con una charla corta, según los recuerdos de Manu. Al año siguiente, en Madrid se organizaron unas jornadas zapatistas. Manu compartió cartel en un debate con José Saramago, el director de cine Javier Corcuera y el sociólogo Tomás Rodríguez Villasante. El día anterior, en el CSO El Laboratorio de Lavapiés, centro neurálgico de los movimientos sociales en aquellos años, se leyó una carta de Marcos saludando ese “Aguascalientes en Madrid”. Y recordando aquel encuentro donde le rompió dos cuerdas de guitarra.

Manu después de Clandestino

Los años pasaron. Manu nunca paró. Después de Clandestino llegarían Próxima estación: esperanza (2001), un directo llamado Radio Bemba Sound System (2002), un disco íntegramente en francés, Sibérie m'était contéee (2004), La Radiolina (2007) y un último directo llamado Baionarena (2009). No se puede dejar de mencionar la participación en la película Princesas, de Fernando León. Su tema Me llaman calle logró el Goya a la Mejor Canción y fue recogido en la gala del año 2006 por el colectivo Hetaria, que defiende los derechos de las prostitutas, tema principal de la película de León.

Van para 13 años sin disco oficial de Manu. Pero en su web ha ido colgando de forma regular nuevas canciones, “Free now songs”. Y este año se ha reeditado, precisamente, “Clandestino”, en vinilo y con tres temas nuevos. Uno de los últimos eventos multitudinarios de Manu tuvo lugar en 2016, con motivo de las fiestas de San Isidro en Madrid. La Plaza Mayor se quedó pequeña. Hasta la fecha, es la última vez que Los Kikes se vieron con Manu.

Manu Chao sigue viajando. La mejor manera de saber dónde se encuentra es seguir su actividad en la página web. Cuando Los Kikes comenzaron a planificar la elaboración del libro, hace poco más de un año, “la cosa apuntaba a que andaba entre Grecia y Barcelona”. Mientras se escriben estas líneas, su ubicación apunta a Argentina. Mañana, quizás esté en otro lugar. Y habrá quien asegure haberle visto en tres sitios diferentes a la vez.

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