Las relaciones con PSOE e IU marcan diferencias en los textos de Iglesias y Errejón

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Pablo Iglesias, secretario general de Podemos, junto al secretario político Íñigo Errejón, en una reunión del Consejo Ciudadano Estatal. / Efe

Los sectores de Pablo Iglesias e Íñigo Errejón han presentado esta mañana sus borradores de documentos políticos para el proceso asambleario de Vistalegre II. Ambos dirigentes de Podemos han redactado personalmente los textos. Un paso tras el que esperan poder negociar un posible acuerdo de síntesis entre ellos. El documento de Iglesias se titula “Plan 2020: ganar al PP, gobernar España” y según el secretario general recoge aportaciones de personas de su equipo pero también de otras corrientes o personas externas al partido. El secretario político de Podemos, junto a algunos de sus colaboradores agrupados en “Recuperar la Ilusión”, ha titulado el texto “Desplegar las velas: un Podemos para gobernar”. Entre las principales diferencias de ambos, más allá de conceptos políticos utilizados, se visualizan las relaciones con otras fuerzas como el PSOE e IU.

El texto del líder de Podemos no se refiere explícitamente a la relación que debe mantener su partido con los socialistas. Pero sí identifica al PSOE con la “Triple Alianza” que forman junto a PP y C´s. “El PSOE, como en el Reino Unido hizo el laborismo de Tony Blair entregándose a las ideas de los conservadores, se ha entregado a Mariano Rajoy”, destacan. Las críticas a los socialistas continúan: “Han permitido que el Gobierno pueda saltarse cómodamente las decisiones del Congreso en materia de salario mínimo y pobreza energética actuando poco menos que como un ministerio de maquillaje social del Gobierno”.

Para el equipo de Iglesias, las élites van a imponer “una estrategia gatopardiana que pretende imponer un plan «restaurador-normalizador” que sirva “de freno a los desafíos abiertos por la irrupción del 15M y de fuerzas como Podemos y aliados”. Este plan se sustentaría en dos pilares fundamentales. Por un lado, reimplantar el “sistema del turno” mediante una fórmula nueva de tipo “turnismo por abstención”. Con ello se aseguraría que se pueden tejer sucesivos acuerdos, legislativos y ejecutivos entre los partidos de la Triple Alianza para seguir turnándose en el poder, continuar imponiendo su agenda legislativa y de reformas, y cerrando siempre el paso hacia el gobierno a Podemos. Por otro, “construir su proyecto de futuro haciendo irreversibles las consecuencias de las reformas aplicadas en el periodo 2010-2016, normalizando la excepción y edificando el nuevo modelo de Estado emergente sobre los recortes ya aplicados, la precariedad ya impuesta o la desigualdad ya generada”.

Para Errejón, “Podemos está perdiendo un tiempo precioso al no aprovechar la crisis existencial del PSOE para formar una nueva mayoría en nuestro país”. Y consideran que el partido no puede seguir “por la misma senda resistencialista” iniciada tras el 20D ya que de ese modo “la restauración” estaría “mucho más cerca”. Sí que es más explícito en cómo debe ser la relación con ese partido. “Abordar la relación con el PSOE de manera inteligente y laica ha sido siempre mucho más productivo para Podemos que la negación obsesiva y choque frontal”, afirman. Esta posición, para Errejón, se ha caracterizado por “confrontar con el PSOE en los momentos y por las cuestiones menos oportunas, y ha dado alas a los sectores más inmovilistas para atrincherar a su gente frente al cambio político”, señala el dirigente en crítica velada a la actitud de Iglesias.

“No es una cuestión ideológica, es una cuestión de habilidad política. La relación de Podemos con el PSOE debe ser hábil, pues no puede desconocer su importancia histórica pero tampoco tomar decisiones en base a su existencia. No puede obviarlo pero tampoco subalternizarse de forma sistemática por definirse en relación a él. La obsesión con el Partido Socialista tiene más que ver con las deudas pendientes de una parte de la izquierda de nuestro país que con las pretensiones y aspiraciones que Podemos debe tener en esta nueva etapa”, prosigue.

Sobre IU y las confluencias, Iglesias ha evitado de forma explícita referirse a la relación con el partido liderado por Alberto Garzón. Pero sí incluye un apartado en el que califica a las confluencias como “una alianza estratégica” y en otro alaba la construcción de un “bloque social y político” diverso. “Las confluencias, las uniones voluntarias de gente que viene de diferentes sitios, son la garantía para poder articular una red amplia”, señalan. Para Iglesias, la forma de partido clásica está prácticamente agotada en el s.XXI. “Es casi imposible que un partido político pueda representar lo que piensa una persona (mucho menos una sociedad). Por eso los partidos deben experimentar una mayor flexibilidad y empezar a entenderse como partes de algo más amplio. Los partidos en nuestro siglo serán más redes que fortalezas (...) Si la sociedad es cada vez más reticular gracias a las nuevas tecnologías, los partidos no pueden caer en la arrogancia de querer representar a todas las personas y hacerlo en todo momento. Por eso es esencial que un partido del siglo XXI se conciba como parte de un proyecto más grande que el propio partido”, indican. El texto incide en que Podemos tiene que “seguir construyendo con otros actores el espacio político del cambio en nuestro país”. “La lógica debe ser por tanto la de la unidad en la diversidad: un proyecto com­partido por identidades políticas, sociales y territoriales diversas, donde lo que es una realidad en la cotidianeidad se articule en el ámbito de lo político”, concluyen.

Respecto a la relación con IU y las confluencias, el texto de Errejón limita mucho la estrategia a seguir. “Podemos tiene que mantenerse como organización autónoma e independiente. Estas tareas son moradas y nadie las va a hacer por nosotros”, afirman. Su objetivo “es más ambicioso que la unidad de la izquierda es la unidad popular y ciudadana en la que cabe la izquierda tradicional, pero va mucho más allá”. Por lo tanto, “Podemos tiene que seguir construyéndose política y orgánicamente como un proyecto autónomo capaz de establecer posteriormente alianzas electorales y acuerdos amplios con otras fuerzas hermanas”, continúan. El equipo de Errejón alaba “la constitución de espacios políticos diferenciados y de carácter plurinacional en los territorios como Catalunya, País Valencia, Baleares y Galicia”. Y sentencian, dejando abierta la relación futura con IU: “Estamos seguros de que podremos llegar a nuevas alianzas electorales con fuerzas como IU en el futuro pero estos acuerdos se decidirán en función de las circunstancias por el poder soberano en Podemos, esto es, por los y las inscritas”.

Por su parte, Anticapitalistas presentó ayer también sus borradores políticos con la presencia de Teresa Rodríguez y Miguel Urbán. Para esta corriente, el peligro reside en que los socialistas les aboquen a una estrategia de “acuerdos de mínimos”, que acaben diluyendo a Podemos y posibilitando la vuelta del sistema bipartidista, con apoyo de Ciudadanos. Según Anticapitalistas, “el PSOE de la gestora es su principal antagonista y la pata izquierda del régimen” al que pretenden derrotar.

Iglesias reclama unidad y una confluencia política, social y popular

De su documento, Iglesias señala que nace con “voluntad unitaria”. “La unidad como la capacidad de hacer que ideas distintas puedan complementarse, reforzando una dirección estratégica y unos objetivos comunes”, añade. Para ello dice haber contado con ideas tanto de Errejón como de Urbán así como de Garzón, Xavier Doménech o Guillermo Zapata, entre otros. El secretario general considera que “sólo un Podemos unido y fuerte podrá liderar, desde la fraternidad, el compañerismo y el respeto a la diversidad, una confluencia política, social y popular de cambio que sea capaz de ganar al PP (y a las élites que representa) y gobernar España”. El documento cuenta con 41 páginas y está dividido en tres bloques: “la nueva transición”, “tareas políticas” y “tareas organizativas”.

En el primero de ellos teoriza la idea de que España vive una nueva Transición política y realiza un análisis de lo sucedido en las últimas décadas, incluido el surgimiento de Podemos. Como el resto de sectores, llama a superar el modelo de organización de Vistalegre I, destinado a crear una “máquina electoral”. Iglesias pone ahora el foco en que “las alianzas sociales” se sitúen en el centro de la actividad de Podemos. “Necesitamos desplegar una pedagogía de la praxis que demuestre que, en situaciones concretas, la gente puede vencer a las élites y sus representantes (…) Ganaremos si esas victorias no son de Podemos, sino del bloque social y popular”, destaca. Por ello, Iglesias quiere “poner las instituciones al servicio de la gente”. “Tenemos la enorme responsabilidad de proponer una política diferenciada, en todos y cada uno de los ámbitos, a la actuación del actual Gobierno y sus socios (declarados y virtuales)”, indica. En este sentido el documento destaca más adelante que “el papel de los cargos públicos no puede limitarse al trabajo en los diferentes parlamentos” ya que su principal función debe ser la de ser “activistas institucionales”. “Debemos estar en todos y cada uno de los conflictos sociales y escuchar a los movimientos”, afirma.

De cara a ganar las próximas elecciones generales, Iglesias considera que Podemos debe “trasladar a las instituciones las iniciativas de los movimientos sociales pero respetando la independencia de las organizaciones de la sociedad civil, colaborar en su crecimiento y reforzamiento social”. El líder de Podemos hace especial énfasis en la defensa de los sectores estratégicos para articular su proyecto de país. Al respecto destaca un proceso de reindustrialización, la soberanía alimentaria, una transición energética o el control democrático del sector financiero, entre otros asuntos. El secretario general marca la importancia de las elecciones municipales y autonómicas de 2019. En ellas considera que para ganar necesitan “a la gente organizada, activa y con capacidad para movilizarse y llevar los debates del cambio constituyente a la sociedad”. La descentralización es otro de los puntos clave y aquí deja en manos de cada territorio cómo concurrir a esos procesos electorales. La mayor participación de los círculos y la “despatriarcalización” del partido son otros de los aspectos destacados.

Por último, una de las ideas más novedosas, que cierra el texto, se trata de un “ensayo del Gobierno”. Para Iglesias, la vinculación entre “conocimiento experto y Estado” tiene que irse articulando en los años previos a la llegada al Gobierno. “La previsión de una legislatura larga gracias a la entrega del PSOE a las necesidades del PP nos otorgan ese tiempo para ir experimentando estas relaciones, que deberán ir construyendo una agenda concreta”, afirman. Para ello propone crear un grupo encargado de evaluar las políticas públicas del “gobierno restaurador”, de ir explorando vías alternativas y de articular la participación de los expertos en el diseño de futuras políticas públicas debe concebir su actuación como un ensayo general del futuro gobierno de España”. Esta fórmula debería servir, según Iglesias, “para que las españolas y los españoles conozcan la alternativa de gobierno de Podemos, de modo que no limite el trabajo institucional al mero acompañamiento parlamentario, sino que permita ir sentando las bases del futuro gobierno que se ofrece como alternativa”.

Errejón pide corregir el rumbo de los últimos meses

El texto de Errejón y su equipo está compuesto por 42 páginas y se divide en tres bloques: balance de Vistalegre I, “el Podemos que necesita España” y “hacer patria: ser útiles hoy para gobernar mañana”. El último de ellos desgrana algunas de las prioridades políticas concretas. Esta corriente considera que Podemos debe “abrirse”, “recuperar el rumbo de la transversalidad y el proyecto ganador” y demostrar la utilidad del partido desde dentro de las instituciones. El “errejonismo” define a la fuerza morada como “radicalmente democrática, popular patriótica, plurinacional y feminista”. El texto será sometido a debate en diferentes asambleas que comenzarán este mismo fin de semana. Desde este sector consideran “fundamental corregir el rumbo de los últimos meses y volver a disputar el sentido común y las nociones centrales para los españoles, como fuerza que más y mejor entronca con las mejores posibilidades de nuestro futuro”, en alusión a la deriva que para ellos ha tomado Iglesias.

Como viene defendiendo desde el inicio de Podemos, Errejón apuesta por un discurso transversal que deje atrás las etiquetas izquierda/ derecha. “La unidad del pueblo es más ambiciosa, radical y transformadora que la unidad de las izquierdas: por supuesto cabe la izquierda tradicional, pero va más allá”, señalan. En este sentido aboga por “recuperar la capacidad de interpelar y seducir a los sectores más diversos” para no encerrarse sólo en hablar a los “sectores más golpeados”. “A la fuerza de los de arriba no se le puede oponer la izquierda, sino la mayoría heterogénea y mestiza de los de abajo”, reiteran.

Las dos grandes tareas de Podemos para el futuro inmediato serían “ser fuerza de Gobierno” y “construir pueblo”. En este último punto, Errejón impugna la visión de “la izquierda tradicional y algunos compañeros de Podemos”, en referencia a las tesis de Iglesias, sin mencionarlo. “Creen que el pueblo ya existe, ya está constituido y espera representantes que digan la verdad sin tapujos. Para estos compañeros ese pueblo tiene una etiqueta ideológica e idealmente coincide con los sectores más desfavorecidos. Esta forma de entender el pueblo lo idealiza e impide convertirse en una fuerza popular que articula y sirve de sistema óseo y nervioso a una nueva formación, a una nueva subjetividad. Es una forma de ver la política que impide convertirse en mayoría”, explican. Esa “construcción” del pueblo “no es unir a organizaciones de protesta o de izquierdas” sino “algo mucho más ambicioso: fundar una identidad colectiva, una nueva forma de ser de nuestro país, que recorra el territorio, eche raíces en los barrios y centros de trabajo, multiplique una estética, una cultura, unos valores y un horizonte”.

“Necesitamos recuperar también el tono del Podemos original, es decir, aquel capaz de trabajar en positivo por la construcción de una nueva mayoría, el que suponía la conjunción virtuosa de la audacia de quienes saben tener un país por conquistar y la solvencia de quienes pueden ponerlo a funcionar mejor al día siguiente de gobernarlo, un tono que trate de interpelar a los que faltan para sumarlos y no que los expulse”, señala el texto. El tono o el discurso a utilizar se ha visibilizado en los últimos meses como una de las diferencias entre Iglesias y Errejón.

3 Comments
  1. Paco Cherp says

    Se diria que Errejon se ha quedado anclado en el Podemos que ya ha demostrado que no funciona (el «partido unico de la indignacion», soberbio y delirante y que provoca tanto rechazo entre los votantes como «seduccion» entre sus fans), mientras que Iglesias es consciente de ese error de diseño (que es la razon del fracaso electoral) y esta decidido a superar el partidismo en aras de la construccion de una unidad popular amplia y pluripartidista (la unica formula capaz de derribar al regimen). Podemos ni es mi partido ni lo sera nunca, pero espero que se impongan las tesis de Iglesias, porque insistir en lo que ya se ha visto que no funciona es lo del tonto y la linde…

  2. Dan says

    Solo le faltaba a Errejón empezar con las metáforas marineras a lo Artur Mas.
    Este chico es tan transversal y tan peronista cool que seguro ha aprendido del President su travestismo político; de jefe de los recortes y heredero del 3% a mártir del pueblo y aglutinador de los anhelos de un pueblo. Errejón quiere ser el Artur Mas español. Por su parte Iglesias lo dijo muy bien en otro de los momentos de crisis: «Un buen político apuñala por la espalda». En ese caso Tania Sánchez es la mejor político de este país. Corre el riesgo Iglesias de empezar a dar más lastima que miedo. Se le ve falto de reflejos casi llegando a la caricatura. La solución? salga, júntese con gente que esté haciendo cosas, establezca red de contactos con gente válida que no esta en política, recorra su país (sin bus), viva una semana al mes en cada comunidad autónoma, tenga reuniones de trabajo con la sociedad civil…y no hable más del regimen del 78…

  3. Gonzalo says

    A mi la propuesta de Errejón me recuerda mucho a Carrillo, a Garrido y Nueva Izquierda, a Llamazares… No funciona.

    Mejor la propuesta de Pablo enriquecida con la de Anticapitalistas. Yo nunca votaría a Podemos, pero voté a Unidos Podemos con ilusión y volvería a apostar por la confluencia de la izquierda.

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