El relevo de Mayer reaviva las diferencias agazapadas en el seno de Ahora Madrid

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Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid, junto a Celia Mayer, concejala de Cultura de Ahora Madrid que fue relevada a la concejalía de Igualdad el pasado miércoles. / Efe

Mantener el equilibrio de fuerzas internas dentro de Ahora Madrid, fuerza que gobierna en el Ayuntamiento de la capital, no ha sido una tarea fácil desde el comienzo. El partido instrumental surgió de la unión entre la plataforma municipalista Ganemos y Podemos a nivel municipal. Éstos últimos incluyeron a Manuela Carmena, actual alcaldesa, en el proyecto. Ya dentro de los primeros se establecieron al menos tres corrientes antes de las elecciones municipales de 2015. Con el paso del tiempo en diferentes momentos se han visibilizado tres posturas principales, coincidentes con las candidaturas que se presentaron en las primarias meses antes de la cita electoral. El relevo de Celia Mayer como concejal de Cultura conocido el pasado miércoles –ahora lo será de Igualdad– ha reavivado de nuevo las diferencias internas introduciendo además nuevos elementos como la forma de tomar las decisiones por parte de la alcaldesa.

De puertas para afuera el paso de Mayer a la concejalía de Igualdad, de nueva creación, goza de un consenso amplio. Con esta nueva responsabilidad se pretendía evitar el ruido y oposición interna si la exresponsable cultural era relegada por completo. La portavoz municipal, Rita Maestre, reconocía el jueves públicamente que el movimiento gozaba del “consenso” del resto del equipo, aunque admitía “matices”.

Las críticas actuales, según diferentes fuentes consultadas por cuartopoder.es, se basan en las formas de tomar las decisiones internamente. La alcaldesa no forma parte del órgano de coordinación de Ahora Madrid y el reparto de áreas o competencias se realiza sin deliberación colectiva. Carmena ha otorgado un papel relevante a Luis Cueto, coordinador general de la Alcaldía y persona de su máxima confianza. Con la salida de Mayer, la alcaldesa asume las competencias en Cultura y Cueto se queda con Turismo mediante la gestión de Madrid Destino, que era, según fuentes cercanas a la alcaldesa, uno de los asuntos más problemáticos en la etapa de Mayer. A eso habría que sumar otras que ya tenía como fondos europeos, relaciones con otras instituciones, IFEMA, protocolo o promoción de la ciudad en el exterior.

Son varios los momentos en los que hasta la fecha se han visibilizado públicamente las diferencias de criterio. El más relevante en lo político tiene que ver con la demolición de un edificio histórico en el centro de la ciudad. Su autorización fue rechazada por los tres concejales de IU (Carlos Sánchez Mato, Mauricio Valiente y Yolanda Rodríguez) y por los tres de la candidatura que encabezó Pablo Carmona, cercana a Anticapitalistas y un sector crítico, en su momento, de Ganemos. Aparte del propio Carmona están Montserrat Galcerán y Rommy Arce. El resto, que fue en la lista con Carmena, votó a favor. Otros puntos de desencuentros públicos han tenido que ver con cuestiones relativas a Venezuela, en este caso más anecdóticas para la labor municipal.

Esta correlación de fuerzas no es tan real actualmente teniendo en cuenta la distancia entre Carmena y sus compañeros de candidatura, que algunas fuentes consideran que ha ido creciendo en cuestiones puntuales. Así las cosas, la mayoría del grupo parlamentario respaldaba a Mayer en Cultura, aunque la salida pactada ha contribuido a remansar las aguas. “Mayer lo estaba haciendo bien en Cultura, pero también es importante el área de Igualdad y hará buen papel”, afirman fuentes de este sector que, además, se dan por satisfechas, porque esta concejalía era una reivindicación suya desde los inicios.

Mayer pertenecía a Ganemos Madrid, el embrión del actual partido instrumental. De hecho, fue la portavoz elegida para presentar el acuerdo de confluencia con Podemos. Pero poco a poco este espacio se ha ido vaciando. No en vano, Mayer, junto a Guillermo Zapata o Javier Barbero, impulsaron otro espacio de debate, M129, el verano pasado, evidenciando su distancia con el primer espacio de confluencia.

Ganemos sigue hoy existiendo, pero su influencia está limitada. De los concejales, prácticamente ya sólo se referencian en él Carmona, Galcerán y Arce. A ellos habría que sumar un sector de las bases que dieron músculo al proceso municipal. Han mantenido una posición crítica con la labor municipal en diferentes temas, como la gestión de la memoria histórica entre otros asuntos. Además, registraron su marca de “forma discreta” en el mes de enero. Tras el relevo de Mayer han vuelto a alzar su voz. En un comunicado, Ganemos Madrid pide “más democracia y menos verticalidad en el Gobierno de Ahora Madrid”. Y mantiene la crítica mencionada antes de “concentración de poder en la figura de la alcaldesa y su círculo de confianza”. Carmona, de hecho, difundió en sus redes sociales el texto.

Más allá del método, en Ganemos también apuntan a la línea política que prevén que supondrá el cambio de Mayer. “La consecuencia directa del cambio de competencias en Cultura viene a reforzar algunas posturas conservadoras más afines a discursos manejados por la derecha que a un verdadero proyecto que cambie la política cultural de esta ciudad. Sólo con un Área de Cultura --incluida la empresa municipal Madrid Destino-- independiente a las presiones del establishment, podríamos esperar unas políticas culturales a la altura de las expectativas que generamos en 2015”, afirman.

El área de Cultura de Mayer ha protagonizado desde los inicios algunas de las polémicas más sonadas en el Ayuntamiento. La concejal sustituyó a Guillermo Zapata tras su dimisión casi antes incluso de comenzar a trabajar. La Cabalgata de Reyes de 2016 fue criticada desde varios frentes y su área fue la encargada de contratar a los titiriteros que fueron acusados de enaltecimiento del terrorismo. A Mayer le retiraron las competencias sobre memoria histórica tras un error en la retirada de unas placas en el cementerio de Carabanchel. Desde ese momento una comisión gestionada por Francisca Sauquillo, tras un acuerdo con el PSOE, se hizo cargo. La “cabeza” de Mayer había sido pedida desde la oposición y un nuevo episodio reciente, relacionado con la gestión teatral, ha acelerado la decisión de la alcaldesa.

1 Comment
  1. Sí se puede says

    Ganemos, y su deriva, Madrid, 129, constituye la verdadera oposición de Ahora Madrid. Y acabarán hundiéndola. No dejan de dar munición a los adversarios de otros partidos, tanto por lo que dicen, a destiempo y fuera de lugar, como por lo que hacen o dejan de hacer: los concejales de esa plataforma son los más torpes e ineptos. Para muestra, Celia Mayer. ¡Que pena!

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