Los miembros de cuartopoder.es que hemos asistido al XII Congreso de Periodismo Digital, celebrado en Huesca el 10 y 11 de marzo, hemos tenido la percepción de que nuestro periódico, transcurrido su primer año de vida, es ya una referencia profesional, incipiente pero bien perfilada, dentro del mundo tan difícil y competitivo de los medios digitales. Hemos constatado, en todo caso, que cuartopoder.es circula ya como una marca reconocida y apreciada por los colegas del oficio que han acudido a Huesca en buen número, alrededor de 450 entre compañeros de los principales diarios de nuestro país y de algunos periódicos iberoamericanos, profesores y estudiantes de periodismo, sin olvidar a algunos patrocinadores y anunciantes interesados por los periódicos como vehículos culturales y por las empresas que los sustentan. El que sigue es el texto de mi intervención en la mesa redonda “Emprendimientos periodísticos en Internet”.
1.- “Me dirijo a vosotros, en nombre de todos los compañeros de cuartopoder.es, con la alegría paterna de ver cómo la criatura ha cumplido su primer año de vida con buena salud, con la altura y el peso esperados. No quiero ser autocomplaciente hoy al presentaros a nuestro vástago, pero faltaría a la verdad si no reconociera que el alumbramiento del periódico fue un parto difícil. Los padres y madres de cuartopoder.es (si se me permite este exceso biológico en beneficio de la vocación pluralista del medio, de la que luego os daré cuenta brevemente), no somos tan provectos como Abraham y Sara cuando ésta concibió a su único hijo, Isaac, pero hace un año ya no éramos lo que se dice unos jóvenes impetuosos (o emprendedores, según el lenguaje que da nombre a esta mesa redonda). Los blogueros de cuartopoder.es somos maduritos, aunque a ninguno de nosotros nos han abandonado las fuerzas y la ilusión de ejercer bien el oficio de periodista. ¿Virtud o defecto, error o acierto, la decisión de iniciar un nuevo proyecto digital mediada la vida o, como es mi propio caso (porque dentro de la pirámide de edad de nuestro periódico me encuentro en su vértice), ya en su último tercio? ¿Ofrece garantías para el recién nacido darle a luz a una edad no estrictamente juvenil? En nuestro caso –perdonadme la inmodestia- sí. Porque los impulsores iniciales de la idea -entre los que no me cuento- tenían ya antes una experiencia sobrada en diversos medios digitales (como Francisco Frechoso, Juan Carlos Escudier o Pedro de Alzaga), aparte de su pericia en los periódicos de papel. A lo que debe añadirse que todos los redactores de cuartopoder.es hemos conocido, porque hemos tenido la ocasión que otorga la edad, tiempos mejores en el ejercicio del periodismo en su soporte tradicional, un recuerdo no idealizado pero sí vivo y probatorio de lo que colectivamente hemos abandonado en el camino los periodistas españoles en el transcurso de los últimos años en relación con la forma de desarrollar y entender el oficio.
Nosotros arrancamos hace un año desde ese recuerdo movilizador para comprender que es perfectamente posible hacer las cosas de otro modo y, sin lastrarnos por ninguna melancolía de lo que realmente fue o no fue, sucedió o no, lanzarnos vigorosamente en la persecución de algo nuevo bajo las banderas de siempre: la independencia, el compromiso de sinceridad y la búsqueda de la verdad que tenemos con nuestros lectores; así como el rigor profesional de cada bloguero en su tarea específica, sea la información nacional, el análisis abstracto de las ideas o la crónica de sucesos, por citar sólo tres bloques temáticos de nuestro diario. Luego si no tener sólo 25 años, si nuestra experiencia en los periódicos tradicionales es un valor añadido y no una rémora ineluctable para hacer buen periodismo (se llame digital o se califique con cualquier otro adjetivo), porque el oficio es en cualquier caso, en todo tiempo y lugar, desde la época del ítalo-vallisoletano Nipho, siempre el mismo, y si estamos comprometidos con la búsqueda de la verdad (aunque casi nunca identifiquemos completamente el fenómeno social e individual que se oculta tras ese nombre), si todo esto, según mi humilde opinión, es una ventaja y no un problema que pueda afectar al crecimiento futuro de la criatura, ¿cuáles eran (y cuáles son) entonces los elementos hostiles al alumbramiento y a los primeros pasos recorridos por un nuevo periódico, el nuestro, del que os hablaba al principio? A mi juicio, son fundamentalmente tres. Vamos con ellos.
2.- El primero, que puede servir de marco general a los demás, fue desgraciadamente la recesión y luego el estancamiento económico padecidos desde hace más de tres años, que viene afectando con especial virulencia a nuestro país. Lo que debe traducirse al lenguaje de la financiación publicitaria, que es nuestra única y exclusiva fuente de ingresos. Cuartopoder.es nació hace un año con su portada completamente limpia de anuncios, aunque afortunadamente no pasó mucho tiempo hasta que empezó a extenderse sobre nuestra fachada, y ya ahora incluso en el interior en algunas de nuestras distintas secciones temáticas, la “mancha” bendita. ¿Cómo hicimos frente a este problema?
Dejando para el debate posterior los demás aspectos, comentaré ahora sólo la forma mercantil de nuestra organización colectiva para presentarnos ante el público, que es el primer peldaño de nuestra oferta como vehículo cultural. La empresa es sólo un medio para el buen fin del “proceso”, que es lo que, intereses personales legítimos aparte, principalmente nos mueve a todos los que hacemos cuartopoder.es.
Nos hemos planteado cuartopoder.es como una inversión en nosotros mismos a largo plazo. Veintidós personas constituimos una sociedad de responsabilidad limitada –MESA DE REDACCIÓN, S.L.- con la vocación de ser en realidad una cooperativa de trabajo. Porque prácticamente todos los socios mercantiles llevamos a su vez nuestro blog en el periódico, según áreas temáticas. Somos participacionistas, trabajadores intelectuales y militantes de nosotros mismos. Incorporamos a la plantilla a unos cinco blogueros más (no socios) y renunciamos a tocar en forma de ingresos el capital desembolsado. Empezamos a escribir sin cobrar y sin saber cuándo lo haríamos, aunque teníamos la certeza de que a no mucho tardar la empresa nos retribuiría por nuestro trabajo. No hacemos “periodismo ciudadano”, somos profesionales del oficio con la suficiente experiencia a nuestras espaldas. Como casi todos colaboramos con otros medios y nos ganamos los garbanzos en otras empresas u oficios, podíamos permitirnos esperar. Creo, dentro de nuestra modestia, que el tiempo nos está dando la razón: hemos crecido en audiencia, en la demanda de la publicidad para alojarse en el medio y también hemos fichado a nuevos blogueros de prestigio. Tendremos que mejorar mucho la calidad de nuestra oferta, pero considero que vamos por el buen camino.
3.- Abraham, como sabéis, tuvo dos hijos muy distintos. Como el día y la noche. Pero los dos eran hijos del mismo padre. A nosotros nos sucede otro tanto como hijos de cuartopoder.es. Somos independientes en relación con los anunciantes, los partidos políticos y cualquier otra fuerza social, pero considerados uno a uno y recíprocamente somos tan distintos en nuestras ideas personales y en la forma de escribir y manifestarlas como Ismael lo era de Isaac. No tenemos un programa puesto por escrito, ni un libro de estilo. Pero sí un mínimo común denominador espontáneamente aceptado por todos los redactores: la libertad, la justicia, la igualdad ciudadana ante la Ley, la defensa de la democracia y la lucha por los derechos humanos. La práctica cotidiana de estos valores y la forma antes enunciada de organizarnos son los dos pilares de nuestra oferta a los lectores. Una oferta que cada bloguero traslada al público con su estilo personal. Y que en el futuro pretendemos reforzar incrementando la calidad del producto final con nuevas incorporaciones. Hoy tenemos muchos defectos y sería indecente y estúpido no reconocer que todavía no somos, ni de lejos, lo que queremos ser.
4.- Para finalizar, me gustaría compartir con vosotros una cuestión de demanda. Es cierto que en Internet se ofrece demasiada “basurilla”, mucha rapidez, poca reflexión y un sensacionalismo desolador. La oferta actual de los medios digitales es manifiestamente mejorable. ¿Pero no encaja de forma casi “natural” con la demanda cultural que navega por la Red? Nosotros, como os he dicho, no estamos conformes con el papel que hoy está representando la prensa tradicional, pero la prensa digital tampoco es mejor. Quizás una de las explicaciones (que no justificaciones) de esta falla conjunta haya sido y esté siendo una detección equivocada e irresponsable de la demanda a la que aspiramos satisfacer, de quién queremos que nos lea. Cuartopoder.es no tiene vocación elitista, no desprecia a ningún lector, pero no somos tan ingenuos como para ignorar la pérdida de sustancia lectora en la sociedad frenética, impulsiva y fragmentaria en la que vivimos. Una sociedad sin referencias, con pocos intermediarios entre los hechos que ocurren velozmente y se suceden unos a otros sin orden y relación aparente y los ciudadanos. Los periódicos, como instrumentos analíticos de la realidad, eran una creación diaria del mundo, una propuesta de ordenar jerárquicamente, según su significado e importancia social, las noticias de la vida, intentando cargarlas de sentido. Y aunque frecuentemente se decía lo contrario –“el periódico del día anterior sólo sirve para envolver el bocadillo de la comida”-, los periódicos, sus periodistas, sus colaboradores y sus firmas invitadas construían más o menos inconscientemente la memoria perdurable del lector. Hoy, en medio del griterío, todas esas funciones de los diarios o se han perdido o están moribundas. Cuartopoder.es, dentro de la humildad de ser casi un recién nacido que está empezando a saber cómo se dan los primeros pasos, quiere recuperar, sin pastiches y con una impronta original, el espacio que han abandonado tantos desertores voluntarios del periodismo. Queremos madurar y alcanzar una personalidad firme, definida y reconocible. El tiempo dirá si lo merecemos o somos unos insensatos”.
Felicidades en el primer ano, son muy Buenos profesionales. Gracias, además, por dejarnos comentar en este periódico. Que cumplan muchos mas.
Felicidades y enhorabuena. Lo haceis muy bien. Un periodismo nuevo y cercano al lector, algo que hacía mucha falta.