El FMI, del lado de los especuladores petrolíferos y contra los ciudadanos

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Imagen de archivo de Dominique Strauss-Khan. director del FMI. / Guillaume Paumier (Wikimedia)

Cada vez hay que creer menos en las declaraciones ocasionales, en los informes independientes y en los comentarios casuales de cierta gente. Los mercados llevan mucho tiempo sufriendo una especulación brutal, amparados por una legislación vigente que continúa sin ser reformada a pesar de haber generado la mayor crisis financiera de la historia.

El jueves volvió a ocurrir un episodio de nota: mientras el petróleo sube y atenaza a la comunidad global por culpa, entre otras cosas, de infinidad de contratos derivados no finalistas, sale el inefable Fondo Monetario Internacional (FMI) diciendo que nos vayamos preparando, porque el crudo va a escasear en los próximos meses. Todo, el mismo día en el que llegó la primera subida de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) en 32 meses.

¿El resultado? Un nuevo subidón. Los futuros sobre el Brent se auparon a 125 dólares, (máximo desde 2008) y, por supuesto, para lo que sí que hay que prepararse es para un nuevo tirón de los carburantes. Eso es velar por los intereses de las economías y los más necesitados.

Como mínimo, es una torpeza supina, pero cada día hay que ser más desconfiado, ya que la actual crisis no es otra cosa sino un consecuencia dramática de la corrupción global capilarizada por todas partes. Es muy criticable que un regulador o institución financiera global influya con sus declaraciones en los mercados de capitales, pero si lo hace ya en las materias primas roza lo impresentable.

Que el FMI especule con el suministro futuro no suena sino a cantinela muy manida. Este mismo argumento se ha escuchado en los setenta, en los noventa... En lugar de declaraciones agoreras, el FMI podría haber abogado por una reforma financiera global, que ponga un poco de orden, por ejemplo, en las materias primas, donde la enorme especulación y el entorno de crisis se traducen en una inflación de los bienes de primera necesidad.

Este encarecimiento de precios llega, evidentemente, por las inyecciones de liquidez abordadas por los grandes bancos centrales, que no han sabido aplicar otra solución a la recesión que fabricar dinero. Y lo paga la ciudadanía, que está en manos del cártel petrolífero, la banca de inversión, las agencias de rating, los Gobiernos corruptos e ineficaces... Sólo faltaba el FMI, pero ya ha irrumpido en escena y de qué manera.

3 Comments
  1. Dux says

    VIVA ISLANDIA………DECRECIMIENTO YA

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