Zapatero obedece a rajatabla las instrucciones de Botín

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De izda. a dcha. Juan Rossell (presidente de CEOE), Rubalcaba (vicepresidente primero), Zapatero (presidente del Gobierno), Elena Salgado (vicepresidenta segunda), Alierta (Telefónica) y Botín (Banco de Santander), durante la reunión del Gobierno con los principales dirigentes empresariales, celebrada en La Moncloa el pasado 26 de marzo. / la-moncloa.es

Hace tres semanas, el presidente del Santander, Emilio Botín, le dijo a Zapatero que acabara la legislatura y terminara con la incertidumbre. Algunos, en especial ‘esas tertulias de extrema derecha’, se rasgaron las vestiduras, porque interpretaron que nuestro principal bancario apoyaba públicamente a Zapatero. Nada más lejos de la realidad: Botín le estaba diciendo que menos batallitas internas y más trabajar. La noticia de que no será nuevo candidato y que agotará la legislatura aporta un escenario bastante estable al mundo económico.

Poco importa ya que tenga que abrirse un proceso de primarias y que en el mundo político hay abierto otro de quinielas. El mundo empresarial sabe que Zapatero está ante un momento histórico, en el que culminar alguna que otra reforma impopular, cuyo desgaste iría integramente para él. Podría, así, conseguir esa salida honrosa de la que hablábamos hace poco tiempo.

Resulta hasta divertido escuchar al presidente Zapatero hablar en sede parlamentaria, si se consigue ignorar el drama de los 4,6 millones de parados. Su discurso económico es perfectamente válido; maneja las variables económicas, reconoce la problemática de nuestro sistema financiero, ya no confunde deuda con déficit, y no le duelen prendas en reconocer que todavía falta tiempo para que nuestra economía se recupere.

Hace menos de dos años sólo le apetecía hablar de alianzas de civilizaciones, matrimonios gays y memorias históricas. Le divertía el juego anticlerical, intensificándolo o suavizándolo según conviniera. La economía la dejaba en manos de Solbes, al que se limitaba a pedirle dinero, creyendo que las arcas públicas eran una especie de cuerno de la abundancia que nunca deja de fluir.

Ahora; a la fuerza ahorcan, es otro. Si de verdad ha tomado conciencia de que le toca bailar con la más fea y dejar el paso a savia nueva, será digno de mención su final. Y dejará más de manifiesto que nunca que a la política tienen que llegar personas formadas, con experiencia en la vida empresarial y privada, conocimientos internacionales, etcétera.

Si no, los españoles estaremos pagando el máster, a cuenta de nuestros bolsillos, nuestro mercado laboral y nuestra paciencia. Lo malo es que en el PSOE se vislumbra demasiada bisoñez en la cercanía. Tal vez Rubalcaba sea la mejor opción, aunque sea sólo por aquello de que más sabe el diablo...

Otro día hablamos de la regeneración ideológica que debería abordar la derecha liberal y el compromiso de tiene que adoptar con la corrupción tan capilarizada, que desvirtúa cualquier tipo de principio político.

1 Comment
  1. V6 says

    Obviar que la corrupción Tambien es crónica en el PSOE elimina cualquier credibilidad a esta columna. No nos tome el pelo PP y PSOE son el cancer de este pais.

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