JP Morgan y Goldman dejan claro que no tolerarán un petróleo barato

No podía ser de otra forma. Si el Banco Central Europeo (BCE) logró una ¿casual? rebaja del 15% del precio del petróleo simplemente diciendo que no tenía evidencias de recuperación económica (no hay que ser premio Nobel ni manejar información clasificada para decir eso), los bancos de inversión han reaccionado intentando que vuelva el calentón. Goldman Sachs y JP Morgan al ataque de nuevo.

El crudo estaba en unas cotas tan altas, que en muchos países han colocado el precio de los combustibles en máximos históricos. Entre ellos, España. La causa de que en plena crisis económica y, por tanto, de crecimiento, la principal materia prima energética esté en cotas de recalentamiento se debe a la enorme especulación al alza en derivados (máximos históricos también, por supuesto) y a numerosos y oportunos informes agoreros sobre las existencias futuras de los yacimientos petrolíferos. Ya en los 70 anunciaban que en 2000 se habría acabado para siempre el petróleo.

En un nuevo artículo digno de mención de la agencia Bloomberg (medio de obligada lectura si se quiere estar al corriente de quién y cómo cocinan las cosas en el mundo económico y político), alertan de que Goldman Sachs (ellos, siempre ellos) han lanzado informes avisando que el crudo va a rebotar desde los 99 dólares en que se situó ayer el Brent (hace una semana superaba los 115), asegurando a sus clientes que es una buena oportunidad de inversión.

El pasado viernes, JP Morgan se apresuró a advertir que el precio medio del Brent rondará los 120 dólares en 2011 y 2012 lo que, sin duda, constituiría un auténtico lastre para los países que siguen peleando con la crisis, es decir, casi todos. Entre los motivos, cita la caída de la producción, algo cierto, ya que los países productores también están felices con estos precios estratosféricos y manejan la producción con mano de hierro; totalmente a su antojo.

Por desgracia, estas entidades continúan manejando las opiniones de los mercados con sus informes. No importa que estén investigados por tomar posiciones a su favor y en contra de sus clientes, esto está montado así y si Goldman o JP dicen algo, los inversores le siguen. De lo contrario, corren el riesgo de quedarse fuera.

Hay que ser necesariamente malpensado con estas comunicaciones de los bancos de negocio, ante la elevadísima contratación no finalista sobre las materias primas. De nuevo se pone de manifiesto una de las grandes ineficiencias (por emplear un término correcto) de los mercados: la especulación financiera se ceba sobre las materias primas, haciendo la vida casi imposible a la sociedad.

Los bancos de inversión quieren ganar muchísimo dinero con la cotización del petróleo. Lo ganarán casi seguro, pero mientras están apretando de manera descarnada a la sociedad y comprometiendo seriamente los planes de crecimiento de los países. Otro pequeño detalle: esta crisis la han causado ellos.