El rescate a España e Italia no es posible

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Reunión de Zapatero, ayer, con su equipo económico. De izda. a dcha., Javier Vallés (director de la Oficina Económica), Jáuregui, Salgado, Zapatero, Blanco y José Enrique Serrano (director del gabinete del presidente). / la-moncloa.gob.es

Me la juego. Digo esto, con el riesgo de que alguien me pueda tirar este artículo a la cara en un futuro, ante lo cual bajaré las orejas y callaré. Pero me atrevo a decir que eso es ya inabordable. Por el importe que tendría y porque ya no es de recibo ir rescatando países como quien va remendando suelas de zapatos viejos.

Ayer, la prima de riesgo española tocó un máximo de 408 puntos básicos. El Ibex sumó su cuarta sesión a la baja consecutiva, colocándose a tiro de piedra de perder los 9.000, cota que perdió en muchos momentos del día. El índice está en mínimos de hace más de un año. Otra sesión de pesadilla, aunque finalmente el diferencial se contrajo algo por debajo de los 400.

La cantinela del miedo ha valido para los especuladores, que se han salido con la suya en Grecia y, a medias, en Portugal. Pero España e Italia, cuyas primas de riesgo ya están a la par prácticamente, no pueden ser rescatadas, aunque sólo sea por una cuestión de lógica: ¿se pueden pagar los cargos de la Visa sacando más dinero del cajero? Para cifras pequeñitas y durante uno o dos meses sí. Pero no más. Y eso y no otra cosa es lo que son los famosos rescates: pagar deudas con más deuda. Esto no da ya más de si.

El escenario pinta muy feo y desconcertante, porque ya nadie tiene razones objetivas para este castigo de andanadas, que busca llevar las cosas más allá de lo sostenible. La comunidad especuladora está chequeando la capacidad de aguante de este eje mediterráneo, para ir luego por Francia, Alemania, Reino Unido, EE UU... que no le quepa duda a nadie.

Está en las manos de los gobernantes dar con una solución que desarme a todos estos inversores que buscan ganancias a costa de los desastres de los demás. Es razonable que un gestor de un fondo de pensiones, que sólo busca la preservación del capital de sus partícipes, salga del mercado a toda prisa y opte por la prudencia absoluta.

Pero por cada euro que opera de esta manera ¿cuántos hay buscando una rentabilidad donde sea y como sea? De los cortos a la banca española (apoyados en pertinentes informes y hábiles rumores), a la inflación de las materias primas, pasando por CDO´s o lo que haga falta.

Los especuladores, más que una situación económica crítica indiscutible, lo que huelen es debilidad política por doquier. Empezando por ese Obama que no se ha atrevido a enfrentarse a los bancos de inversión. Convertidos en expertos en manejar y generar volatilidad, los buitres se dedican a buscar nichos donde mover cotizaciones de manera vertiginosa. En este escenario, por supuesto, lo fácil es hacerlo a la baja, de la misma manera que en otros momentos lo era al alza. No están tan lejanos los tiempos de Terra, Astroc y demás etapas de calentamiento irracional e injustificable.

De momento, el Gobierno de Zapatero ha vuelto a hacer un pequeño paripé, anunciando un consejo de ministros para finales de agosto en el que se espera que lleguen nuevas medidas de ajuste. Es cierto que España no debería suscitar demasiado miedo, porque hay tanto de donde recortar que los especuladores deberían evitarnos no sea que en una de estas nos pongamos a ellos. Pero también es verdad que no se están haciendo los deberes.

En Bruselas, de todas formas, tienen claro que no quieren más bromas como la griega. No hay la menor gana de continuar con las bromas del rescate, que salen caras y cuya eficacia es discutible. Entre otras cosas, porque no es de recibo salvar a un país hundido por sus malas prácticas y no imponer, a la vez, un nuevo Gobierno.

Rajoy también compareció sin saber muy bien qué decir. Al igual que Obama en estos días previos. A nuestro país le toca aguantar hasta las elecciones, aunque eso equivale a decir cinco meses. No sabemos qué pasará hasta entonces, pero los mercados prometen no dejar un agosto tranquilo. Ni a España ni a unos EE UU que no sufren menos que nosotros.

1 Comment
  1. FRANCISCO PLAZA PIERI says

    Después de escuchar en radio y televisión y, sobretodo, una vez leídos en la prensa especializada en economía y también en la generalista a infinidad de especialistas en el tema de finanzas que «estamos en manos (¿fauces?) de especuladores, ladrones, sin escrúpulos» y demás epítetos, una vez metido todo ese cieno en las tripas no se ni cómo sigue uno vivo.
    Es más, aquí se dice que España e Italia no pueden ser «rescatadas», pues lo tenemos negro. Sí, nuestro horizonte no tiene la más mínima luz.
    Yo, aquí, en este punto me digo ¿qué piensan hacer estos lumbreras, sí, los que todos los días nos bombardean con cargas de profundidad hacia el Gobierno? Porque es así: las cargas van dirigidas al señor Rodríguez Zapatero pero es claro que a todos los ciudadanos de este país nos afecta lo bueno o malo que suceda.
    De todo esto, lo más llamativo es la sorna con que la oposición se nos dirige a todos. También a mi… o, al menos, me doy por aludido.

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