
Nos habían vendido que el proceso de reordenación de las cajas y su reconversión en bancos iban a introducir definitivamente a estas entidades en la senda del control y la buena práctica y no está siendo así. Ni los órganos de gobierno están dispuestos a cambiar sus antiguas maneras ni los políticos a dejar de mangonear. Ahora, las cajas están presuntamente horrorizadas y pelean que se devuelvan algunas indemnizaciones millonarias de sus anteriores ejecutivos. Pagos que autorizaron ellas mismas y que sólo la presión mediática, fruto de oportunas filtraciones, puede anular.
Si no llega a ser por ese destape, procedente sin duda por parte de los miembros del FROB que están en las propias cajas intervenidas y que han contemplado impotentes cómo se realizaban esas operaciones indecentes con todo firmado y de acuerdo a la ley, los beneficiarios estarían disfrutando de sus prebendas con paz y satisfacción. Por lo menos, ahora hay una enorme presión mediática y popular sobre ellos y han comenzado acciones para la devolución. A buenas horas, claro. Si no llega a saltar el asunto a los medios y a estallar la indignación social, nadie habría hecho nada. Lo firmado, firmado estaría.
Los casos de Novacaixagalicia y la CAM son la prueba palpable. Dos entidades que han tenido que ser rescatadas y el antiguo equipo gestor se iba con los bolsillos llenos, asegurándose de que cobrarán de por vida en algunos casos. Es lo que hay y lo malo es que la ley lo ampara y los consejos de administración de las entidades lo firmaron.
Ahora, llega el paripé de que quieren exigirles la devolución del capital. Incluso se habla de acciones legales, algo absurdo en principio, ya que fueron ellos mismos quienes firmaron eso. Está claro que ahora hay que salvar la cara, aunque la afectada de la CAM ya ha dejado claro que peleará hasta el último céntimo. Otros, con algo más de dignidad (o inteligencia) dicen que devolverán el dinero.
Pero si no llega a ser el FROB, aquí no habría pasado nada. A las propias entidades les interesaba el silencio sobre esto, ya que se trata de un absoluto statu quo. Hoy cobran estos las indemnizaciones, pero mañana podemos cobrar nosotros, así que a blindarse todo el mundo, parecen decirse. Y aquí firma todo el mundo.
Sobre la gobernanza en las entidades fusionadas, continúan llegando noticias de que tal caja está financiando tales o cuales chanchulletes. No se trata de asuntos escandalosos. Ya no hay entidades que financien mega parques temáticos ruinosos, aeropuertos imposibles, ni compran participaciones de empresas Ibex, porque ni tienen liquidez ni financiación. Pero préstamos a amigos y renovaciones de créditos inaceptables están a la orden del día.
¿Y los políticos? Intentando mangonear. El otro día, por ejemplo, un responsable de comunicación de una de estas firmas financieras me reconocía el ataque masivo de un grupo de prensa regional, ya que su caja se integró en una fusión liderada por otras de fuera de su comunidad. Así, la Comunidad Autónoma ordenó a ese medio que le castigara duramente, porque con esa operación la entidad salía de su área de influencia. Y ¿por qué obedeció el grupo mediático? Pues porque sus ingresos dependen en más de un 50% de la Junta de marras. Eso se llama buen gobierno.
Este país necesita entidades financiera sanas. Como contaba un director financiero de una empresa industrial, “en años recientes han sido casas de p… y lo malo es que muchas de ellas continúan siéndolo”. Con semejante panorama, lo mejor es que se sean absorbidas de manera masiva y, sobre todo, que desaparezcan sus consejeros y gestores, que hacen lo que sea para seguir gozando de sus prebendas.
no se pueden denunciar de alguna manera a estos personajes.
los sindicatos no pueden hacerlo oalguna organizacion ,15m por ejemplo?
no se ,es que se dice tanto y tanto y no se hace nada de nada y esta gente tan contenta
Sólo consuela que, con toda la pasta que tienen, sus barrigas acabarán matándolos prematuramente. Pero es un tonto consuelo.