De impostores e impositores

Hace una semana nos enterábamos de que la patronal de banca (Acarl) proponía a los sindicatos la congelación del salario de los trabajadores durante los próximos dos años. La propuesta saltaba a las primeras páginas de los periódicos seguramente porque solo unas horas antes los españoles se desayunaban con la noticia de que los gestores que habían llevado a la ruina a Novacaixagalicia, una de las entidades intervenidas por el Banco de España, se habían afligido unas indemnizaciones que para sí quisieran los cuarenta amigos de Alí Baba.

Todos los que vivimos de una nómina sabemos que son este tipo de disparates -y no el coste del despido o las horas lectivas de los profesores de la Comunidad de Madrid- los que dislocan, envilecen y arruinan el sistema. Todos menos el señor gobernador del Banco de España, que también tiene nómina, pero con más ceros (es curioso que a esto lo llamen demagogia) y que se ha pasado la vida proponiendo la degradación del mercado laboral en vez de ocuparse de lo suyo: el hediondo aroma de abuso y despilfarro que se respiraba en los despachos de las plantas nobles de algunas de nuestras cajas de ahorro.

Así que como el señor gobernador no parecía tener intención alguna de hacer su trabajo, han tenido que ser los sindicatos, concretamente la federación de banca de CCOO, los que se lo han hecho. Según el estudio que acaba de presentar COMFIA, que analiza la evolución de las retribuciones de los consejeros y altos directivos del sector entre 2004 y 2010, la remuneración media de este tipo de personal creció un 48% en las 15 mayores entidades financieras españolas, mientras que el salario del resto del personal lo hizo en un 26% (tampoco es moco de pavo, todo hay que decirlo) y los beneficios en un 27%, esto es, la mitad. Estas diferencias son mayores en las principales cajas de ahorro, donde el beneficio en este mismo periodo se redujo un 7% mientras que el salario de consejeros y alta dirección alcanzó el 47%. ¿Y por qué será que nada de esto me sorprende? ¿Le sorprende a usted?

¿Y a que no saben ustedes en qué entidades los salarios de los directivos crecieron más? Pues claro que sí, en las que fueron gestionadas con tal grado de calamidad que hubo que nacionalizarlas y ampararlas con dinero público. En CatalunyaCaixa, Novacaixagalicia (NCG) y Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), la remuneración media de la cúpula en el periodo analizado creció un 93%, un 68% y un 94%, respectivamente. ¿Sorprendido? Pues claro que no.

El estudio de COMFIA reparte estopa en todas direcciones, como si de un artilugio de riego por aspersión se tratara. Atento. Si los sueldos de los consejeros y la alta dirección del sector financiero en general supusieron el 2,1% de los beneficios en dicho periodo de seis años, en el caso de las 22 cajas que han recibido dinero público del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) o del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), el porcentaje se dispara al 8,9%. En concreto, COMFIA subraya que en Bankia y Banca Cívica, que han recibido ayudas públicas por importe de 4.465 y 977 millones de euros, respectivamente, la cúpula ha aprovechado su conversión de cajas a bancos para multiplicar sus remuneraciones, hasta suponer el porcentaje sobre beneficios más alto de todo el sector, del 1,9% y del 3,7%, en cada caso. ¿Sorprendido? Pues claro que no. Entre otras cosas, porque algo de eso ya escribimos aquí allá por el mes de marzo.

De lo que realmente se sorprende uno es del desparpajo de algunos de nuestros responsables públicos, como el ministro de Trabajo, el bueno de Valeriano, ese que decían que era la alargada sombra de Cándido Méndez en el Consejo de Ministros -el amigo de los sindicatos-, y que ha acabado por convertir el mercado laboral en el páramo de Rulfo. El pasado lunes, el bueno de Valeriano decía que las reformas ya están hechas y que lo que falta ahora es que empiece a fluir el crédito. No debía saber que el crédito ya fluye, aunque no desde las cajas a las empresas o a las familias, sino dentro de las cajas, desde de los sótanos (donde uno se imagina una enorme caja fuerte acorazada) hasta las plantas nobles. Según el estudio de CCOO, la cuantía de préstamos a la cúpula se disparó en las cajas con problemas. Así, del incremento absoluto de préstamos a la cúpula de las entidades por importe de 436 millones de euros registrado en el periodo comprendido entre 2004 y 2010, el 80% correspondió a cuatro cajas de ahorros: NCG (147,5 millones), Caja Duero España (82,4 millones), Catalunyacaixa (64,1 millones) y CAM (62,9 millones). ¿Sorprendido? ¿A que no? Ya ni los niños se sorprenden con estas cosas.