Guindos se cobra la cabeza de Rato para rectificar errores del pasado

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Luis de Guindos abraza a Rato, el pasado 5 de marzo, a su llegada a los Teatros del Canal, en Madrid, para participar en el Encuentro Financiero Internacional Bankia 2012. / Efe

Rato ha dimitido. Luis de Guindos le pidió ayer mismo a Rodrigo Rato que se fuera de Bankia para que el Gobierno pueda seguir reformando sin que le afeen que lo hace a la medida del ex ministro de Economía. Así lo aseguran personas cercanas al propio Rato. Conviene no olvidar, sin embargo, que la entidad tenía una exposición inmobiliaria cuyas minusvalías iban creciendo por momentos.

La cúpula de Bankia tenía un gran malestar con el Gobierno, por la focalización de la crisis en la entidad, convertida de facto en el tumor del sistema financiero. Fuera cierto o no, había coincidencia casi unánime en que se trataba del gran riesgo sistémico español, cuyo rescate era exigido por Bruselas, el FMI y los grandes banqueros españoles. Aunque sigue habiendo voces que dicen por lo bajo que “hay varios tumores, no sólo uno”. Según Santander, todo se ha desatado cuando el auditor se negó a firmar las cuentas del propio BFA.

Lo que es incontestable es que el propio Luis de Guindos, es decir, el Gobierno, presentó en febrero una reforma del sector financiero en la que, con 50.000 millones de euros, se arreglaba todo. Un nuevo Ejecutivo, muy apremiado por los mercados, presentó en ocho semanas una solución universal para la banca, con fecha tope para fusionarse incluida (finales del mes que viene) y aquí paz y después gloria. Pero dos meses después, han tenido que llegar dimisiones dramáticas y nuevas reformas anunciadas por el presidente del Gobierno. Está claro que aquella reforma era de andar por casa. Más bien un caramelo para calmar momentáneamente a los especuladores, pero ninguna solución real.

Bankia situó su core capital en el 10,6% y el Banco de España le dio el visto bueno para seguir en solitario no hace ni un mes, ¡dando por buenos los planes de saneamiento de la entidad! ¿Dónde estaba el problema? Conviene recordar que hace pocos días, Standard & Poor´s rebajó a bono basura a Banco Sabadell y Banca Cívica, pero no a Bankia.

Por cierto, Sabadell está en proceso de absorción de CAM (intervenida) y La Caixa de Cívica. El panorama es complejo, se mire donde se mire. Volviendo a Bankia, su matriz ‘tóxica’ BFA ya estaba por debajo del 'grado de inversión', eso sí. Ahí estaban depositadas todas las cuantiosas inversiones en ladrillo. Es por ello por lo que Rato e Isidro Fainé han sido importantes activistas del ‘banco malo’, ‘banco de suelo’, ‘vehículo inmobiliario’ o como le quieran llamar.

Algunas entidades necesitan que se aparque fuera de balance esos activos. Y parece que el Gobierno lo aprobará este viernes, a pesar de que han jurado por activa y por pasiva que no lo harían. Lo tienen que hacer, pero para ello, Rato tiene que irse, para que no parezca que lo hacen todo por el viejo compañero de partido.

En cualquier caso, Rato ya no está. Atrás queda una trayectoria con la fusión con Bancaja como operación más controvertida. Rato integró in extremis a la quinta caja de ahorros española en Bankia, en un momento en el que la reorganización de la banca en España se abordaba sólo creando grupos grandes, no saneando ni recapitalizando. La doctrina establecía que dos entidades malas sumaban una buena... más o menos. Y el que dijera que eso no era del todo lógico era vilipendiado en plaza pública como el mayor indocumentado.

Así nacieron engendros como Unnim, posteriormente intervenida, que de paso arrastró a otras entidades que podían tener futuro, como Caixa Manresa.

'Goiri', con todo a favor

Dejando todo esto de lado, la llegada de José Ignacio Goirigolzarri a la presidencia de Bankia puede permitir que se aborde el tijeretazo necesario en la entidad. Y la cosa no va por los rumores que apuntaban a la sustitución del consejero delegado, Francisco Verdú. Este ejecutivo fue contratado por un head hunter y tiene un recorrido financiero en la Banca March, donde ha trabajado como bancario.

Los grandes fondos internacionales siempre han protestado precisamente porque los principales ejecutivos de las compañías españolas son personas de confianza (amigos, vamos) de los presidentes, no ejecutivos independientes contratados por su valía. Verdú debería continuar o irse en función de su valía profesional y no otra cosa.

Otra cosa es el vicepresidente, Francisco Pons, una concesión valenciana exigida por el presidente de Bancaja, José Luis Olivas y su entorno. El teórico número dos de Bankia es un empresario del sector alimentario (frutos secos). Goirigolzarri tiene ahora el campo libre para aplicar criterios de buen gobierno y, sobre todo, de lógica. Tiene una oportunidad histórica para limpiar Bankia de componendas, politiqueos y amiguismos. Posee la fortuna hecha gracias a la generosa pensión del BBVA y por fin dispone de la ansiada opción de presidir un banco, cosa que en BBVA no tenía y facilitó su salida.

La caída de Rato debería facilitar que cayera mucha más gente en España. Todavía hay mucho ejecutivo bancario que se aferra al sillón que son los que han impedido que afloren las minusvalías reales de sus entidades. Lo mismo vale para otras compañías del Ibex, cuyos mandamases adentraron a sus empresas en la enorme espiral de deuda que hunde a España. Ahora, sólo aciertan a plantear recortes, EREs, despidos, ertes, etcétera. Por cierto, esto mismo es válido para todos los grandes prebostes de las empresas de información.

Quienes metieron en el cambalache a sus empresas pretenden seguir al frente de las mismas, cuando en muchos de los casos no son ni los principales accionistas.

Goirigolzarri llega limpio de cargas y con el respeto unánime del sector. No tiene por qué recibir llamadas de políticos sugiriéndole cosas ni recordándole asuntos. Debe ser un bisturí certero que extirpe el tumor. Y ojalá pasen cosas parecidas en otras entidades.

@ManuelLTorrents

1 Comment
  1. galdo-fonte says

    Las PYMES, dispuestas.
    Xosemanuel Galdo-Fonte
    Una clase política que después de alcanzar mandato electoral, toma dirección contraria al contenido de sus compeomisos, tan solo se puede definir como un congregado de farsantes, unos charlatanes de feria poco fiables.

    La clase política, ese colectivo de transformistas expertos en pintar cuadros fuera de lienzo, como resultado de ese habitual desvarío, terminan embadurnando el panel de la realidad con la brocha gorda de su ineptitud, para luego, tras poner telón a la chapuza, tener el atrevimiento de arrogarse la autoría creativa de una obra de arte.
    Es indistinto el estilo pictórico , la estética, la técnica o la idea adquirida; pues en este gremio artístico de saltimbanquis políticos, tan escaso valor tiene la plástica de quien contornea un puño con una rosa o quien bosqueja un cielo con gaviota, toda vez que su carencia, no solo se prodiga en sus fondos sino que igualmente se desliza por el perfil de sus formas.

    Pero la versatilidad de estos eruditos de pacotilla, no se para en pinceladas, llegando con su extravagancia enfermiza a convertir el país en el escenario apropiado para dar rienda suelta a la representación de una bufonada descarnada, una sesión continua, donde estos «bien pagaos», intentan camuflar su excedida insuficiencia, repercutiendo la gruesa factura de su mal oficio, sobre unos atónitos espectadores que no logran entender su condición de sujeto pasivo.

    Quienes, no reaccionaron ante los primeros brotes de la crisis admitiendo que su origen derivase en metástasis extensiva, quienes tras cuatro años de diagnostico concluyen que el mejor antídoto es matar al enfermo, es evidente que pueden mantener una alianza de intereses y camaradería con los mercados especulativos, pero no resulta ser el plantel indicado, para afrontar de modo efectivo la reactivación de la economía productiva, que es el único revulsivo a los males que padece el país.

    Una clase política que después de apropiarse del mandato electoral, rompe unilateralmente sus compromisos con las urnas tomando dirección contraria al contenido de su oferta, tan solo se puede definir como un congregado de farsantes, unos charlatanes de feria poco fiables, para quien la democracia, es simplemente el marco apropiado para garantizarse la indecente exclusividad de sus privilegios, mientras bailan la danza macabra que interpretan los mercados.

    Esta clase política por más mensajes subliminales que emitan para satisfacer su egocentrismo, podrán enredarnos con parafernalias bursátiles y rescates bancarios, lograrán desbaratar el país incrementando el esfuerzo fiscal mas allá de la capacidad contributiva de los ciudadanos, alcanzarán el cinismo cercenando las políticas sociales que prometían mantener , sabrán arruinar la estructura productiva del país haciendo lo contrario de lo debido o mantendrán en activo un veto que defendían levantar.

    Lo que no sabrán resolver estos inútiles, será como salir de la crisis, como hacer crecer la economía, como crear empleo, pues dichos objetivos tan solo se logran con la intervención decidida del universo empresarial que mayoritariamente conforman las PYMES.
    Empresas, que urgentemente deben salir en autodefensa a través de sus órganos de representación, con iniciativas de acción directa y medidas de choque, dirigidas, a poner freno al negativo balance que como consecuencia de las inconcebibles medidas políticas, ocasionó cierres encadenados desde el inicio de la crisis en el 2008, cuya cifra absoluta se eleva a 178 500 empresas lo que llevó implícito la destrucción de 2.985.000 puestos de trabajo, cuyo rescate habrá de tomar preferencia sobre cualquier consideración objetiva, al igual que la reactivación de la inversión pública.

    Es innegable presumir, que quienes han sido capaces de llevar a este país a las cotas mas elevadas de su desarrollo, tienen demostrada capacidad para sacarla una vez más del atolladero en el que otros la han sumido.

    Es obligado pues, poner fin a la economía imperfecta, no resulta tolerable por más tiempo, mantener activas las políticas sustentadas en el monopolio de los mercados especulativos. La clase empresarial como único exponente de la economía productiva, tiene el derecho de intervenir y el deber de hacerse oír alto y claro, y desde un papel protagonista, participar activamente en la reconducción del país , haciendo valer su vocación inequívoca, que no es otra, que contribuir, a la creación de una sociedad cada vez más próspera tomando por singladura la potenciación de la empresa privada como el elemento mas importante de la generación de empleo y riqueza

    Los hechos hablan por si solos , por tanto no hay mas que añadir, tan solo concluir afirmando, que este país ha de someterse a un proceso de mutación inversa, pues es evidente que sobran políticos y faltan empresarios.

    http://es.globedia.com/las-pymes-dispuestas

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