Un nuevo chute del BCE evita el desastre, pero la crisis parece ya fuera de control

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De izquierda a derecha, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schaeuble, Luis de Guindos y Mario Draghi durante la última reunión del Eurogrupo. / Olivier Hoslet (Efe)

La deuda española se colocó ayer en el 6,42% y la prima de riesgo superó los 500 puntos básicos. La Bolsa, mientras se desplomaba de nuevo, liderada por Bankia que continúa contando los días desde la nacionalización a golpe de 10% a la baja en su cotización. Mientras tanto, la crisis griega, con su salida del euro cada vez más sobre la mesa, añadía la cuota de dramatismo global que sólo el Banco Central Europeo (BCE) y sus compras en el mercado de bonos pudo paliar. El 10 años consiguió acabar, de esta manera, algo mejor de cómo empezó. El chute de liquidez de Mario Draghi fue como una infiltración a un jugador de fútbol: se le va el dolor y puede jugar el siguiente partido, aunque ni mucho menos se le cura la lesión. Al contrario.

La deuda finalizó en el 6,27%, el diferencial en unos 475 puntos básicos, pero la Bolsa sucumbió. Aunque se mascó el desastre,  quedó claro que el BCE puede sacar cualquier mercado de deuda de la agonía en cuestión de minutos. Eso sí, a lo tonto, España ya está por encima del 6%, lo que complica el horizonte de financiación.

Lo malo no es que el sistema bancario español esté para el arrastre sino la sensación de que esto se ha ido de las manos a todo el mundo. La crisis está descontrolada y ni las autoridades locales ni las europeas ofrecen la sensación de tener el diagnósticos ni mucho menos la solución.

En España, el PP ha abordado un duro plan de reformas, pero la financiera la ha tenido que retocar a los dos meses, cobrándose además la cabeza de un símbolo como Rodrigo Rato. En el plano político, asistimos a un deplorable cruce de acusaciones entre populares y socialistas. Las Comunidades Autónomas tampoco están por la labor de ir en el mismo sentido.

Lo mismo está ocurriendo en Europa, donde los votantes se están revolviendo contra tanta dosis de austeridad. Ha ocurrido en Francia y empieza a pasar en Alemania. Grecia, directamente, es una merienda de negros.

Hoja de ruta

¿Y ahora qué? ¿Qué hacemos, hacia dónde vamos? Hasta el ministro De Guindos ha dicho que el Gobierno ya ha hecho lo que tiene que hacer, lo que equivale a decir que, si las cosas no mejoran, ya veremos de quién será la culpa, porque de ellos no. O Europa y el BCE ponen orden o que salte esto por donde tenga que saltar. Impotencia total. Parece que lo estén deseando incluso.

Si a alguien le interesa mi opinión (que cada día tengo menos clara, porque esta crisis ya no hay por donde agarrarla), creo que lo que tiene que pasar es una gran cumbre para refundar el euro. Que dure el tiempo que tenga que durar. Basta ya de fines de semana agónicos. Hay que diseñar una hoja de ruta para los próximos 15 años. Alemania deberá dejar de imponer su ortodoxia estrangulante y deberán fijarse nuevos criterios, nuevos retos y una nueva forma de gobernanza en la que, seguramente, cada país deberá ceder algo de soberanía. Mientras, el BCE tendrá que garantizar la calma en los mercados durante ese tiempo, porque lo no puede ser es lo que le ocurre al Gobierno ahora, que anuncia reformas los viernes en el consejos de ministros y el lunes la prima de riesgo sube 40 puntos. Así no hay quien gobierne.

2 Comments
  1. felipe segovia says

    la solución es la unificación fiscar y la compra de bonos por el banco central Europeo al 1 % a 5 años como le presta el dinero a los bancos, por que a los bancos si y a los estado no.

    con los estados saneados la emisión de euro bonos par financial el crecimiento europeo y no solo el de Alemania

  2. zwg says

    Nunca huelga el hecho de que es necesario recordarlo, y por ello es de agradecer artículos y comentarios como el anterior. Esto lo sabemos las personas de bien, (quisiera que no me malinterpretasen), La cuestión es a ver cómo se lo metemos en la cabezota dura a la Merkel (a sus jefes,quiero decir). ¿Y cuando el castillo de naipes, se le empiece a venir abajo, a la Merkel, qué hará…? ¿O es qué al resto de UE, no le vende ni un tornillo, ( lo dudo)?

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