La responsabilidad del señor gobernador

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El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ayer, en el Senado. / Chema Moya (Efe)

No sé por qué, pero cuando escucho a un responsable público decir que hace o deja de hacer esto o aquello por responsabilidad siento como un crujío un poco más abajo del coxis que suele anunciar que alguien está intentando hora-dar, de nuevo, una determinada zona de mi cuerpo, concretamente, esa zona. El fenómeno se repite cíclicamente, pero, eso sí, va adaptando su fraseología al paso del tiempo: patriotismo, razón de Estado, interés general, responsabilidad... Estas son las expresiones que utilizan los listos cuando deciden que no van a contar lo que pasa a los tontos, sencillamente, porque los tontos somos demasiado estúpidos para entenderlo.

Lo dijeron, por ejemplo, para no tener que contarnos lo de la guerra sucia de los GAL y lo volvieron a decir cuando nos escamotearon el referéndum sobre la consagración constitucional del equilibrio presupuestario. Nos tomas por gilipollas, y quizás lo somos, porque, de hecho, ratificamos en las urnas ese tipo de actitudes cada vez que se convocan elecciones.

Ahora no quieren contarnos qué ha pasado con el asunto de Bankia y dicen que lo hacen por responsabilidad, porque no es el momento. Lo dramático es que lo dicen abiertamente, sin cortarse un pelo, y, sin embargo, los contenedores de basura esperan plácidos, una noche más, la bulliciosa recogida que cada nueva madrugada interpretan esos privilegiados operarios municipales que conservan su empleo mejor que su nómina. (Ver poema 3, que no existe).

Y por si fuera poco, en esta ocasión no es sólo el Gobierno quien nos oculta -por nuestro bien, claro está,- la chapuza de Bankia, sino que, esta vez, Mariano cuenta con la complacencia de los socialistas -a los que ha habido que arrancarles la petición de una comisión de investigación parlamentaria hasta última hora- y con la del gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que dijo ayer en el Senado -ignorando la naturaleza inflamable de un contenedor de basura, supongo- que podría convocar hoy mismo una rueda de prensa y contarlo todo, pero que no lo hace por responsabilidad y porque no le sale de las ¿bolas? Impresionante el manejo de la libertad de conciencia que tienen algunos gobernadores, aunque los patrocine Prisa.

El problema del señor Fernández Ordóñez es que lleva ocho años dándonos su opinión sobre cosas cuya opinión no nos interesa para nada, como el mercado laboral, cuya reforma, una vez perpetrada y absolutamente fracasada, ha dejado de constituir, curiosamente, el tronco de su discurso. El señor gobernador lleva ocho años abrasándonos con la reforma laboral y pasando de puntillas por el fango financiero, que le ha estado empapando de mierda la pernera de los pantalones, y más arriba aún.

La actitud del regulador en la crisis financiera ha sido absolutamente deplorable, y no porque lo diga el PP, porque la actitud de Jaime Caruana en ese mismo puesto durante seis años (2000-2006) fue igual de estéril y lamentable en lo que se refiere al control de la orgía ladrillofinanciera impulsada por Rodrigo Rato, un tipo que destroza todo lo que toca, incluido el Fondo Monetario Internacional. Un auténtico cenizo, vamos. Y todo esto, lo de no contarnos las cosas, se supone que lo hacen por nuestro bien. Un día de estos, los contenedores de basura tendrán que echarse a temblar... o a llorar.

2 Comments
  1. Maíllo El Malo (el verdadero Maíllo El Malo, no el baboso de Bankia) says

    Estos HP se han comido todas las albóndigas

  2. Cesar says

    Puedo decir que he leeddo 2 de Carlos Cuauhte9moc y 1 de Coelho para que no me digan y no me cuenten. Obviamente los deecshe9, ased como la biblia (que tambie9n ya leed). Sigo esperando que regrese el mil chistes, hablando de buena literatura.

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