Los 62.000 millones de la banca, una anécdota con aroma de ‘biscotto’

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Ayer volvió a tener lugar una sesión esperpéntica, de esas en las que todo iba bien hasta que hablaron los políticos. Ha habido tantas ya... Se conoció el resultado final de las consultoras Oliver Wyman y Roland Berger y, según ellas, las necesidades de recapitalización de la banca son 62.000 millones de euros, en el peor de los casos. Un pedazo de cifra, pero en términos relativos no tanto: alrededor del 6% del PIB español. Tampoco debería ser para morirse la cosa.

Ahora que estamos en la Eurocopa y después de la acusación de pasteleo entre España y Croacia, totalmente infundadas, también parece en este caso que hay algo de ‘biscotto’. ¿Estos eran los auditores malos-malísimos que iban a conmocionar al mundo con unas cifras apocalípticas? El FMI manejaba 100.000 millones y hace pocos días, el Gobierno hubiera firmado 70.000.

Lo que ha pasado para que aflore esta cifra perfectamente razonable tardará en saberse. De momento, por la mañana, lo irrefutable era que la deuda mejoraba ostensiblemente, gracias al anuncio de EE UU de la reanudación del programa de recompra de bonos, conocido como operación twist y que en cuanto Luis de Guindos llegó a Bruselas y comenzó a hablar, la cosa se estropeó.

El ministro de Economía y Competitividad sorprendió diciendo que lo importante eran las cifras de Oliver y Berger (conocidos en el argot bancario como Oliver y Benji), y que la solicitud formal de rescate “ya se presentará en los próximos días”. Esto lo decía un 21 de junio, después de haber anunciado el rescate el pasado 9 de junio.

Con lo bien que iba la jornada... Nuestro bono a 10 años bajaba desde el 6,75% hasta el 6,45%... pero en cuanto se acercó la hora de los acontecimientos (palabras de Guindos, auditoras...) se oscureció el día. La bolsa cerró a la baja incluso y la deuda en el 6,60%.

Evidentemente, las presiones que debe estar sufriendo España y concretamente el ministro de lo económico deben ser tremendas para asumir estos papelones. Los alemanes están obligando a reconocer las miserias a España, y no van a permitir que llegue un cómodo rescate y el país pueda seguir funcionando.

Resulta penoso que baje la prima de riesgo en cuanto EEUU dice que va a maniobrar para intervenir en el mercado de deuda conforme sus intereses (eso es la operación twist: traspasará bonos de corto plazo a largo, para relajar los tipos más cortos e incentivar el consumo) y en la Eurozona no sea posible escuchar algo que favorezca a España o al menos relaje las tensiones generalizadas.

La publicación de las cifras de las auditoras parece precocinada claramente por el Gobierno. Que ahora haya que esperar al Eurogrupo para solicitar formalmente el rescate tiene toda la pinta de que las altas esferas de la Eurozona, es decir, la señora Merkel, no se tragan el informe y quieren aprovechar estos días para apretar de lo lindo.

Esperemos que de esa reunión de líderes surja un plan definitivo para que los países periféricos puedan salir adelante. De momento, las cifras de Oliver y Berger parecen destinadas a ser una anécdota más, que habrá costado a los contribuyentes dos millones de euros.

Conviene recordar, además, que las intervenciones europeas a los países no se han saldado con nada positivo para la sociedad. Grecia tiene la deuda al 30% y una auténtica ensalada política interna; mientras Irlanda y Portugal también tienen cerrado el acceso a los mercados. ¿Han servido de algo? Habrá que ver si las duras reformas que exige la canciller se traducen en algo positivo.

De momento, Obama le echó una mano ayer a España. Merkel sigue echándonosla al cuello. Por favor, que den con una solución ya o nos van a dar un veranito inolvidable.

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