Los ladrones no creen en la democracia pero son gente honrada

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Rajoy, el pasado miércoles, día 11, poco antes de que se iniciara el pleno del Congreso en el que anunció el recorte de 65.000 millones de euros. / la-moncloa.gob.es

Siento decirlo, pero Rajoy nos trata como putas por rastrojo. Nos magrea todo lo que puede y encima tenemos que pagar la cama. El último miércoles compareció el presidente en el Congreso para hablar de ajustes, aunque les dijo a los diputados –los representantes de la soberanía popular– exclusivamente lo que le dio la gana. El viernes siguiente, después de la reunión del Consejo de Ministros, la vicepresidenta y los dos ministros económicos hicieron más de lo mismo en sus explicaciones a la prensa: muchas caritas de pena, mucha compunción, pero ni una sola cifra desglosada o una partida detallada del aluvión de ajustes, del lado de los ingresos tributarios y también de la austeridad de los gastos del Estado, que nos han echado sobre las espaldas. Únicamente una cantidad global –65.000 millones de euros durante los próximos dos años y medio– que, además de su opaca monstruosidad, tampoco era cierta 48 horas más tarde.

Rajoy, sus ministros y la mayoría parlamentaria que aprueba sin rechistar sus decisiones son demócratas de boquilla. En el mejor de los casos, porque otras boquitas no se conforman con ser convidados de piedra y aportan al debate el magnífico argumento de “que se jodan”. Lo hemos entendido, eso es pagar impuestos. Pero no hay impuestos sin representación. En España el pueblo soberano paga los tributos que se le imponen y soporta las retiradas del gasto que se le quita para su bien, sin apenas recibir una explicación razonable del destino final de ese dinero y mucho menos una alegación creíble de los beneficios futuros de tanto esfuerzo. La sociedad española ha perdido su libertad y su facultad de autodeterminación por el endoso firmado por sus magistrados políticos a favor de otras instancias, como la Unión Europea (o las grandes naciones que manejan los hilos de la marioneta de Bruselas) y el Fondo Monetario Internacional. Pero el pueblo español también ha sido secuestrado por el silencio de su Gobierno. El Gobierno de Mariano Rajoy sólo habla, en inglés, a los inversores y medios de comunicación extranjeros. Han sido ellos, y no los ciudadanos españoles, quienes han recibido con algo de detalle el plan de ajustes a través de la web www.thespanisheconomy.com.

Les voy a contar una anécdota. El Tribunal Económico-Administrativo Central (Resolución de 26 de marzo de 2012) acaba de archivar un recurso interpuesto por una vecina de Sabadell (Barcelona) contra una providencia de apremio. El motivo de la inadmisión del recurso y de su archivo es tan legítimo como peregrino: el recurso había sido escrito en lengua catalana y se requirió a la interesada para que lo redactara en castellano, negándose a hacerlo. Las consecuencias de esta conducta han sido las previsibles según la Ley: la señora de Sabadell ha perdido 1.449,52 euros que llevaba en el bolso y ha sufrido ese perjuicio económico por echarle un pulso al Imperio de la Ley y a sus instancias coactivas. Era libre para jugar con su dinero y sus decisiones. Algo que en todo caso merece un respeto. Rajoy, por el contrario, nos ha quitado más de 56.000 millones de euros (sólo en la última tacada de sus ajustes), con malos modos parlamentarios, sin argumentos plausibles, aunque es cierto que con un elegante acento de Oxford. También, según dice, por nuestro bien. Los ladrones son gente honrada.

3 Comments
  1. Sh0e says

    ¿Cómo que «nos ha quitado más de 56.000 millones de euros»? Mire que soy de los que piensa que vivíamos mejor contra Zapatero que ahora con Mariano, pero a menos que esas decenas de millones resulte que fueran suyas, ahí patina por la pendiente, tan habitual en estos tiempos por otra parte, de la demagogia. No se puede gastar lo que no se tiene, como no se puede reclamar propiedad sobre lo que no se posee.

  2. fer says

    esta pagina muy……..

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