Y llegó el día en que España descubrió que bajando salarios no exportaba más

(Actualización de las 14:10 horas con el dato de las exportaciones de mayo hecho público hoy por el Ministerio de Economía)

España está cavando un pozo. La oscuridad creciente indica que quizás la luz está más cerca si se da la vuelta que si se mantiene el empeño de seguir perforando, pero erre que erre, ahí siguen los gobernantes. Y eso que, señores, este país se está parando. No solo porque lo digan las previsiones mutantes del Fondo Monetario Internacional (FMI), que ayer auguraron un nuevo año de contracción de la economía española en 2013 (-0,6% sobre una caída prevista del PIB del 1,5% en 2012). Cada nuevo dato sobre previsiones futuras confirma que se van agotando las posibilidades de que este país crezca. El Instituto Nacional de Estadística dio a conocer ayer la entrada de pedidos de la industria en el mes de mayo, es decir, el futuro del 18% del PIB español. La previsión para los próximos meses de ventas, que es al fin y al cabo lo que anticipa el dato de pedidos, es una caída del 3,7% respecto al mismo periodo de 2011, dato que se hunde un 4,6% si se elimina el efecto del calendario. Esto ocurre en un país, España, que está matando su consumo interno tanto público (con los ajustes constantes del gasto) como privado (con subidas de IVA y desempleo) y ha empeñado su salida del pozo a crecer exportando.

El detalle de dónde se produce la principal caída de pedidos industriales no es más tranquilizador. Los sectores que más sufren son precisamente dos en los que ha reposado el crecimiento de las exportaciones, como son los bienes intermedios, con una caída en los pedidos del 7,2% en mayo y los bienes de equipo, que caen un 7,3%.

Va a ser duro despertarse a la realidad de que, en una Europa basada en la austeridad, (teniendo en cuenta que el 64,2% de las exportaciones de mercancías españolas tienen por destino la Unión Europea y el 51,3% la zona del euro), no hay quien crezca desde fuera si no hay quien compre. Queda empeñar el crecimiento a estar rodeado de mar por todas partes menos por una llamada istmo, tur-istmo. ¿Han oído algo sobre una nueva ley de costas?

De las exportaciones de mercancías ya llegó un susto con el último dato hecho público por el Ministerio de Economía, el de abril, que parece prolongarse según la caída de cifras de negocio y de pedidos de la industria de mayo dada ahora a conocer por el INE. Pese a haber sostenido el leve crecimiento de la economía en 2011, las exportaciones españolas rompieron en abril la tendencia al alza y cayeron un 0,8%, y a pesar del repunte de mayo las previsiones señalan que no se sostendrá la tendencia. El sector del automóvil, el segundo que más pesa después de los bienes de equipo en ventas al exterior, se caía un 6% en abril y otro 14,5% en mayo. La diferencia con las importaciones arrojó un buen número precisamente porque la demanda interna está hundida y las compras de mercancías del exterior se contrajo un 3,5% respecto al mismo mes de 2011.

Dicen los que defienden la teoría de la devaluación interna que, como España no puede devaluar la moneda para salir de la crisis como en tiempos de la peseta, hay que lograr el mismo efecto de reducción de precios de cara al exterior con reducción de salarios. Pero con las exportaciones en entredicho, si hay menos dinero en el bolsillo no hay que pensar mucho para saber que se verá afectado negativamente el consumo privado interno, con mucho más peso en el PIB. No parece que ese sea el enfoque del gusto de Bruselas ni del Ejecutivo del Partido Popular. Si el gasto público se contrae drásticamente, tampoco será lo que tire de la economía. Así es difícil confiar en España.

El mundo descarrila en España 

Estos son los mimbres. Y sin contar el nuevo tijeretazo al gasto público anunciado la pasada semana (65.000 millones en dos años de los que faltan por concretar 9.000 millones) y lo que puede afectar al consumo la subida del IVA, el FMI ya dijo ayer que la economía española no crecerá en 2013 como había previsto en abril, sino que se contraerá otro 0,6% respecto a la contracción de este año.

El déficit no se va a cumplir, asegura el FMI, que espera que se cierre 2012 con una diferencia entre el gasto público y los ingresos del 7% frente al 6,3% que figura en los nuevos objetivos de Bruselas. Y si no se cumple, los mercados castigarán al país.

Y si en algún momento el castigo significa que dejan de acudir a las subastas del Tesoro Público (que celebra hoy venta de letras y de bonos el jueves) “podría descarrilar la recuperación económica mundial”, pronosticó ayer el economista jefe del FMI, Olivier Blanchard.

El egoísmo alemán

Hay opciones para arreglar el desastre que también desgranó ayer el FMI y todas pasan por Alemania. El organismo que preside Christine Lagarde ha vuelto a pedir que tiren del carro aquellos países que tienen margen en su déficit para hacerlo. Se prevé que Alemania termine este año con un déficit del 0,7% y 2013, en el 0,4%. Con el límite en el 3% y Europa hundiéndose de nuevo en la recesión no parece que sea muy defensora del euro esa postura de austeridad férrea.

El FMI pide también que actúe a otra institución con sede en Alemania, el Banco Central Europeo, que debería activar la compra de bonos de países de la periferia para relajar la tensión actual, lanzar nuevas subastas a largo plazo como las dos a tres años que pusieron un billón de euros en manos de la banca y lanzar algún tipo de helicóptero de dinero sobre los países con dificultades para financiarse.