Datos para ahuyentar la mayor austeridad

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El ministro de Economía, Luis de Guindos, el pasado sábado, en una rueda de prensa en la sede del PP. / J. Martín (Efe)

Al final Alemania reconoce que la economía española tiene fundamentos suficientes como para evitar comprometerse a mayores ajustes e incluso a solicitar el rescate. Le bastará si el Gobierno cumple las reformas ya anunciadas y convence con ellas a Bruselas de que mantendrá el calendario de déficit público acordado con la Comisión, tras los casi 120.000 millones de euros de ajustes en gasto público, inversión y subvenciones acumulados en julio para este año y los dos próximos. El de este año parece asegurado por debajo del 6,4% del PIB, según los últimos datos del Tesoro. Los Presupuestos del Estado para el año 2013 serán este jueves y viernes la prueba para convencer también a Bruselas de que no necesitará pedir formalmente el rescate. Si lo tuviera que hacer, las condiciones se limitarían a fijar un calendario preciso de las recomendaciones macroeconómicas de la Comisión.

Ahora que la prensa de mayor difusión ha informado de que el lobby bancario mundial  y luego las tres primeras entidades españolas urgen el rescate de España, el Gobierno exhibe datos sobre los fundamentales de la economía diciendo que no lo necesita y Alemania se lo reconoce. Pero de momento Bruselas también le aconseja que lo pida, a la espera de los próximos avances de resultados del 2012 y de los Presupuestos para el 2013. Sin embargo, Luis de Guindos quiere curarse en salud y poder recibir en cualquier momento la ayuda del Banco Central Europeo (BCE) y del nuevo fondo de rescate, a través de las respectivas compras de deuda a través de los bancos y en su caso en el momento de las emisiones: "tener el mecanismo del rescate engrasado y preparado, con los temas pactados con todos los socios europeos y la bendición del BCE incluida, por si fuera necesario realizar la petición formal, pero sin pedirlo explícitamente mientras las circunstancias no lo exijan", según La Vanguardia.

Ese por si acaso implica las negociaciones ya emprendidas por el Eurogrupo para aumentar los recursos del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el nuevo fondo de rescate, ahora con un capital de 500.000 millones de euros (cerca del 12% español)  y que se intenta pueda llegar a endeudarse hasta dos billones de euros, según adelantó ayer el semanario alemán Der Spiegel vinculando la ampliación al rescate de España, Italia o incluso Francia.  Aunque el Ministerio de Finanzas alemán precisó que "cualquier referencia a cifras precisas es una abstracción", desde hace más de un año se baraja poder superar el billón de euros para afrontar cualquier contingencia sin tanto riesgo en capital de cada país y, de paso, sin necesidad de que cada rescate dependa de las decisiones parlamentarias de los demás miembros. Alemania sigue en su política de limitar el riesgo nacional a corto plazo; de ahí que desde hace varios meses prefiera evitar en países grandes operaciones tan desastrosas como las de Grecia, Portugal e incluso Irlanda, que han frenado la economía europea y ayudado a limitar el próximo crecimiento al 3% - 3,5% del PIB mundial y con "riesgos a la baja", como anunciaron ayer el FMI y el G-20.

A la espera pues de los Presupuestos para el 2013, que para cumplir los calendarios de déficit ya pactados con los ajustes de casi 120.000 millones de euros hasta el 2014 anunciados en julio podrían limitar la actualización de las pensiones al 1% (con la consiguiente pérdida de poder adquisitivo), la buena noticia es que los últimos datos sobre la marcha de la economía española ahuyentan la necesidad de endurecer aquel plan de recortes. La síntesis de reformas acometidas y programas para este segundo semestre han sido expuestas por el Tesoro en las páginas 2 y 3 de una presentación  que le permitió la pasada semana superar las expectativas y colocar 4.500 millones de deuda con una demanda que rebasó en 2,8 veces la oferta. Era la primera cita desde que el BCE abriera la posibilidad de compra de deuda soberana de los países que se sometieran a estrictas condiciones, aunque la prima de riesgo ha subido algo después de bajar cerca de 200 puntos, como se pretendía con la confirmación del anuncio de Mario Dragui.

Entre esas reformas, además de las ya aprobadas, se incluyen la racionalización y sostenibilidad de las administraciones locales y de la Seguridad Social, así como una ley de acción exterior y otras de unidad de mercado y seguridad jurídica, mejora de la cadena alimentaria, liberalización de servicios y de la competencia, transportes (carretera, ferrocarril y aéreo ) y otras actuaciones en los mercados de alquileres y el sector energético, adicionales a los recientes impuestos a la producción de electricidad para frenar el llamado déficit de tarifa eléctrica y que harán subir la luz y el gas al menos otro 8% el año próximo. La última de esas reformas afectará al crecimiento potencial de la economía en mayor medida que lo hacen las reformas educativas, pues se basa en demasiados objetivos simultáneos como para ser la más importante de las siete ya aplicadas en democracia: reducir el coste de la enseñanza, aumentar su calidad y los contenidos, frenar la dispersión autonómica devolviendo el control al Estado, atenuar las mayores tasas de fracaso escolar de los países desarrollados, y volver a contenidos y prácticas conservadoras, como los conciertos con centros de educación diferenciada por sexos.

Datos y pronósticos menos pesimistas

En la misma presentación del Tesoro, tras la cual los datos esperados para capitalizar la banca con ayudas públicas quedan en poco más de 50.000 millones de euros a pesar de que casi la mitad son para Bankia, se ofrecen otros datos y previsiones que ayudarán a tranquilizar a los mercados sobre una realidad hasta ahora casi oculta por la especulación y la sensación o el oportunismo, como si por fin el Gobierno empezara a superar los problemas de comunicación con ellos de los últimos seis meses:

- El cuadro macroeconómico va a ser poco retocado a peor con los Presupuestos para el 2013 en el próximo Consejo de Ministros de esta semana: como mucho la economía se contraerá este año entre el 1,5%  y el 1,7%.

- Los pronósticos para el 2013 pueden ser menos negativos de lo que se esperaba si se  mantienen las necesidades de financiación totales españolas de una caída del -3,5% al -1,5% del PIB, según los analistas consultados al margen, así como si se avanza en la gran consolidación fiscal hasta el 2014 que casi anula el déficit público primario (sin intereses de la deuda)

- Las últimas previsiones de déficit público para este año son 5,59% del PIB sin las autonomías y 0,77% de estas (págs. 9 y 10  de la presentación del Tesoro). Por tanto, desmienten las previsiones de incumplimiento de los objetivos formuladas por el último Consejo Europeo.

- Las transferencias estatales al Fondo de Liquidez Autonómica para ayudar a las comunidades autónomas a devolver sus deudas públicas que vencen este año quedarán en solo 4.000 millones, tras los 6.000 obtenidos de loterías y los 8.000 de la banca (pág. 14).

- La suma positiva en el PIB por  la operación de pago de facturas atrasadas por ayuntamientos y regiones será entre el  0.8% y el 0.5% (pág. 17).

- Los costes laborales unitarios se comportan desde el año 2009 mejor que los del Reino Unido, Francia, Italia e incluso Alemania. No solo por el impacto depresivo en los agrícolas y los de la construcción, sino también por los industriales e incluso los del sector de servicios (pág. 27).

- El déficit comercial de mercancías y servicios (principal determinante de la necesidad estructural de importar capitales) desaparece ya este mismo año en términos anuales. Esto no ocurría en décadas, tras llegar al 6% del PIB en el 2007 y competir en ello y en la consiguiente importación de capitales nada menos que con los EEUU (pág. 28).

- Hasta el 31 de agosto el Tesoro ya había conseguido financiar  62.400 de los 86.000 millones de la emisión bruta a medio y largo plazo esperada para todo el año (pág. 31). Por tanto, los 31.000 millones que vencerán en octubre parecen cosa cantada ante todos estos indicadores.

- La reducción de inversiones de no residentes está siendo en parte compensada con  aumento de la participación nacional (pág. 32). En consecuencia, no parece descabellado el análisis publicado por el BBVA negando salidas masivas de depósitos, frente al alarmismo creado desde algunos importantes think tanks sobre los supuestos riesgos del sistema de pagos en la Eurozona Target2. Por cierto, el BCE acaba de publicar la evolución de estos pagos en su boletín de septiembre, aunque no detalla los de cada país.

- La carga media total de la deuda, incluidos sus costes de aseguramiento, apenas ha crecido pese a las elevaciones de la prima hasta 31 de julio. Puede así terminar el año en el 4,12% (pág. 33), nivel soportable pese a superar al PIB nominal,  que según mis dos últimos artículos debe ser el indicador de sostenibilidad marcados a la misma por el  déficit público y el exterior.

- Los rembolsos de la deuda pública española están teniendo liquidez y son comparativamente muy inferiores a los de Italia, Bélgica y Francia, e incluso no superan mucho a los alemanes (pág. 33)

En fin, que a la vista de los  datos se aleja la necesidad de dar nuevas vueltas de tuerca a las medidas de  ajustes y austeridad. Dan ganas de pedir dinero y volver a endeudarse cuando los bancos den créditos para invertir en España, incluso si al final obligan a Rajoy a solicitar el rescate completo.

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