CCOO, UGT y el resto de las 150 organizaciones que forman parte de la Cumbre Social convocarán para el mes de noviembre una huelga general que, además de general, pretende ser cívica y social. La convocatoria, que podría coincidir –o no- con la lanzada por la CGTP portuguesa para el próximo 14 de noviembre, pretende involucrar no solo al sector público y al de la producción y la distribución, sino al conjunto social, a la mayoría silenciosa de la que habla Mariano Rajoy.
Los convocantes quieren involucrar en la protesta, por ejemplo, a los más de 4,7 millones de desempleados -que no tienen derecho a la huelga porque no tienen trabajo- a los trabajadores autónomos –para que bajen ellos mismos las persianas-, a los pensionistas, a todos los damnificados por la política de ajustes y recortes del gobierno popular. No comprar, no usar el teléfono, abandonar por unas horas la red, que baje el consumo eléctrico y no solo en las empresas, sino también en los hogares, esto es, una contestación indiscutible, una respuesta que achique el margen de maniobra del Ministerio del Interior en los telediarios.
La convocatoria tendrá que producirse antes de que se aprueben (a finales de diciembre) los Presupuestos para 2013, unos presupuestos que, según los sindicatos, la CEOE, y hasta el propio Gobierno, nos conducirán, irremediablemente, a los cinco millones de parados. El buen camino.
Las 150 organizaciones que forman parte de la Cumbre Social han convocado para mañana domingo más de 60 manifestaciones en otras tantas ciudades con el lema Hay que impedirlo, movilízate, que pretenden sea una nueva demostración del hartazgo social frente a las políticas del Gobierno para afrontar la crisis. Como diría el castizo, el riesgo ya no viene solo de la prima.
Además, el Comité Confederal de CGT, que se reunió ayer en Madrid, convocó una huelga general para el próximo 31 de octubre, así como un calendario de movilizaciones que incluye, hasta esa fecha, huelgas, movilizaciones y asambleas.
Estoy harto de las tibiezas de los sindicatos mayoritarios (es pecie de sindicatos-funcionarios): Con sus huelgas de pacotilla solo nos hacemos daño (en el bolsillo) los trabajadores. HACE FALTA UNA HUELGA POLITICA, INDEFINIDA Y CON LA CLARA FINALIDAD DE TUMBAR AL GOBIERNO. Lo demás son las sandeces de siempre.
A ellos le lavan la cara y al gobierno se la «pela» y además hasta se ahorran unas pelas.