El milagro español

1.- Pese a los lloricas de siempre, España va bien y no necesita ser rescatada. Al contrario, es ella la que puede rescatar a los demás. En todos los sentidos y muy principalmente en los países deficitarios de una cultura política moderna. Gracias a esta resolución de la Secretaría de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, podemos evangelizar de nuevo a los países pobres y emergentes exportando a su territorio y sin coste alguno (para ellos) nuestro modelo de democracia representativa. En esta impresionante labor de apostolado político destacan sobremanera las fundaciones y asociaciones dependientes de los partidos españoles, que, como todos sabemos, son un ejemplo para la juventud en su lucha incansable contra la corrupción política y los obstáculos a la transparencia de los gestores públicos. La citada Secretaría de Estado acaba de ofertar las pertinentes subvenciones (900.000 eurillos con cargo a los Presupuestos de 2012) a favor de la acción humanitaria que desarrollan las fundaciones de los grandes partidos estatales. Concretamente “para la ejecución de actividades relacionadas con la promoción de la democracia y la consolidación de los sistemas de partidos”. Deprisa, deprisa, es la consigna: las actividades subvencionadas deben realizarse antes del 31 de diciembre de 2012 y el procedimiento de concesión de las subvenciones está sujeto a numerosos plazos y trámites legales. Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Y hay un tercer bueno: las fundaciones concesionarias recibirán “un solo pago anticipado sin exigencia de garantía”, que, además, será compatible con otras ayudas gratuitas entregadas con la misma finalidad. Yo, de mayor, quiero ser una fundación y tener muchos amigos emergentes a los que poder ayudar.

2.- España es tierra fértil en champiñones y aristócratas (aunque la mayoría no tenga título). Vean, si no, esta Orden del Ministerio del Interior, que, a instancias de la Audiencia Nacional, declara de utilidad pública a la Real Asociación de Hidalgos de España. Como decía Unamuno, ¡que emprendan ellos!

3.- España no tiene que recibir lecciones, ni de Francia ni de nadie, en asuntos relativos a la separación de la Iglesia Católica y el Estado. España es un Estado laico y por eso el Gobierno de Mariano Rajoy, el pasado 27 de septiembre, ha concedido la Gran Cruz de la Orden del Mérito de la Guardia Civil a su Patrona, la Virgen del Pilar. Enhorabuena a la galardonada, y cuidado con los riesgos de pinchazo al abrocharle la insignia, que la Virgen no es de piedra.

4.- ¿Se ha convertido España en un circo? No, pero sí: el ministro Wert también ha aportado su granito de arena subvencionando con tres mil euritos al Circo Piraña Show y a otras doce empresas del sector (igualmente con tres mil a cada una) para que su población itinerante en edad escolar pueda instruirse durante el curso 2012-2013. Instruir deleitando, que somos un país de ilustrados.

5.- La dictadura de Franco compraba la paz social subvencionando el pan con precios políticos. Luego llegaron las boutiques del pan, aumentó el nivel de vida y las subvenciones se transfirieron al pan del alma que es la cultura oficial. Veo en el BOE del 10 de octubre que el Secretario de Estado de Cultura, don José María Lassalle, ha convocado -en línea con el punto 1 anterior- subvenciones a fundaciones y asociaciones con dependencia orgánica de partidos políticos con representación en las Cortes Generales "para actividades de estudio del pensamiento político, social y cultural". La subvención total para 2012 asciende a 2.500.000 euros. Con ese dinero se pueden hacer muchas cosas y hay que elegir bien su destino en épocas recesivas. Pero si algún desgraciado pretende el regreso de las subvenciones al pan, que sepa que es un ignorante y un pobre de espíritu.