Los sindicatos denuncian que Rajoy ha llevado al país a una situación de «emergencia nacional»

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Imagen de la manifestación celebrada en Madrid con motivo del 1 de mayo. / J. J. Guillén (Efe)

No eran buenas las previsiones -tampoco lo son las del Gobierno cuando presume de que creará empleo en 2016- respecto a la participación en la manifestación del 1 de mayo convocada en Madrid. Y no lo eran ni por lo meteorológico ni por el largo puente que ya andamos cruzando en esta Comunidad. Pero el tiempo aguantó y la convocatoria, también, concentrando, según CCOO y UGT, a más de 40.000 personas.

Durante la manifestación -desde el asfalto- y después, durante el acto de cierre -ya desde la tribuna-, se gritaron muchas cosas, algunas de ellas eran las mismas en un sitio y en otro, aunque dichas de forma distinta. Así, el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, ha reclamado a Rajoy, tras el micrófono, que "cambie de políticas o que cambie de Gobierno", le ha responsabilizado de llevar al país a una auténtica situación de "emergencia nacional" con 6.202.700 de parados que exige un "cambio profundo" en la política económica y un "pacto de Estado" con los agentes sociales y los partidos políticos, porque "España", dijo, "se merece una oportunidad", y si el Gobierno no se la da, "habrá más movilizaciones, tantas como haga falta y durante el tiempo que sea necesario".

Unos minutos antes, durante la concentración, se pudieron ver numerosos carteles con la escandalosa cifra de parados que nos ha deparado -nunca mejor dicho-, la EPA del primer trimestre del año y se pudieron escuchar gritos reiterados de "Este presidente es un delincuente" o "Robáis al obrero para dárselo al banquero". Un señor mayor que portaba una hermosa ristra de chorizos -y que ha lanzado improperios a buen ritmo durante todo el recorrido- podemos decir que insistía en esa misma línea de una forma contundentemente visual. Lo del "Mariano dimisión" ha dado juego en los dos niveles, ya que ha sido reclamado tanto en la calle como en la tribuna, desde donde la ha solicitado abiertamente el secretario general de la UGT de Madrid, José Ricardo Martínez.

La última intervención fue la de Cándido Méndez, que ha asegurado que el Gobierno no puede continuar con esta "dejación de responsabilidad" y ha asegurado que el Ejecutivo de Rajoy está "paralizado". Lo cierto es que esa sería una de las formas de explicar que en las perspectivas del Gobierno la creación de empleo no se vislumbren hasta 2016. Por eso nos piden paciencia, ¿y hasta entonces, qué?, añade el que suscribe. Méndez se ha detenido también en la "crisis moral" que está provocando la situación económica y ha recordado que la movilización es un buen antídoto contra la resignación. Por cierto, que Méndez terminó su intervención recordando a Jorge Bravo Álvarez, presidente de la Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), que cumplirá mañana 30 días de arresto por denunciar los gastos superfluos en los actos militares mientras se imponen recortes a la tropa.

Una pareja, con un carrito de bebé, porta uno de los muchos carteles con la cifra de parados que se pudieron ver en las calles de Madrid. / Chema Moya (Efe)

Por primera vez en muchos años, los manifestantes no miraban al cielo para hacer la peineta a los helicópteros de la Policía, sino para ver si llovía o no, como en las primeras líneas de las novelas. No ha habido helicóptero y la presencia policial ha sido discreta. Eso que nos hemos ahorrado en perricas. Al final de la marcha he topado con otro señor ya mayor que llevaba un megáfono de esos de las ferias en una mano y la presunta portada de un periódico en la otra y gritaba, engolando la voz para imitar la de Carlos Arias Navarro, eso de "Españoles, Rajoy... ha muerto...". A la histórica frase del entonces presidente del Gobierno del dictador añadía una coletilla ya en tono distendido: "...En diferido". Y la gente, claro, se reía.

Entre la concurrencia no se encontraba esta vez el coordinador federal de Izquierda Unida, Cayo Lara, al que ayer le tocó patearse las calles de Murcia, pero sí el secretario de Organización del PSOE, Oscar López, que daba la impresión de no querer llamar mucho la atención.  Quizás esta sea una de las cosas que los socialistas, que dicen que andan sumidos en un debate de ideas, se tendrían que hacer mirar, porque esa falta de naturalidad que demuestran en actos que hasta hace cuatro -o cinco- días formaban parte de su ADN, da mucho el cante y mucho para reflexionar.

La manifestación de Madrid (hubo otras en la capital convocadas por CNT, CGT y USO) tuvo correlatos similares en otras en más de 80 ciudades, entra las que destacaron, por su afluencia, las celebradas en Barcelona (donde según los organizadores se dieron cita 160.000 personas) -he visto en el Telediario que allí hacía un solecito estupendo-, Valencia, donde se dieron cita otras 40.000, o en distintas ciudades de Andalucía, Galicia o Euskadi.

Otro año más, millones de personas reclamando sus derechos como trabajadores en todos los rincones del planeta. También en Bangladesh, donde hace solo unos días un edificio se derrumbaba y provoca la muerte de más de 400 trabajadores del textil, la mayoría mujeres, y decenas de desaparecidos, y hoy mismo concentraba en sus calles a miles de trabajadores reclamando medidas de seguridad en los centros de trabajo. Esta situación que Méndez calificó en su intervención de 'neoesclavismo', tuvo su espacio ayer en Madrid, a miles y miles de kilómetros, donde la gente se sigue indignando con la miseria y la explotación. Mientras cosas como éstas pasen, habrá 1 de mayo. Y si algún día dejan de pasar, tendremos que salir a celebrarlo, aunque, entonces, lo más importante será el vermú de después.

La manifestación con motivo del Primero de Mayo, convocada por el sindicato CNT, a su paso por la calle Bravo Murillo en su recorrido hasta la glorieta de Cutro Caminos. / Sergio Barrenechea (Efe)
1 Comment
  1. Rojo says

    Una crónica muy guapa, maestro. Ojalá podamos salir a celebrarlo y tomar ese vermú antes de alcanzar la edad de Matusalén.

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