El milagro económico de Rajoy consigue que haya 184.600 ocupados menos

El Gobierno se afana mes tras mes, conforme salen las cifras de paro que publica el Ministerio de Empleo, en explicarnos que la raquítica recuperación estadística en relación al desempleo es todavía insuficiente, pero que ratifica, sin lugar a dudas, un cambio de tendencia gracias a las reformas efectuadas en los dos últimos años. Esto es falso de toda falsedad por mucho que el Ejecutivo y sus voceros se empeñen en lo contrario.

En esta ocasión, la venta del milagro va a resultar todavía más difícil. Y es que el Instituto Nacional de Estadística hizo públicos ayer los datos del paro del primer trimestre de 2014 y, francamente, resultan descorazonadores. Y el más descorazonador de todos ellos es que en España hay 5.933.300 desempleados y que la tasa de paro es del 25,93%.

¿Por qué descorazonador? Sencillamente porque nos estampa contra la cruda realidad de que los brutales recortes sociales (Educación, Sanidad, Dependencia) y los esfuerzos que han hecho como siempre las clases medias -sin olvidar el número de cadáveres que han quedado en el camino y que ya no hay forma de recuperar- no han servido para nada. Bueno, sí que han servido para algunas cosas: para aumentar la brecha social, eso de que cada vez los ricos son más ricos y los pobres cada vez más pobres; para mandar a miles de jóvenes al destierro (en un año, según la EPA, la población activa se ha reducido en  424.500 personas) y para que los bancos y las grandes corporaciones presuman otra vez de beneficios. Lo cierto es que como balance de política ultraliberal poco más se le puede pedir a Rajoy. ¡Y si ganamos el Mundial, ni te cuento!

Las cifras de la EPA son para ponerse el cinturón y apagar los móviles: la ocupación bajó en 184.600 personas el primer trimestre de 2014; el empleo se redujo en 79.600 personas en el último año; el número de trabajadores por cuenta propia -lo del milagro de los peces y los emprendedores- se redujo en 20.300 el pasado trimestre; el total de asalariados con contrato indefinido bajó en 51.600 y el de asalariados con contrato temporal en 112.400 en ese mismo periodo; el número de activos descendió en 187.000 y la tasa de actividad se situó en el 59,46%, la  más baja desde el  segundo trimestre de 2007. Me pregunto qué habría hecho Mariano José de Larra con este material.

Y cuando se rasca un poco más para intentar poner rostro a las cifras nos encontramos con que el empleo retrocede con más intensidad entre los hombres (–141.200) que entre las  mujeres (–43.400); que la ocupación se reduce en 100.000 personas entre los españoles y en 84.600 entre los extranjeros; que la tasa de paro juvenil se sitúa ya en un delirante un 55,48%, y que los hogares que tienen a todos sus miembros activos en paro se incrementan en 53.100 hasta un total de 1.978.900.

Por lo demás, bien.