Del 'pipí técnico' a la gran coalición

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Lo contaba el martes a las puertas del Congreso el diputado de CiU Josep SánchezLlibre a propósito de un ex compañero de grupo en los primeros años de la Transición, llamado Llibert Cuatrecasas. El bueno de Llibert popularizó el denominado ‘pipí técnico’, un número de magia que consistía en colocar unas gafas sobre la mesa y desaparecer por tiempo indeterminado, no menos de 24 horas, en función del trabajo acumulado que el diputado tuviera en su gestoría. El pastel se descubrió un día en el que uno de sus compañeros preguntó por él, otro le respondió que Llibert había ido a hacer un ‘pipí técnico’ y un tercero sentenció: «No jodas. Pero si le acabo de ver en el aeropuerto yéndose a Barcelona».
Mucho más evolucionado, el ‘pipí técnico’ no consiste ahora en darse a la fuga, sino en llegar a acuerdos en un plis-plas y aunque sea en el retrete, ciencia en la que el citado Sánchez Llibre es todo un especialista. Denle a este hombre los añicos de un jarrón y dispónganse a verle recomponerlo y venderlo al mejor postor como pieza de museo de la dinastía Ming, a mayor gloria de su líder Durán i Lleida y, por extensión, de toda CiU.
Este mismo martes hizo una demostración de poderío con el vicepresidente económico, Pedro Solbes, que determinó la retirada de la enmienda a la totalidad que CiU había presentado a los Presupuestos del Estado para 2007. No fue, bien es verdad, su mejor actuación, pero logró el propósito deseado.
Como es sabido, el nuevo Estatuto contiene una disposición que obliga al Estado a realizar inversiones en infraestructuras por un periodo de siete años equivalentes al peso económico de Cataluña respecto del conjunto de España. Según el Gobierno, 3.195 millones de euros; según CiU y ERC mucho más, porque su concepto de infraestructura es distinto al del Ejecutivo. Por esa razón presentaron una enmienda contra los Presupuestos, que finalmente CiU retiró, tras el ‘pipí técnico’ de Sánchez Llibre. Su argumento fue que el Gobierno se había comprometido a estudiar de nuevo el cálculo de inversiones en la comisión mixta que prevé el Estatuto. ¿Que cuánto cuesta el gesto? Pues de momento sale gratis, y ahí está el quid de la cuestión.
En plena campaña electoral catalana, la abstención de CiU es un aviso a navegantes sobre las alianzas que sustentarán al nuevo inquilino del Palau de la Generalitat. Huele a pacto entre CiU y PSC, aunque habrá que esperar para conocer su forma y alcance. Un miembro de la dirección del PSOE reconocía que en el famoso encuentro en Moncloa entre Zapatero y Artur Mas en el que se acordó el Estatuto, dio tiempo también a hablar de gobernabilidad en Barcelona y en Madrid. Las reglas del juego son, al parecer, las siguientes: los socialistas se comprometen a dejar que gobierne en Cataluña el partido con más escaños y a no reeditar el tripartito; a cambio, se aseguran el apoyo de CiU en Madrid y, llegado el caso, no descartan dar entrada en el Consejo de Ministros a algún dirigente nacionalista.
Dando pábulo a estas especulaciones, Mas protagonizó este pasado lunes un episodio un tanto esperpéntico, que consistió en llevarse a la prensa al notario cámaras al hombro para que inmortalizaran su promesa de que no se apoyará en el PP ni harto de cava. Lo más surrealista de este minipacto del Tinell particular es que el líder de CiU ya había estado en la notaría un mes antes, pero debió de pensar que, puestos a levantar, mejor dos actas que una. En consecuencia, y dando por descontado que no habrá mayorías absolutas, a los convergentes sólo les quedaría llamar a las puertas de Esquerra –a quienes desprecian– y a las del PSC. Verde y con asas.
Si Mas ha empezado la campaña como un torbellino, creyéndose el ganador y derrochando dinero a manos llenas con su famoso vídeo sobre el tripartito, José Montilla lo ha hecho a la defensiva, con los nervios a flor de piel. El ex ministro siempre fue por la vida de polo de fresa, pero ni es tan frío ni es tan dulce. Estos días perdió los papeles durante una entrevista con La Vanguardia, que terminó de manera abrupta llamando sectario al entrevistador. En su descargo hay que decir que el presunto periodista, Xavier Sala-i-Martín, es en realidad un profesor de Economía que trabaja en una fundación de CiU, Catalunya Oberta, cuyo mayor interés fue demostrar que el jienense Montilla no sabía catalán. Cuando a uno lo entrevista el enemigo, es preciso demostrar algo más de cintura.
El martes, en Madrid, estaba que echaba las muelas. Había llegado para votar –sigue siendo diputado– y para poner a CiU a caldo por no apoyar los Presupuestos que más dinero contemplan para Cataluña en toda su historia, y se encontró con el ‘pipí técnico’ de Sánchez Llibre. Reaccionó diciendo que se alegraba de que los nacionalistas lo hubieran percibido porque se habían pasado la vida llegando tarde a todos los sitios, «a la investidura de Zapatero y también al Estatuto, aunque tuvieran tiempo de hacerse una foto».
A nadie se le oculta que Montilla es candidato por dos razones fundamentales: la primera, porque había llegado el momento de que Pasqual Maragall expiara sus pecados, que eran muchos y diversos; la segunda, porque el todavía Muy Honorable jamás se hubiera planteado un pacto con Convergència. ¿Coalición? ¿Pacto de legislatura? Todo es posible en la cama redonda de la política catalana, una fiesta a la que el PP no está invitado.

5 Comments
  1. JaviMG says

    ID: 86797
    «cuyo mayor interés fue demostrar que el jienense Montilla no sabía catalán».
    ¿Por qué se molesta?. Que presente su título de nivel C de catalán si es que lo tiene, si no lo tiene, tampoco tiene que avergonzarse, nuestros presidentes del gobierno español llevan años haciendo el ridículo cuando tienen que hablar en inglés.
    Supongo que se está dando cuenta de que lo han sacrificado para ganar en Madrid y de que ha picado como un tonto.

  2. Esteban says

    ID: 86911
    Señor Escudier, mojesé un poco más, ¿de verdad cree que PSC pactará con CIU? Yo creo que no,que el PSC quiere reditar el tripartito.

  3. nombre says

    ID: 86943
    ah, si? conque andas con esas.. me cito a mi mismo:

    «claro que los ciudadanos madrileños no dan problemas, su gobierno y toda la corte de funcionarios e infraestructuras sitas en Madrid y tanto que dan problemas.. El déficit comercial de Madrid y tanto que da problemas y da muchos problemas el gran chollo que tienen montado con ser sede de casi todas las instituciones del Estado y encima recibir las mayores inversiones del Estado a costa del resto de ciudadanos. Madrid es el problema nacional de España, el crecimiento de Madrid se hace a costa del resto del territorio, especialmente a costa del eje mediterráneo. Madrid es la principal causa de la imposibilidad de convertir al Estado español en un estado Federal, plurinacional y plurilingúe.. simplemente porque a señoras como Aguirre se le acabaría el chollo.. y Madrid es por eso la causa y razón que la única solución sea romper peras y que España se rompa en unos cuantos pedacitos. Lo que quede que se llame España ya no le pondrá tantos problemas a la señora Aguirre como catalanes y vascos y alguno más»

    : )

    sin comentarios

  4. javier says

    ID: 87538
    Por cierto el artículo completo de D German Yanke es el siguiente:
    Montilla entrevistado

    Germán Yanke

    Como seguramente no podía ser de otro modo, la entrevista del economista Sala i Martín al candidato Montilla —publicada en La Vanguardia y transcrita en todos sus términos en la página web del entrevistador— acapara la atención de los curiosos. La verdad es que puede leerse como un chiste (un poco largo, la verdad) y también como una tragedia. Quizá sea por ello una muestra de lo tragicómica que se ha vuelto la política catalana.

    El esperpento —es decir, la entrevista— termina con el enfado de Montilla que se levanta para irse pidiendo una copia de lo grabado, llamando sectario a Sala i Martín y preguntándole “¿Pero tú que te has creído?”. La pregunta final me recuerda una broma inteligente del iconoclasta Christopher Hitchens que, en uno de sus textos, dice que cuando a uno le preguntan “¿quién te has creído que eres?” la respuesta debe empezar con otra pregunta: “¿quién me lo pregunta?”. Lo anoto no como sugerencia fuera de tiempo para Sala i Martín sino como elogio del entrevistado, al que, aunque sea por una vez, la indignación le hace parecer ingenioso. De todo el texto reproducido de la conversación, las preguntas, los comentarios y las afirmaciones punzantes del entrevistador parecen la repetición constante de una suerte de “¿quién te has creído que eres, Montilla?”.

    Porque Sala i Martín se coloca en la posición del académico ante el ignorante, del poseedor de fórmulas perfectas ante el ministro ineficaz, del catalán de verdad ante el inmigrante, del poseedor de una lengua ante el que la aprende afanosamente, del niño repelente que se cree que ha cazado al adulto e insiste una y otra vez con su impertinente retahíla. Quizá el ex ministro, cuando repose y se tranquilice, pueda repensar en esta paradójica inclinación de los nacionalistas —los catalanes y los de cualquier otro lugar— a inventarse una especie de paranoico pedigrí. Quizá así su campaña electoral para las elecciones del próximo 1º de noviembre verse más sobre aspectos ideológicos y propuestas concretas y menos sobre el empeño de mostrarse, ¿cómo decirlo?, como más catalán que los catalanes, más catalanista que los catalanistas, y héroe de las esencias de la nueva nación. Es decir, que lo que se hecha en falta, en la entrevista y en la política catalana (y española) del momento es que a la pregunta “¿quién se ha creído usted?” se respondiera “un ciudadano, ¿y usted?” para terminar el diálogo con otro “también un ciudadano”.

    Por cierto, Xavier Sala i Martín es una de las figuras de FAES, la fundación próxima al PP y presidida por José María Aznar. “No dejen de leer este magnífico texto”, decían los responsables de FAES acerca de una conferencia sobre la globalización y la libertad de mercado. Lo señalo como coda porque, tras evidenciarse —una vez más— el particular nacionalismo del economista, tenemos aquí otro síntoma: la derecha, muy a menudo, cree que con un argumento parcial y casi siempre economicista con apariencia liberal puede darse por satisfecha. O dicho de otro modo, que muy frecuentemente adolece de una ordenada, serena y completa concepción de una política de ciudadanos y para ciudadanos.

  5. javier says

    ID: 87536
    MIENTE «ESTRELLA DIGITAL» O MIENTE 20 MINUTOS

    Miente D.Germán Yanke o miente D.Juan Carlos Escudier

    Ayer por la tarde me quede seriamente preocupado, no por no saberlo, sino por verlo tan claro y tan evidente y porque ,uchos periodistas nos consideran absolutamente sub-normales

    Según Germán Yanke en el periodico «ESTRELLA DIGITAL en el artículo «Montilla entrevistado»

    «Por cierto, Xavier Sala i Martín es una de las figuras de FAES, la fundación próxima al PP y presidida por José María Aznar. “No dejen de leer este magnífico texto”, decían los responsables de FAES acerca de una conferencia sobre la globalización y la libertad de mercado. Lo señalo como coda porque, tras evidenciarse —una vez más— el particular nacionalismo del economista, tenemos aquí otro síntoma: la derecha, muy a menudo, cree que con un argumento parcial y casi siempre economicista con apariencia liberal puede darse por satisfecha. O dicho de otro modo, que muy frecuentemente adolece de una ordenada, serena y completa concepción de una política de ciudadanos y para ciudadanos.»

    Según D. Juan Carlos Escudier en 20 minutos pag 12 en el artículo «Del >

    «…En su descatgo hay que decir que el presunto periodista, Xavier Sala-i-Martín, es en realidad un profesor de Economía que trabaja en una fundación de Ciu, Cataluña Oberta, cuyo mayor interes fué demostrar que el jienense Montilla no sabia catalan . cuando a uno le entrevista el enemogo, es preciso demostrar algo mas de cintura»

    En que quedamos ¿en que el periodista es del PP o es de Ciu?, ¿es de la fundación Faes, o de Cataluña oberta?

    ¿Quien de los dos miente?

    y lo mas grave ¿porque miente?

    si mienten por ignorancia es grave porque denota lo mal que está la profesión periodística, pero peor es si mienten sabiendo que mienten porque entonces tienen razones extraprofesionales y lo que es peor utilizan su poder de comunicaciónpara sus intereses partidistas por encima del interes de la verdad y de los ciudadanos.

    ¿me gustaria saber la verdad?

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