Zapatero defrauda a Obama

Mucho antes de producirse la primera reunión en Praga, entre el presidente estadounidense, Barack Obama, y el español, José Luis Rodríguez Zapatero, el 5 de abril de 2009, la Administración de EE.UU. ya había hecho llegar al solícito presidente español sus prioridades y peticiones de colaboración a nuestro país. Y la prioridad de Obama no era ni la acogida de presos de Guantánamo, ni el envío de tropas a Afganistán, sino la cruzada contra la piratería en Internet y su intención de que, aprovechando la presidencia española de la UE, Zapatero liderase la lucha legal contra las descargas ilegales en Internet, tanto en España ( el país más “pirata” de Europa y el segundo del mundo, después de China, según informes del Congreso estadounidense remitidos por la Administración Obama al gobierno Zapatero) como en la propia UE. Pero la misión encomendada a Zapatero no ha sido cumplida. Y según fuentes gubernamentales “es muy difícil satisfacer plenamente a EE.UU. en esta materia”.

Dar satisfacción plena a EE.UU., cuya industria del entretenimiento es la segunda en importancia y peso específico en el país, por detrás de su potentísima industria aeronáutica, equivaldría poco menos que a poder clausurar por orden administrativa todas aquellas web que descarguen contenidos protegidos sin pagar los correspondientes derechos, o lo que es lo mismo, el famoso copyright. Eso fue, precisamente, lo que pretendía la polémica disposición adicional incluida en la Ley de Economía Sostenible por la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde. Pero esa pretensión fue descartada pocas horas después de hacerse pública. Ni el amplio colectivo de internautas españoles, ni el poder judicial (que sigue orientando sus decisiones por una circular de la Fiscalía General del Estado, que data del año 2006 y establece que no se consideran delitos aquellas descargas por Internet que no se realicen con ánimo de lucro) quisieron tragarse ese sapo. Por ello y ante la evidencia de que la cruzada antipiratería encabezada por el gobierno Zapatero sólo había conseguido el aplauso de Teddy Bautista y el resto de la cúpula de la SGAE, el Ejecutivo y Zapatero en persona se envainaron la medida y anunciaron que sólo se cerrarán páginas web por orden de un juez, aunque a instancias de una comisión ministerial.

En cuanto a la UE,  los arietes de EE.UU. contra la piratería fueron Francia y el Reino Unido, que aprobaron sus leyes antipiratería y llegaron mucho más allá que España. De hecho, el equivalente al Tribunal Constitucional de Francia, tuvo que anular parte de esa legislación por excesiva. Sin embargo, fueron esas posturas extremas las que forzaron al Parlamento Europeo a dar por buena la normativa que deberá ponerse en marcha en los 27 países de la UE a lo largo de los próximos 18 meses, el “paquete telecom” que sí contempla el cierre administrativo de las páginas web que realicen descargas ilegales, aunque establece la presunción de inocencia y la audiencia previa antes de tomar cualquier medida contra la web.

A la Administración Obama le ha quedado claro que Zapatero no ha dado la batalla antipiratería, ni en su país, ni en la UE y, aunque no hay reproche oficial conocido ante la falta de contundencia de Zapatero en la lucha contra la piratería informática, Estado Unidos ya ha remitido a España el último informe realizado por la Alianza Internacional para la Propiedad Intelectual en el que, por cuarto año consecutivo, España aparece entre los países que están “bajo vigilancia” porque no protegen debidamente los derechos de autor.