Desgracia española en Haití

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Un helicóptero de la Armada sobrevolaba el sábado la zona del sureste de Haití donde cuatro militares españoles fallecieron el viernes al estrellarse el aparato en el que viajaban. / ANDRÉS MARTÍNEZ CASARES (EFE)

(Actualización)

La fatalidad y el mal tiempo, sin descartar otros elementos que están siendo investigados como un fallo técnico y un exceso de carga, han costado la vida a cuatro militares españoles que trabajaban en la misión de reconstrucción de Haití. El helicóptero en el que regresaban al buque Castilla tras recoger en Santo Domingo (República Dominicana) un envío de mercancía desde España se estrelló a las 5:30 del viernes pasado, 16 de abril, en una montaña pedregosa cerca de la localidad haitiana de Fond-Verettes.

Los cuatro militares fallecidos. / EFE

Los militares fallecidos son Luis Fernando Torija Sagospe, comandante de intendencia, de 44 años, natural de Madrid, casado y con dos hijos; Francisco Forne Calderón, teniente de Infantería de Marina, de 37 años, natural de Barcelona, casado y con tres hijos; Manuel Dormido Garrosa, alférez de navío, de 35 años, natural de Valencia, casado y con un hijo, y Eusebio Villatoro Costa, cabo mayor de Infantería de Marina, de 41 años, natural de Cádiz, casado y sin hijos.

Los mandos de la operación Hispaniola de ayuda a Haití habían enviado dos helicópteros a recoger la mercancía procedente de España. Cuando regresaban al buque Castilla, fondeado en Petit Goeve, perdieron el contacto entre sí. Uno de ellos dio la alarma. El otro se había estrellado contra una montaña pedregosa en una zona de difícil acceso. Algunos vecinos de Fond-Verettes oyeron la explosión y vieron la bola de fuego que produjo el impacto contra el monte. Un helicóptero chileno fue el primero en avistar los restos.

La primera versión oficial sobre las posibles causas del accidente indica que la niebla existente redujo la visibilidad del piloto. Las investigaciones tratan de determinar si a ello se añadió un posible exceso de carga y un fallo técnico de los instrumentos de navegación. El helicóptero Augusta Bell 212 pesa tres toneladas y posee una capacidad de carga máxima de 2.268 kilos.

Mientras, la ministra Carme Chacón viajó a mediodía del sábdo a Haití para repatriar los cuerpos de los fallecidos, que fueron rescatados del lugar del accidente. El teniente general Jaime Domínguez, jefe del Mando de Operaciones, ofreció una rueda de prensa en la que aseguraba que el mantenimiento de la aeronave era correcto y los detalles de cada operación se revisan escrupulosamente.

Sin embargo, la barrera montañosa en esa zona fronteriza entre República Dominicana y Haití, al sudeste de la isla, era peligrosa; en noviembre pasado ya se produjo un accidente similar en el que perecieron seis militares uruguayos y cinco jordanos de la misión de Naciones Unidas en Haití (Minustah).

¿Por qué los españoles han tropezado en la misma piedra? Las fuentes militares consultadas reconocen que eligieron esa ruta para ahorrar combustible, por ser el camino más recto y porque el helicóptero poseía una autonomía limitada de una hora de vuelo. A la espera del resultado de la investigación, sólo restan las condolencias a las familias de los fallecidos y a los abnegados militares españoles en el atormentado país caribeño donde la naturaleza y la precariedad de medios se siguen cobrando vidas.

4 Comments
  1. Diego says

    Otros datos: el helicóptero había ido a recoger piezas de repouesto y uniformes. Las piezas pesan lo suyo. La ministra Chacón partió la noche del Sábado y viaja sin ningún familiar. Los restos de los fallecidos serán traídos a la base de Rota, donde esperarán los familiares. Saludos.

  2. Roberto says

    Mi más sentido pésame a las familias y a los compañeros de los fallecidos.La muerte no es el final, nos queda su recuerdo. Un fuerte abrazo, amigos.

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