El PSOE elude ahora apoyar a Garzón

Se le puede respaldar en la calle y homenajear en el paraninfo de la Universidad Complutense, pero no es posible apoyar al juez Baltasar Garzón con una moción del Congreso de los Diputados por más anfibológico que sea el texto formulado por IU-ICV. Así lo hicieron saber José Antonio Alonso y Eduardo Madina a Joan Herrera y Gaspar Llamazares horas antes de que el martes se votara la iniciativa. "No vamos a canonizar a Garzón por su instrucción sobre las fosas", en palabras de un interlocutor.

En el laboratorio de geometría variable, que es como llaman a la sala donde se reune la dirección del grupo socialista, en la quinta planta del edificio número 36 de la Carrera de San Jerónimo, se realizaron el lunes algunas mediciones sobre el alcance de la moción de IU-ICV y se evacuaron consultas al Gobierno. Los socialistas no quieren aparecer como annésicos ni, mucho menos, isotérmicos en un asunto que caldea la sangre como es la reparación de la dignidad de los que murieron y sufrieron cárcel y persecución por luchar por la democracia. Pero tampoco quieren abrir una nueva crisis institucional.

Tras las mediciones, Madina comunicó a Herrera que si bien coinciden con él y con Llamazares en que "investigar los crímenes del franquismo no es prevaricar”, no pueden aceptar la redacción de su moción porque, de un lado se interpretaría como un apoyo a Garzón, lo que supondría una gravísima intromisión parlamentaria en la acción de sus sensibles ilustrísimas del Supremo, y de otro introduciría equívocos sobre las garantías del ordenamiento jurídico español.

El punto séptimo y último de la moción de IU-ICV exige "la reforma  de cuantas disposiciones legales sean pertinentes con el objeto de impedir interpretaciones que vayan contra los principios de Justicia, Verdad y Reparación”. Y los socialistas dicen que apoyar eso equivaldría a dar la razón al sofista Protágoras en el sentido de que el ordenamiento jurídico sirve para una cosa y la contraria, en este caso, para la injusticia, la falsedad y el daño.

Los socialistas tampoco creen necesario nombrar un Alto Comisionado de apoyo a las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura, como pide IU-ICV, y también rechazan la creación de una “fiscalía especializada de apoyo y ayuda” a los perseguidos y asesinados bajo el franquismo, pues ya se sabe que los fiscales no se nombran para entelequias sino para acusar.

Por lo demás, podrían aceptar aquel punto de la moción que reclama que se garantice la responsabilidad pública e institucional en las labores de localización, exhumación e identificación de las fosas, pues no en vano el Gobierno viene subvencionado con 20 millones de euros desde 2006 a las asociaciones de familiares y entidades que realizan esa penosa labor y está haciendo "sinceros esfuerzos" en cumplir otros preceptos de la ley de la memoria histórica. Incluso dedica tres funcionarios del Ministerio de Justicia a orientar a los familiares de las víctimas.

Luego ya, como sería poco decoroso políticamente coincidir con el PP en el rechazo de una moción sobre el reconocimiento de la dignidad de los que lucharon por la democracia, aceptarían la promulgación de una declaración solemne, otra más, y la instauración de una fecha para homenajear a las víctimas, siempre y cuando Llamazares y Herrera les hagan el favor de modificar convenientemente el texto, ateniendose a los límites indicados.