El Congreso trabajará más el día de la huelga

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Los diputados ya han demostrado su solidaridad con los empleados públicos y con los pensionistas, a los que el Gobierno reduce y congela los haberes. Por eso se han recortado la “asignación constitucional” el 10% en vez del 15% que anunciaron. Ahora, ante la jornada de huelga general de los empleados de los servicios públicos, convocada para el martes, 8 de junio, vuelven a dar ejemplo trabajando más que nunca. Por eso han programado reuniones de 7 comisiones, 8 mesas, 2 ponencias y, por la tarde, pleno ordinario.

Algunas comisiones como la de Defensa, que preside Cipriá Ciscar, o la de Presupuestos, que dirige Jesús Posada, abordan temas de “rabiosa” actualidad como el balance de las ventas de armas en 2009 o el famoso impuesto ecológico, largamente  anunciado. Otras comisiones, como la de Peticiones, van a dar respuesta a lo que su nombre indica: esos ruegos contra las injusticias seculares que formulan los ciudadanos. Otras comisiones, como la de Interior, van a tramitar leyes tan necesarias y urgentes como la regulación del intercambio de información que los servicios de seguridad de la UE practican desde hace 20 años. Por cierto, el próximo fin de semana se celebran los fastos del 25º aniversario del ingreso de España y Portugal en el Mercado Común.

También se reúnen dos comisiones mixtas Congreso-Senado: la del Tribunal de Cuentas y la de relaciones con la UE. Y una no permanente: la de Seguridad Vial. Por su parte, la ponencia de Economía y Hacienda se dispone a empujar este martes de huelga la norma de cesión de tributos a las autonomías, y la de Cooperación Internacional, la nueva ley del fondo para la promoción del desarrollo. No porque Tácito dijera en el primer siglo de nuestra era que los Estados más corruptos son los que más leyes tienen ha de decaer la producción legislativa.

Ante tantas reuniones --“más que nunca”, aseguran algunos trabajadores del Congreso--, los representantes sindicales se han visto obligados a negociar unos “servicios mínimos” que ellos mismos reconocen que son “máximos”. Así, por ejemplo, el presidente José Bono estará asistido por dos ujieres, uno de mañana y otro de tarde. Por si se estropea un grifo o una cañería, dos fontaneros han sido sometidos a servicios mínimos: uno de mañana y otro de tarde. Taquígrafos y redactores del Diario de Sesiones en número de 19 estarán de “mínimos”. Y en informática trabajarán 13, por poner otro ejemplo.

¿Y los chóferes o conductores, esos que van al domicilio y al aeropuerto a recoger a sus señoritos? “Bueno, en este tema no hemos fijado servicios mínimos”, explica un representante sindical que ha negociado con la dirección de la Cámara la cobertura de los “servicios esenciales”. Entonces, ¿podrán ir a la huelga? “Eso queda a su voluntad, pero ten en cuenta que cobran un plus por llevar a una autoridad y que si ésta se queja, el Parque Móvil del Estado los cambia inmediatamente y les quita plus”. Oído lo cual, se comprende que los portavoces y cargos parlamentarios, los ministros, los altos cargos, los magistrados y los representantes de otras altas instituciones del Estado no sufran las molestias e incomodidades de la huelga.

3 Comments
  1. Posidonio says

    ¡Arriba, padres de la patria, en pie famélica legión!

  2. Anselmo says

    El Poder Legislativo no va a hacer, como el Judicial, huelga contra sí mismo y contra el Gobierno. Otra cosa es que los diputados obliguen a los empleados públicos a unos servicios mínimos que de tapadillo, en el caso de los conductore, demuestran su cara dura.

  3. Juanra says

    Menuda tropa…!

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