El PNV se aleja de Zapatero

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Blanco conversa con Olabarría (PNV) durante la sesión parlamentaria de ayer martes. / Gustavo Cuevas (Efe)

Los seis diputados del PNV en Madrid han sido decisivos para aprobar los Presupuestos Generales del Estado de los dos últimos años. Pero en el debate sobre el estado de la nación, su portavoz, Josu Erkoreka, dio a entender que les será difícil seguir el juego de la “geometría variable” porque no les parece serio que el PSOE pida su apoyo en Madrid y gobierne en Euskadi con el PP. La sima fue visible el martes cuando el PNV decidió votar en contra del techo de gasto para 2011, preludio del Presupuesto. Si el presidente Rodríguez Zapatero no convence a Iñigo Urkullu de que mantenga su apoyo a las cuentas del reino tendrá que prorrogar el Presupuesto o convocar elecciones.

El jefe de los parlamentarios socialistas vascos en Madrid, José María Benegas, no ha podido atemperar el cabreo de los nacionalistas por el ninguneo al que fueron sometidos en febrero con la famosa “enmienda Florentino” que permite el asalto de Pérez, presidente de ACS, a la dirección y gestión de la eléctrica Iberdrola a medio plazo en detrimento del capital y de los pequeños accionistas vascos. El PNV reprocha a Patxi López la falta de peso para defender a los capitalistas de su tierra frente a esa maniobra. El ninguneo se ha repetido con la ley de cajas. Si la “enmienda Florentino” se pacto con CiU, la nueva regulación de las cajas de ahorros, que este miércoles debatirá el Congreso, se abrochó con el PP dejando al PNV al margen.

Parece lógico que el PNV se sienta defraudado y dispuesto a pasar factura. Y también que Benegas haya trasladado a Zapatero las dificultades de pactar con ellos. Al defender las propuestas derivadas del debate del estado de la nación, el diputado Aitor Esteban dejó claro que no están para “juegos florales”. O el Gobierno opta por “un acuerdo estable con nuestro grupo o que busque otros apoyos”. Los socialistas ya conocen el precio: las siete transferencias sociales y laborales pendientes desde que se aprobó el Estatuto de Guernika y algunas otras que como la designación oficial en euskera de las ciudades y pueblos, la solución al Condado de Treviño y el reconocimiento de las selecciones deportivas vascas dejó Esteban sobre la mesa.

Tanto Erkoreka como Esteban suponen que el Gobierno no hará nada que pueda molestar al PP, que tiene “la sartén por el mango” del Ejecutivo de Patxi López, pero emplazan a Rodríguez Zapatero a que se lo piense y responda en septiembre a su oferta de “pacto estable”. Si no lo hace “que busque el apoyo del PP”, dicen. Y para demostrar que hablan en serio, no dudaron en votar contra el ajuste del gasto que planteó el martes la vicepresidenta Elena Salgado y que supone una reudcción de 15.000 millones de euros respecto a este año para reducir el déficit al 6%.

Además de las decepciones expresadas, existe una cuestión política de fondo que subleva al PNV. Es esa reforma electoral pactada entre el PSOE y el PP que bloquea la posibilidad de que los miembros de la ilegalizada Batasuna puedan concurrir disfrazados o en “úteros de alquiler”, como dice José Bono, a las elecciones municipales de mayo de 2011. Los de Urkullu afirman que esa operación no les beneficia y en cambio debilita al nacionalismo vasco. Y por ahí no pasan. Lo que revela que son hijos de un tiempo del cual no quieren separarse.

2 Comments
  1. Lucas says

    El PNV se ha deshecho de Ibarretxe y hace tiempo que ha bajado a la realidad. No veo la dificultad de un pacto estable, aunque la precarización del gobierno de López es un problema serio.

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