Controladores, policías y guardias bajo el signo del estrés

Los nacionalistas catalanes de CiU, con el visto bueno del PSOE, quieren que el “absentismo reiterado” sea causa de despido procedente y automático. Sin necesidad de aplicar test de resistencia a los trabajadores quieren establecer un límite de 20 días por año de ausencia del puesto de trabajo para poder despedir al empleado. La propuesta de CiU parece dirigida contra los controladores aéreos estresados, que este martes se disponen a amargar el veraneo al ministro José Blanco y a varios cientos de miles de ciudadanos españoles y extranjeros. Pero no sólo afectaría a la seguridad en el cielo, sino también en el suelo.

Según los datos que me facilita el diputado Ignacio Cosidó, portavoz del PP en materia de Interior, el absentismo en el Cuerpo Nacional de Policía ha crecido un 15% desde 2004. El aumento exponencial se atribuye a causas como el envejecimiento de la plantilla, la formación más apresurada y el endurecimiento de las condiciones de trabajo, que repercute en la fatiga de los materiales.

Las bajas temporales supusieron la pérdida de 895.228 días de trabajo en 2008 (último año computado) y siguieron creciendo en 2009. Las bajas tramitadas en acto de servicio como consecuencia de agresiones y accidentes afectaron a 2.539 agentes y fueron una de cada cinco. Las bajas por causas psicológicas afectaron a 588 agentes.

El resumen es que el absentismo en el Cuerpo Nacional de Policía se sitúa en 16,5 días al año por funcionario y que un porcentaje apreciable de los 50.000 agentes podría verse incurso en “causa de despido” si recibieran el mismo trato que el resto de los trabajadores, incluidos los controladores aéreos con sueldos millonarios.

En la Guardia Civil la situación es todavía peor; en 2008 se perdieron 2.443.369 días por bajas temporales, lo que supone un aumento del 36% en los seis últimos años. Más de 5.000 de los 70.000 guardias se dieron de baja por causas psicológicas y 2.417 por acto de servicio. El absentismo por funcionario alcanza un promedio de 26,5 días al año, con lo que la aplicación del precepto que plantea CiU con la anuencia del PSOE permitiría dejar en cuadro a la Benemérita.

Puesto que la pretensión de CiU no tiene pies ni cabeza, sostiene Cosidó que el ministro Rubalcaba se debería esmerar en negociar y aplicar un plan de riesgos laborales en los cuerpos de seguridad del Estado que implique un catálogo de actuaciones destinadas a mejorar la salud de los guardias y policías. Y otro tanto tendría que hacer Blanco con los controladores, pues la inseguridad aérea y terrestre ni descansa ni se va de vacaciones.