El Consejo de Estado hace sitio a De la Vega ante su previsible salida del Gobierno

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Habitualmente, lo verde y con asas es una cacerola. Traducido al lenguaje político, los indicios de que la crisis de gobierno tendrá lugar a lo largo de este mes son tan evidentes que nadie concibe que de la vigilia veraniega de Zapatero no salga un nuevo gabinete, así como la solución definitiva al sudoku de las candidaturas socialistas para las autonómicas y municipales de 2011. De estos mismo indicios se desprende que la remodelación ministerial afectará a la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, a la que ya se habría buscado acomodo entre los miembros permanentes del Consejo de Estado como recompensa por los servicios prestados.

La noticia se conoció en el BOE de 3 de agosto pero, en realidad, fue tomada en el Consejo de Ministros del pasado 9 de julio. Nadie se hizo eco entonces del cese a petición propia de Miguel Vizcaíno, responsable de la sección VII del Consejo, un general auditor de 96 años que había llegado al cargo en tiempos de Franco y que no había encontrado motivos para jubilarse hasta que la ley de Presupuestos contempló para estos consejeros indemnizaciones similares a la de los miembros del Gobierno salientes, es decir, dos años de salario. Hasta entonces mantenía una dura pugna con otro nonagenario, el consejero de la sección V, Antonio Sánchez del Corral, por ver quién de los dos batía el récord de permanencia en activo.

Según fuentes próximas al Ministerio de la Presidencia, De la Vega habría mostrado inclinación por este puesto, que es una beca a perpetuidad con sueldo de secretario de Estado y que, como puede deducirse de lo anterior, lleva aparejada una singular esperanza de vida. La ley reserva estos cargos a personajes que hayan ocupado plaza en las más altas magistraturas del Estado, ya sea como ministros, presidentes autonómicos o miembros del Tribunal Constitucional. Están tan solicitados que lo normal es que la vacantes sean cubiertas con inusitada rapidez.

De confirmarse esta conjetura, el relevo en la vicepresidencia primera aportaría nuevos datos sobre las intenciones electorales de Zapatero en 2012, una margarita que el presidente sigue deshojando como si sus pétalos fueran interminables. ¿Tendremos nuevos vicepresidente y sucesor por el mismo precio? Veremos.

4 Comments
  1. Simplicio says

    Bueno, y además, cobraría dos sueldos: el de ex vicepresidenta y el de consejera estatal. Esa mujer es un chollo.

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