Al fin una religión simpática

4
Estatua de Siddharta Gautama. / Javier Vaquero

He aquí un tipo que siempre me ha caído bien: Siddharta Gautama, buda para los amigos.

Intuía mis simpatías por él ya antes de llegar a China, y lo confirmé en el Templo de la Gran Pagoda de la Oca Salvaje, en la encantadora ciudad de Xian. Después de conocer el mastodonte de Beijing, la pequeña Xian, con tan sólo ocho millones de habitantes, me pareció una ciudad muy acogedora, lo que es la relatividad de las cosas.

Buda me gusta en parte por mi inclinación a la gente rara y solitaria, pero sobre todo porque cuando uno da el paso de entrar en un templo, con el riesgo que supone para el siempre frágil escepticismo, lo mínimo que pueden hacer los de dentro es ofrecerte una sonrisa, y no mostrarte a un hombre joven, desnutrido, clavado en una cruz y sangrando de manos y pies. Este buda se encuentra en el Templo llamado de la Oca Salvaje –mucho más sugerente que “Inmaculada Concepción”, por ejemplo- y toma su nombre de la bellísima pagoda que véis abajo a la derecha, en otro tiempo una biblioteca.

Templo de la Gran Pagoda de la Oca Salvaje, en la ciudad de Xian. / J. V.

Tanto la pagoda como el templo se encuentran en un recinto ajardinado que invita al paseo, la reflexión y, en fin, el buenrollito. Caminando entre sus árboles, arbustos y flores se experimenta una plenitud que le hace a una sentirse leve y feliz. Para que os hagáis una idea de la transformación que puede provocar la paz budista incluso en personas incrédulas y serias, ejem, como yo, os muestro la última foto.

La verdad, nunca me dio por hacer cabriolas así ante una catedral cristiana, con todo el peso de sus piedras y su culpa. Y es que el budismo, para empezar, es una religión de las que se llaman no teístas: no tiene dios ni profeta, lo cual hace mucho más verosímiles sus principios vitales, pues la pregunta elemental cuando se nos habla de un dios omnipotente es: ¿y con toda su omnipotencia esto es lo mejor que ha conseguido hacer con el mundo? Respuesta: apagado o fuera de cobertura. Además el budismo no habla de malos augurios ni valles de lágrimas, propugna la alegría y consigue estimularla. A las pruebas me remito.

La transformación de la autora. / J. V.

Paseé largo rato por aquel maravilloso jardín, me crucé con alguno de los monjes que viven allí, envuelto en su característica túnica azafrán, me enteré de que no admiten mujeres monjas y al momento pensé, con perdón: ya empezamos a joder. Luego me di cuenta de que tal vez sea mejor que, por una vez, recaiga sobre los hombres el peso de conservar la quintaesencia religiosa. En todo caso, creo que jamás olvidaré ese lugar.

Al día siguiente, fuimos a ver los guerreros de Terracota, que son a Xian lo que las celebrities a Hollywood. Mañana escribiré sobre ellos, sólo anticipo que en esa encantadora ciudad he descubierto que las religiones y los ejércitos pueden resultar simpáticos.

4 Comments
  1. krollian says

    A mi también me parece una de las religiones menos agresivas del planeta…

  2. luis says

    Querida Irene, me cuentan que Siddharta Gautama, el amigo Buda, por insistente petición de su primo Ananda y de su propia hermana, permitió que también hubira monjas en la comunidad, pero con unas condiciones de vida aparte tan severas y discriminatorias que es lógico que se desanimaran en las sendas de la ascesis. Me lo cuenta un amigo ateo, graciosísimo, hijo de exiliado, un químico muy bueno que cuando entró a trabajar en una multinacional farmaceútica en Estados Unidos, detrás del nombre tuvo que rellenar la casilla de la religión. ¿Qué pongo yo? Como era obligatorio poner algo, escribió: «Budista». Fechas después un jefazo le llamó para conocerle y le abrazó y le dijo: «Ya somos dos». Así se hizo budista este amigo. Perdona el rollo. Es que me gustan tus notas chinas.

  3. Rubén says

    Parece que el viaje a China ha acentuado tu sentido del humor. Eso está bien.

  4. Jose says

    Te recuerdo que a Jesús le clavaron en la cruz las autoridades político-religiosas de Judea porque les molestaba su proyecto de establecer un Sociedad en la que el hombre fuese el centro de todas las cosas.
    Si ese proyecto se hubiese realizado, no existirían las tensiones sociales que hoy existen.

Leave A Reply