Fidel en el país de las maravillas

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Hace cuatro años, parecía que Fidel Castro estaba a punto de saludar a San Pedro y, sin embargo, sigue en la tierra, entre los humanos, en un estado de salud cuanto menos aceptable. Esa es la sensación que dio el viernes cuando reapareció en la escalinata de la Universidad de La Habana ante miles de estudiantes con su barba habitual y su traje verde olivo. Aguantó 45 minutos de pie y paró de hablar sólo para pedir agua. Es verdad que antes su perorata duraba horas, pero la enfermedad y los 84 años le estarán pasando factura.

El comandante no mencionó la situación interna del país. No habló de las dificultades económicas por las que atraviesa la población,  ni de la carencia de alimentos, ni de la falta de libertades, ni de las 40 personas detenidas recientemente por exigir que se respeten los Derechos Humanos… No, él ahora se dedica a la política internacional: al peligro de guerra nuclear si Israel  “arremete” contra Irán, a la consolidación de la paz y el cambio climático en el mundo….

Mientras, en el interior de la Isla, las Damas de Blanco siguen peleando por lograr la libertad de sus maridos, presos políticos cubanos. Y los reclusos de la Primavera Negra que se negaron a abandonar el país continúan en las cárceles de Fidel. Sólo han sido liberados los que aceptaron venir a España. Pero esta realidad es ignorada por los ciudadanos de ese país porque las autoridades no quieren que lo sepan. Y si alguien se atreve a difundirlo es encarcelado, acusado y condenado por cometer un delito contra la revolución. Por todo esto, va a resultar difícil que la UE cambie la Posición Común que mantiene con el país caribeño desde 2003. Mientras sigan restringidas las libertades más elementales, Europa seguirá definiendo el Gobierno de los Castro como una dictadura, pese a los esfuerzos de España por quebrar esa postura. El Ejecutivo de Zapatero es el único de todos los que conforman la Unión Europea empeñado en creer que la dictadura castrista se va a transformar en una democracia por sí sola. Empezó a creer en esta posibilidad hace cuatro años, cuando Fidel pasó los trastos a Raúl y éste se comprometió a llevar a cabo políticas de apertura. Pero el tiempo ha demostrado que ha incumplido sus ofrecimientos. El resto de la UE confía mucho más en la oposición democrática interna que lucha por derrocar a los hermanos Castro.

No obstante, hay que reconocer que en Cuba a veces se obran milagros y, con suerte para los disidentes, quizás se produzca alguno que les favorezca. Ver a un señor de esa edad tan recuperado después de haber estado severamente enfermo es casi un milagro; o una muestra de que en ese país hay cosas que funcionan, como la Medicina o la Educación. Pero, desafortunadamente para el régimen castrista  no son factores suficientes como para que la gente viva feliz y no sienta necesidad de salir corriendo porque la opresión le ahoga.

2 Comments
  1. inteligibilidad says

    Que la situación económica en el país es mala, es cierto, pero me faltan muchos datos, señora Gurruchaga. ¿En qué se basa usted para hablar de que «la opresión ahoga»? ¿De cuántos exiliados está usted hablando? (ojo, que hablo de exiliados políticos, si comprende usted el término, y no de emigrantes económicos) La opresión también ahoga a los colombianos, hondureños… conozco muchos italianos que no soportan vivir en su país porque «la opresión los ahoga» y no viven precisamente en el socialismo como No sé, que me da la sensación de que se limita usted a repetir lo que oye por ahí…

  2. aguila says

    Fidel es la historia de un megalomano que en las postrimerias de su vida pretende seguir vigente. Su regimen ha ocasionado la ruina economica de su pais, falta de libertades individuales; y una libreta de racionamiento por mas de 50 anos. Lo que abunda en Cuba es una propaganda hueca que nadie se la cree. Hay que dejar atras el caudillismo ,que venga la democracia.

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