
Si hasta el mes pasado el entorno de José Luis Rodríguez Zapatero tenía serias dudas sobre su continuidad y su intención de volver a presentarse a las elecciones de 2012, su círculo más próximo lo tiene claro: “Está –asegura un estrecho colaborador suyo en el Gobierno- muy fuerte y más animado que nunca. Si en mayo teníamos serias dudas de su intención de presentarse en 2012, ahora no hay duda: hay Zapatero para rato”. El entorno del presidente está convencido que Zapatero se ha librado de la depresión que arrastraba desde su comparecencia en el congreso, el pasado 12 de mayo, cuando anunció el drástico cambio de rumbo en la política económica española; que “ha madurado”, tras haber pasado momentos muy amargos. Ahora –dicen los suyos- está preparado para dar la batalla de nuevo en 2012.
El presidente del Gobierno solamente ha dicho una cosa sobre su sucesión a sus compañeros de partido: “no abramos ese debate”. Lo dijo ante la cúpula del PSOE hace unos meses y lo ha vuelto a reiterar recientemente a sus más allegados. Pero o bien ni el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández-Vara, ni su homólogo en Castilla-La Mancha, José María Barreda, forman parte de ese entorno, o bien no se han dado por enterados. Por eso han desatado una nueva oleada de comentarios sobre la continuidad o no de Zapatero como cabeza de cartel socialista en 2012.
Fue Guillermo Fernández-Vara el primero en decir públicamente que, “si (Zapatero) tiene dudas, mejor que no se presente”. Y poco después Barreda se apuntó a esa misma tesis. Pero, como asegura a cuartopoder.es un ministro del gobierno Zapatero “estos dos (Barreda y Fernández-Vara) llevan unos meses de retraso. Todos dudamos en el mes de mayo si Zapatero querría seguir o no. Pero, aunque no nos lo haya dicho abiertamente, nadie que le conozca bien piensa a estas alturas que pueda tirar la toalla”. Asegura este mismo miembro del Ejecutivo que Zapatero “tiene identificados los errores cometidos”. Según este colaborador, el presidente, “es consciente de que la gente no ha entendido por qué hemos pasado de las políticas expansivas, que era lo que nos decían los analistas, a los recortes necesarios. Eso no se ha explicado bien. Y él sabe que fue un error no habernos ocupado de eso, de hacer la pedagogía necesaria”.
De hecho, Zapatero ha interiorizado, según fuentes socialistas, que su principal misión ahora es enmendar errores, trabajar contra la crisis, seguir adelante con las reformas económicas y frenar cualquier atisbo de mala imagen de España y de su economía en el Exterior. De ahí que él mismo se haya puesto manos a la obra y haya empezado su cruzada, con sus últimas entrevistas, concedidas tanto en el exterior, al rotativo The Wall Street Journal , como en España, al programa radiofónico “En días como hoy”, de RNE, tras una larga etapa sin asomarse a este género periodístico.
También ha pedido a algunos de sus ministros que colaboren en esa campaña de recuperación de la imagen de España y la economía española, tanto en el exterior, donde ha requerido los servicios y esfuerzos de ministros como Miguel Ángel Moratinos (Ministro de Asuntos Exteriores) o Miguel Sebastián (Ministro de Industria), entre otros, como en el territorio nacional, donde ya se están prodigando en intervenciones públicas, encuentros periodísticos y entrevistas, ministros como José Blanco, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega y el titular de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. Y no precisamente para hablar de sus respectivos negociados.
Con los presupuestos de 2011 en el bolsillo, Zapatero se dispone a agotar la legislatura, hasta 2012. Tiene por delante casi un año y medio y dos contiendas electorales en las que pintan bastos para los socialistas: las autonómicas catalanas, el próximo 28 de noviembre, y las municipales y autonómicas, el 22 de mayo de 2011. Más allá de reformas, pedagogía y cruzadas ante los medios de comunicación, para tratar de rescatar la credibilidad y la confianza perdida, Zapatero guarda en su chistera el conejo de la amplia crisis gubernamental, que no va a acometer en los próximos días. Según sus allegados, Zapatero sólo contempla sustituir al ministro Celestino Corbacho y, en caso de que resulte elegida candidata del PSOE a la presidencia de la Comunidad de Madrid, a Trinidad Jiménez. Pero piensa retrasar la gran remodelación hasta vincularla a las municipales y autonómicas. También cuenta con la posibilidad de que se materialice el fin definitivo de ETA y que eso suponga un impulso renovado al Ejecutivo y a su gestión y que impulse de nuevo la confianza de aquellos votantes defraudados por los dos últimos años de Zapatero. Con todas estas variables, Zapatero intentará recuperar la credibilidad perdida en el tiempo que queda de aquí a las elecciones generales, pero “todo eso –advierte un destacado dirigente socialista- depende de que no ocurra ninguna catástrofe en el próximo año y medio”. Es decir, que al cierre de esta edición y si no hay grandes imprevistos, Zapatero no sólo se presentará a las elecciones de 2012, sino que aspirará a batir de nuevo a Mariano Rajoy.