¡Cuidado con las encuestas!

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Sólo hay una cosa en la que coinciden plenamente el PSOE y el PP: en que no hay que fiarse de las encuestas. Los dirigentes socialistas lo dicen para conjurar la caída que les atribuyen todos los sondeos, confiando en la remontada cuando mejoren las perspectivas económicas y en el temor histórico al “que viene la derecha y va a ser peor”. Y los dirigentes populares lo repiten por todo lo contrario, porque dicen que la confianza es, en estos momentos, su peor enemigo.

Ambos tienen razón. Aunque ha quedado bailando por ahí la cifra del 14% de diferencia entre los dos grandes partidos como consecuencia de un sondeo escasamente riguroso de El País –fue elaborado con una muestra reducida y coincidiendo con la Huelga General, sin duda el peor momento que ha vivido José Luís Rodríguez Zapatero como presidente y, objetivamente, el más crítico de esta segunda y dramática legislatura–, la coincidencia general hace referencia a una decena de puntos. Desde luego, los suficientes para asustar a cualquiera.

Sin embargo, el repaso a las pifias históricas de las empresas demoscópicas tiene ya avisados a todos los partidos. Unas pifias que sigue provocando, quizás, su reducida experiencia. No hay que olvidar que en 1977, cuando empezó la democracia, muchos periódicos acudieron a encuestas elaboradas por la prensa inglesa para predecir el triunfo de Adolfo Suárez porque no había otra cosa. Y que en los comicios de 1979 ya hubo sondeos españoles, pero no sirvieron para mucho, especialmente al PSOE, que pensó, gracias a ellos, que iba por fin a ganar. Y perdió de nuevo.

Hubo que esperar a 1982 para ver cómo acertaban todas las encuestas de sondeos, aunque la mayoría absoluta de González, tras el 23-F del ochenta y uno, estaba cantada. Las encuestadoras funcionaron tan bien que Alfonso Guerra se hizo famoso clavando por adelantado el resultado de 202 escaños. Con todo, también entonces se demostró que los engranajes no estaban ajustados, como demostró Diario 16 dándole al PSOE un 51% de los votos cuando acabaron siendo sólo el 48%, un porcentaje por cierto, que nunca ha superado nadie desde entonces.

Las empresas empezaron a ser sólidas en las elecciones de 1986. González alcanzó un 44,06% y Manuel Fraga un 25,97%. Entonces, sólo Diario 16, que ya dirigía Pedro J. Ramírez, le daba a González más de lo que alcanzó (el 48,3%). Sin embargo, El Periódico de Catalunya le otorgaba un 42,4%  y El País (Demoscopia) el 41%.

Y fueron aun más sólidas en 1989 cuando José María Aznar se enfrentó a González por primera vez. El PSOE descendió al 39,6% y la encuesta de El País, por ejemplo, apostaba una semana antes por un 41,6%.

Fue en 1993 cuando se produjo el gran resbalón. Todos los medios de centro-derecha anunciaron una victoria clara del PP frente a un González desprestigiado por la corrupción y los GAL, además de castigado por una crisis económica importante, aunque no como la actual. Uno de los diarios que más patinó fue El Mundo que poco antes de las elecciones daba al PP como ganador con una horquilla de 147 a 152 diputados, mientras el PSOE se quedaba entre 134 y 142. El Correo otorgó 119-132 a los socialistas y 149-172 a Aznar.  El ABC 137-147 al PSOE y 140-150 a los conservadores. La Vanguardia (Instituto Opina) daba al PSOE el 25 de abril entre 138 y 142, y al PP de 138 a 146. El País daba ventaja al PP con 141-155 escaños frente a los 135-151 del PSOE. Y el CIS pronosticaba un empate más que técnico, con un 38,8% para ambos. Los electores contradijeron las predicciones y apostaron por un 38,78% (159 escaños) para los socialistas y un 34,76% (141) para el PP .

Pero la gran calamidad en las previsiones se produjo en 1996, cuando casi todos los sondeos adelantaban una aplastante victoria del PP. Por su paralelismo, conviene recordar que meses antes de las elecciones, con la corrupción, la crisis económica y los GAL en la cresta de la ola,  las encuestas daban una diferencia de hasta 18 puntos en favor de Aznar. Un mes antes de los comicios del 3 de marzo, ABC otorgaba una distancia de casi 12 puntos a los populares. El PP vencía con un 44,1% y el PSOE se quedaba con un escaso 32,55%. El País recortaba la distancia a 9 puntos de diferencia y daba al PP ganador en Andalucía, pero Chaves volvió a ganar, aunque tuvo que pactar con IU y los andalucistas. Al final, las urnas depararon una gran sorpresa, con una victoria muy ajustada del PP, por sólo un punto de diferencia, el 38,79% (156) frente al 37,63% (141) del PSOE.

En el 2000, los sondeos pronosticaban una victoria sin apelativos del ya presidente Aznar. Muchos quedaron lejos de la mayoría absoluta y de los diez puntos de ventaja finales. Le ocurrió a El Mundo, que dio un 42,1% al PP y un 37,6% al PSOE; a ABC, con un 42,2% frente a un 37,2%, y a El País, con un 41,7% y un 37,1%. Aznar barrió con 183 diputados y dejó con 125 al PSOE, como a finales de los 70.

La historia de las encuestas, especialmente, desde 1993, es un aviso para navegantes. Zapatero y Rajoy lo saben perfectamente. Sobre todo porque, como dicen todos, sólo son un retrato de lo que hay ahora, en estos momentos, y aun queda un año y medio para las generales. Decía el Conde de Romanones que, en política, de aquí a la semana que viene media la eternidad. Eso es lo que permite al presidente albergar esperanzas de que cuando escampe la tormenta de la crisis sus votantes reflexionen y es, al tiempo, lo que teme Rajoy que suceda. Porque las encuestas también revelan que el centro-derecha no crece en votos, pero mantiene sus filas prietas, en el mismo porcentaje de voto. En la izquierda, el problema es la defección, la huida del votante del PSOE, por su descontento con las medidas de ajuste, hacia la abstención. Por eso Rajoy se limita a esperar sentado en el quicio de su puerta a que pase por delante el cadáver de su enemigo y se permite el lujo de hacer de Don Tancredo frente al toro de la crisis. Su única tarea es echar leña al fuego para que Zapatero, atrapado en la hoguera de las reformas y el paro, mantenga cabreados a sus votantes.

5 Comments
  1. Luisma says

    No está de más que recuerde, ya de paso, que en 1993 esos dos demócratas llamados Gallardón y Arenas denunciaron en rueda de prensa el «pucherazo» que había dado, según ellos, el Gobierno. Nunca se les ha oído disculparse.

  2. Fafo says

    Perdone usted, Luisma, pero se disculparon al día siguiente. Ahí tiene la hemeroteca para comprobarlo.

  3. neike says

    Si hay un partido capaz de remontar una situación adversa ese es el PSOE y yo deseo que lo consigan 😉

  4. Lupita says

    Es interesante este repaso por encuestas electorales… claro que decir que que El País pronosticó un 51% de los votos y al final se quedó en un 48,1% y que por tanto se equivocó… pues sin saber el margen de error eso no está en absoluto claro. Si el margen de error era de un 5% o un 3%, por ejemplo, El País acertó de pleno.

    Pero ya se sabe que eso de interpretar estadísticas es complicado.

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