Zapatero no renuncia a que le suceda una mujer

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Chacón entra a la carrera en el hemiciclo del Congreso, el pasado día 20, para asistir al debate de Presupuestos. / J. M. Espinosa (Efe)

El modo en que ha dejado colocada la pole position ha demostrado con claridad que José Luís Rodríguez Zapatero no renuncia a su sueño de que quien le suceda en el Gobierno y el PSOE sea una mujer. Obligado por las circunstancias, el líder socialista ha tirado p´alante y ha gastado uno de los cartuchos habituales de las sucesiones: el de colocar un vicepresidente año y medio antes de las elecciones generales para que se presente ante la sociedad como el continuador de la obra de quien le promueve.
Fue una vieja idea de Felipe González, quien incluso llegó a ponerla en marcha con Narcis Serra, aunque sin éxito por culpa de los escándalos del espionaje de las escuchas por parte de los servicios secretos del CESID. Zapatero, de no haber mediado el tsunami de la crisis económica, había pensado aplicarla con Carme Chacón, a quien nombró ministra de Defensa con esa finalidad para que los ciudadanos comprobasen su españolidad, aunque fuese catalana, y su marcialidad, aunque fuese mujer.
Quienes le conocen aseguran que, en situación de normalidad, el presidente hubiera querido limitar su mandato a dos legislaturas (incluso se lo prometió a su esposa Sonsoles Espinosa) y dejar colocada tras de sí a Chacón. Y no sólo en el Gobierno, sino en el partido, que tiene que cambiar de secretario general en 2012, previsiblemente después de las generales, porque el propio Zapatero introdujo en sus Estatutos que los líderes sólo pueden serlo durante tres mandatos.
Colocando a Alfredo Pérez Rubalcaba, el presidente le otorga una oportunidad de sucederle si saca al Gobierno del atolladero. Pero, por su edad y su físico, es más un salvador que un sucesor. Zapatero lo quiere a su lado como el marino experimentado que, convertido en mano derecha del capitán, le ayude a sacar la nave de la tormenta salvando la mayor parte posible del velamen. Rubalcaba es más una pieza clave contra la debacle que un triunfador con perspectivas de futuro, aunque Zaopatero no descarte nada. Si vienen mal dadas, el líder se presentará para ayudar al partido e impedir una derrota grave, asumiendo con dignidad el descalabro. Y si las expectativas reflotan, dependiendo cómo, podría presentarse para ganar o dejar que esa tarea la afronten o Chacón o el propio Rubalcaba. Ambos perderían por poco, pero Zapatero dejaría listo al PSOE para su imprescindible renovación.
Lo de la inclinación feminista de Zapatero ha quedado patente con la colocación de sus mujeres preferidas en el nuevo Gobierno, las tres en ministerios de Estado. No cabe duda de que la mejor situada es Chacón, en Defensa. Detrás, se coloca Trinidad Jiménez, en Exteriores. Y a la cola, pero con un guiño partidista significativo por lo que Sanidad e Igualdad representan (desarrollo de la ley de despenalización del aborto y de las leyes de igualdad), Leire Pajín.
Quizás tampoco haya que olvidar a José Blanco, pero da la impresión de que su tarea va a ser prepararle a Zapatero un Grupo Parlamentario y un partido fieles para que, en caso de derrota, las adversarios internos no se coman por los pies al líder caído. Y de paso a él mismo. Ese encargo le hará todopoderoso en la organización pero oscurecerá su papel sucesorio si opta por proponérselo.

3 Comments
  1. el andaluz says

    Cualquier opción queda abierta.Al margen de la cuestión sucesoria, la remodelación es obligada y necesaria pero no definitiva.
    Es el reconocimiento implicito, que la nave iba dirigida por gente poco experimentada.Nueva tripulación con rubalcaba de capitan era la única alternativa al hundimiento.Si se llegara a buen puerto tal vez nombren a un nuevo capitan para una nueva singladura.

  2. Zaratustra says

    No la mires más, es la rosa.

  3. Jonathan says

    La fotografía es impagable. La ministra de Defensa entrando en el Parlamento en plan guerra de guerrillas, bolso rojo en ristre, para no dar pistas al enemigo.

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