Blanco monta un ERE a los colaboradores de Pajín en el PSOE

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José Blanco junto al nuevo secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, durante la Ejecutiva Federal del pasado 25 de octubre. / Juanjo Martín (Efe)

Con eso de que el PSOE tiene faraón de Valladolid que acostumbra a estar en Babia algunas tradiciones del Antiguo Egipto han hecho fortuna en la madrileña calle de Ferraz. Una de ellas, la de borrar todo vestigio de su existencia, la sufrió la reina Hatshepsut a manos de Tutmosis III, que para legitimarse suprimió el nombre de su madrastra de los anales del Imperio y de todos los edificios de su época. Siendo toda comparación odiosa, algo parecido esta intentando con Leire Pajín el sumo sacerdote de Lugo, o sea, Blanco, que a falta de escoplo para borrar sus huella en el partido, se ha llevado por delante a todos los profesionales a los que la actual ministra de Sanidad reclutó en su breve etapa como número tres del PSOE.

El oficioso ERE de Blanco ha afectado a 23 personas, entre los que se encuentran periodistas, asesores, técnicos y administrativos, que hoy están vaciando sus cajones después de que el departamento de Personal les comunicara la pasada semana el vencimiento de sus contratos. Es costumbre que dichos contratos se vinculen al dirigente que les recluta de manera que el siguiente tenga manos libres para conformar su equipo, pero también lo era la continuidad de algunos de ellos, de ahí que la plantilla del partido refleje a modo de estratos el paso de los sucesivos cargos ejecutivos. La criba en este caso ha sido completa.

A este desierto llega Marcelino Iglesias, que es posible que ni siquiera se haya enterado de las cesantías porque el aragonés es un secretario de Organización a tiempo parcial, y entre sus obligaciones como presidente autonómico y sus viajes por el resto del territorio no le habrá quedado tiempo para preguntar por las sillas vacías. Alguien debería decirle, por ejemplo, que a partir de hoy el PSOE no tiene jefe de prensa, aunque siempre estará Blanco para sugerirle algún nombre.

Hay quien recuerda el primer día en que Zapatero y su nueva Ejecutiva allá por el mes de julio del año 2000 tomaron posesión de sus despachos y se dieron a conocer a los trabajadores del PSOE. “Podéis estar tranquilos porque es verdad que empezamos una nueva etapa pero contamos con todos vosotros”, fue el mensaje tranquilizador del nuevo secretario general. Ahora las cosas se hacen de otra forma y con total asepsia: se envía a los chicos de Recursos Humanos con el finiquito y si te he visto no me acuerdo. Dichosa reforma laboral.

7 Comments
  1. celine says

    No sé si ponerme a llorar por tan triste noticia. Después de leerla me ha sonado a confirmación de los hechos históricos en las filas, prietas por cierto, del PESOE, dentro de ellos mismos y cuando ocupan sillones de la Administración. No queda ni el chico de los recados del anterior gobierno porque hasta la moqueta de los despachines había que cambiarla por si tenía orejas, para evitar traiciones. Paranoicos productivos, son el caballo de Atila allá por donde pasan. Y así nos va. Por favor, siga informando de las novedades en cá Blanco, porque ahora le toca el turno de designaciones digitales a Marcelino, no el Bueno, que ése ya ha dicho adios a todo esto.

  2. Dion says

    El que tendría que irse al ERE es ZParo y su cuadrilla.

  3. somiedo says

    El comentarista hace su comentario con cierta pena. Algo le habrá tocado.
    Es bueno cambiar unos pesebreros por otros

  4. gulliver says

    prueba

  5. gulliver says

    Vivimos en un país que no evoluciona. Ahora volvemos a tener a Alfonso XIII (Zapatero) y a dos Romanones (Blanco y Rubalcaba) que dedican todo su tiempo a conspirar y no a gobernar.

  6. el andaluz says

    Cierto amigos de cuarto poder, nuestros políticos no evolucionan, solo se preocupan por defender sus parcelas de poder y defenestrar a todos aquellos que hablan mas de la cuenta o que hacen sombra.
    Ahora nos podemos preguntar que ¿como está españa¿
    hasta que obtengamos una respuesta me temo que los españoles seguiremos en la mas absoluta ignominia.

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