Al rey lo que es del rey, y la gobernanza, a Zapatero

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Zapatero, flanqueado por Rubalcaba y Elena Salgado, durante su reunión de hoy con los empresarios. / Ángel Díaz (Efe)

La monarquía parlamentaria basa su autoridad en la máxima de que “el Rey reina, pero no gobierna”. El mantenimiento de ese principio marca, sin duda, el prestigio que tiene Don Juan Carlos, a quien se le suma el plus de su actuación del 23-F como bombero de la hoguera a la que había echado leña. Lo malo no es que la Corona no lo tenga claro, que me dicen que lo tiene. Aunque a saber. Lo malo es que sigue habiendo poderes fácticos que le atribuyen un papel de defensor de sus privilegios que ni tiene ni debe tener, si no queremos liarla.

Anda de moda, gracias a la polémica visita del Papa y el servil papel del PP, eso que dijo Jesucristo de “al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. Y viene al pelo para juzgar con la severidad que requiere la audiencia que el monarca otorgó a Eduardo Serra, el presidente de la Fundación Everis. Una audiencia en la que el ex ministro de Defensa aprovechó la ocasión para entregarle un documento firmado por un centenar de empresarios y expertos económicos –“Transforma España”– en el que se cuestiona la política económica gubernamental y se exigen reformas que van más allá de las que José Luís Rodríguez Zapatero ya ha propuesto con gran dolor de los trabajadores. Unas propuestas que conviene que lean para entender porque las iniciativas se le comunican al Rey pero no a los sindicatos.

Los firmantes del documento no dejan de ser prebostes de la elite empresarial que, quizás, se identifiquen estrechamente con el Rey, no por ser Jefe del Estado, sino por el patrimonio que le atribuyen las revistas Forbes y Eurobusiness de 1.790 millones de euros. Ese tipo de personas de alto nivel que se comportan, cuando se lo piden, como los empresarios mallorquines que colectaron 2.600 millones de pesetas (a los que por cierto el Gobierno regional de Jaume Matas sumó otros 400) para ayudarle a comprar su yate Fortuna. Ese mismo tipo de personas que siempre adornan sus iniciativas con un bufón de compañía, en este caso el ex secretario general de CCOO, José María Fidalgo.

Es posible que Serra y los suscriptores (Alierta, Brufau, Abelló, Catalán, Entrecanales, Polanco, Lara y Sánchez Galán, por citar sólo algunos) incluso se lleven bien con Zapatero. Por eso no se entiende que se dirijan al Rey para reclamar lo que pueden reclamarle al presidente del Gobierno quien, con razón, me dicen que anda encabronado porque no se lo dijeron y porque la maniobra se hizo a las puertas de su encuentro de hoy en La Moncloa con una treintena de empresarios (en la que están muchos de los firmantes) para enviar un mensaje de credibilidad a los mercados internacionales en estos momentos en los que Portugal puede contagiar su crisis a España. Un contagio que viene dado (tiene gracia) precisamente porque muchos de esos firmantes del documento y visitantes de La Moncloa han llevado a cabo grandes inversiones en el país vecino.

Esta semana he escuchado a dos miembros del Consejo de Ministros expresar su enfado por la entrega del documento al Rey con el argumento de que nunca debió dirigirse a quien se había dirigido. “No ha sido un acierto; si tenían algo que proponer –dijo uno de ellos–, tendrían que habérselo propuesto al Presidente, que es quien gobierna”. Esos responsables también aseguran que, al menos, el Rey tuvo el detalle de no hablarle del asunto a Zapatero en el encuentro habitual que celebran todos los martes. Un detalle. Sólo hubiera faltado que le hubiera pasado el texto. Posiblemente, el presidente se lo hubiera devuelto diciéndole que ya lo tenía. Porque lo que le fastidió a Zapatero fue que no le informasen de que veían al Rey, no que no le hubieran entregado el texto a él. No le hacía falta. Siempre hay quien entrega por detrás esos documentos a Presidencia calentitos, recién salidos del horno.

5 Comments
  1. japmorilla says

    El documento es para leerlo y reirse, en la página 37 dicen que esto se veia venir, ¿de qué y de cuándo?. no han olido nada de lo que venia, y ahora nos quieren vender la moto.

  2. aguila says

    Mucho discurso, poca accion y ningun resultado. Por mucho tiempo se estuvo negando que existia una crisis para luego no tomar accion hasta que los mercados internacionales se lo impusieron. Seria recomendable que se comenzara con rebajarse el sueldo desde el presidente hasta los diputados y los miles de asesores. Sinceramente la politica espanola se habla mucho y se ejecuta muy poco.

  3. Jose says

    A mí no me extraña que la PPería empresarial defienda y quiera imponer la mediadas neoliberales anticrisis diseñadas por el FMI y el Banco europeo. Medidas que pretenden recortar los gastos sociales, facilitar el despido, privatizar los servicios, dimensionar el Mercado y jibarizar el Estado.
    Lo que me extraña es que el 70% de los ciudadanos, menos pudientes, nos quedemos cruzados de brazos sin hacer nada. Dudo que Cándido Méndez y Toxo se encuentren dentro de ese 70%. «Mexan por nos e temos que decir que chove», decía Castelao a los gallegos.

  4. lancara de luna says

    ….y para cuando un referendum «monarquía o república»,y quedaría legitimida .

  5. Tini says

    Los randes capitalistas saben que ZP está «amortizado» y elevan la vista aunque sea a quien no gobierna, pero saben que contribuyen al desgaste del gobierno que quieren «relevar» tan de prisa como el PP.
    Además: «Entre bueyes no hay cornadas»

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