El dictador ofendido pone a Bono por testigo

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José Bono y Teodoro Obiang, durante su reunión del pasado 2 de febrero en el Palacio del Pueblo de Malabo. / Efe

El régimen guineano, presidido el dictador Teodoro Obiang Nguema, no oculta su indignación ante las informaciones que aparecieron en España, entre otros lugares, durante la visita de una delegación parlamentaria encabezada por el presidente de las Cortes, José Bono. Por ello, el Ministerio de Información, Cultura y Turismo de la República de Guinea Ecuatorial ha hecho público un comunicado de dos páginas que, bajo el título Respuesta a las falsas informaciones y maniobras para llamar la atención surgidas tras la visita de José Bono califica de “chismes” y “mentiras”, o “necios y absurdos comentarios” buena parte de lo dicho y publicado durante los días 11 y 12 de febrero en torno a esa visita de la delegación española y pone por testigos, precisamente, a los diputados españoles de la “situación real” de Guinea Ecuatorial.

Juan Tomás Ávila, en una imagen de archivo. / Efe

La visita de la delegación parlamentaria  levantó una gran polvareda en los medios de comunicación españoles, que cuestionaron, una vez más, las relaciones de España y sus instituciones con un régimen dictatorial como el guineano. La polémica visita coincidió, además, con la huelga de hambre del disidente guineano Juan Tomás Ávila, que intentó con ella llamar la atención de la delegación española sobre la “falta de libertades” que se vive en Guinea Ecuatorial. Dos días después de esa visita institucional, el disidente guineano tomaba un avión, con dirección a España, para proseguir aquí su protesta.

El comunicado de las autoridades guineanas, firmado por Jerónimo Osa Osa Ecoro, ministro portavoz del Gobierno, asegura que “todos los ciudadanos de Guinea Ecuatorial son libres de manifestar su descontento o protesta de forma libre y pacífica” y aclara que el huelguista Juan Tomás Ávila no es apenas conocido en Guinea y sus acciones “no tienen ni han tenido ningún tipo de relevancia”.

Con respecto al paso de Bono por Guinea Ecuatorial, Osa Osa Ecoro asegura que ha causado “satisfacción” al Ejecutivo guineano y añade que los miembros de la delegación española, en la que, junto a Bono, estaban integrados el diputado del PSOE, Álex Sáez, el portavoz parlamentario de Asuntos Exteriores del PP, Gustavo de Arístegui, y el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, “han podido comprobar con sus ojos la evolución y situación real de este país, que es completamente distinta a la imagen mediática negativa trazada”. Así, el gobierno de Guinea Ecuatorial pone por testigos a los diputados españoles de que no es todo dictadura lo que reluce en ese país.

Más allá del petróleo que Repsol nunca encontró y que los americanos hallaron en cuanto la petrolera española desistió de seguir haciendo prospecciones en Guinea, o de las construcciones que empiezan a florecer en el país africano, convertido ahora en objeto del deseo de las constructoras que no pueden poner un ladrillo en España, algo ha cambiado en Guinea en los últimos tiempos. Así, mientras en julio de 2009, Teodoro Obiang se definía sin complejos como “un dictador, porque dicto leyes” ante un grupo de periodistas españoles que cubrían la visita del entonces ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, acompañado por parlamentarios y empresarios españoles, ahora Obiang no quiere oír hablar de dictaduras. Y a los españoles pone por testigos.

3 Comments
  1. Zaratustra says

    Algunos «demócratas» monógamos y católicos adularán dictadores católicos y polígamos en la lengua de Cervantes con sus corrompidas lenguas

  2. Jonatan says

    Hablan en Guinea un español muy superior al de la mayoría de los propios de la piel de toro. En cuanto a lo de «demócratas monógamos», eso habría que verlo por ambos conceptos, ja.

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