Hace tan solo seis años millones de españoles clamábamos por todos los rincones para que se detuvieran las acciones bélicas contra Irak. En aquella ocasión quedó de manifiesto que las razones esgrimidas para invadir el país petrolífero eran una gran pantomima. Más del 90% de la población española expresó su rotunda negativa a semejante acción. Las consecuencias las arrastramos todavía hoy. Pero el cambio de Gobierno en España el 14 de marzo de 2004 no supuso lo que muchos idealistas hubieran esperado: un cambio en el rumbo estratégico de un país que en el año 2008 era el sexto exportador de armas del mundo, por encima de Italia.
Ese Gobierno consideró inopinadamente que los argumentos sobre derramamiento de sangre, muertes de civiles, nefastas consecuencias sobre población, etc. no eran razones suficientes para proclamarse contrarios a otra guerra y decidió fortalecer sus acciones en Afganistán, el país de las amapolas –gran exportador de opio-, o más bien, una de las mayores reservas de gas natural del mundo, ubicado en una zona estratégica por donde transcurrirían los más importantes oleoductos y gasoductos. La justificación en este caso fue un ataque terrorista: la comunidad internacional hizo un excelente trabajo al equiparar a los terroristas con el Gobierno, como si en su día pudiéramos haber justificado un bombardeo sobre Euskadi por proteger a miembros de ETA. En cualquier caso, el grito de “no a la guerra”, que debía ser un grito de “no a todas las guerras” se tropezó con la más absoluta de las apatías cuando ésta se refería al país que ha sido invadido por ingleses, soviéticos y norteamericanos en las últimas décadas y que aún arrastra las consecuencias del último intervencionismo.
Hoy le toca el turno a Libia. ¿Acaso Gadafi no es un tirano? ¿Hussein no lo era? ¡Se lo merecen! De momento hay muchas especulaciones y algunos pocos datos concretos: no sabemos nada sobre las supuestas revueltas. Se nos han planteado como un levantamiento pacífico de la sociedad civil. Y aunque cuenta con cazas, el Gobierno ha decidido que merece mayor protección el derecho de un grupo de rebeldes de incierta procedencia que el del gobierno establecido. Este malhechor que dirige un país que cuenta con ingentes cantidades de petróleo, es idolatrado por muchos subsaharianos, ha conseguido que sus habitantes sean los más longevos de África, tengan el segundo índice de desarrollo humano y la segunda renta per cápita; ha construido el mayor río artificial del mundo, con una inversión de 24.000 millones de dólares, para llevar agua a las zonas más apartadas y, aparentemente, no respeta los derechos humanos, coarta las libertados y maltrata a sus ciudadanos. ¿Nos suena Mugabe? ¿Mobutu o Kabira? A la mayoría no, ¿verdad? Estos aparecen o aparecieron poco por las noticias, pese a ser otros tiranos primero apoyados, celebrados e incluso impuestos por occidente, y después satanizados. ¿Se nos ha olvidado Laurent Gbagbo? ¿Por qué no hay intervención en Costa de Marfil? Resulta que un presidente derrocado en los comicios oficiales se aferra al poder pudiendo cometer las mismas atrocidades que se le achacan a Gadafi; pero eso no preocupa.
Nuestro limitado punto de vista occidental, nuestro absoluto desconocimiento de África y nuestra visión parcial debería imponernos cierta prudencia. En los últimos dos siglos lo único que hemos hecho en África ha sido un vergonzoso saqueo y un menosprecio total a su cultura, organización y derechos humanos. ¿Con qué legitimidad actuamos? Lo único que parecíamos tener claro es que no queríamos guerra y hoy Zapatero dice que nuestro maltrecho presupuesto nos impone austeridad, salvo para enviar fragatas y aviones a luchar por la paz, una contradicción “in terminis”.
Las comparaciones entre Libia e Irak, son simplonas y oportunistas. Es una forma burda de simplificar las realidades políticas y sociales de dos situaciones que nada tienen que ver. Se puede estar a favor o en contra de una guerra, de otra o de todas, en eso no entro. Pero estas comparaciones tan «periodísticas» ya huelen a podrido.
El No a la Guerra es de 2003, por tanto hace 8 años de las primeras manifestaciones, no seis.
España es el 8º exportador de armas, no el 6º, según las noticias que lanzan hoy los medios generalistas. (dato que no es bueno, sea el puesto que sea)
miuste, seña peiriodista, el gafafi ese di ques franco, asinque quie afusilar a la mita de la gente,piensuste si ai que dejalo
¿Acaso los civiles que están siendo masacrados por las tropas de Gadafi se merecen el olvido internacional porque el país sea clave en el mapa energético?
I.Escolar
Carmen Gurruchaga: Muchas gracias por poner un poco de sentido común. De dictadores está lleno el planeta y no bombardean más que a uno (que nada en petróleo, todo sea dicho) ¡qué casualidad…! Repito lo que acabo de comentar en otro artículo de Cuarto Poder y sumo a su lista de países con dictadores: han matado a decenas de civiles en Baréin y no veo ninguna resolución de la ONU (ni de la OTAN, ni prisas de Francia o EE.UU…), pero claro, al estragégico enclave estadounidense y a los amigos del Golfo mejor no tocarlos… Todo estó está podrido… (Ah, y en eso de la inversión en gasto militar también llevo pensando yo un par de días…)
Típica la doble moral de quienes venden armas,no nos vengan con patrañas ni ideas altruistas si en realidad les importara la vida de los civiles los tiranos se cuentan por montones en el mundo pero como no tienen petroleo valen huevo; lo que si veremos aparecer en el futuro son las empresas (Halibourton y Dick Cheney) que reconstruirán la tierra invadida y devastada, no justifiquemos a estos carroñeros que se nutren y estabilizan sus economías con colonialismo salvaje
Veo a mucha gente aquí hablando de la masacre de civiles. ¿Mande? ¿Unos civiles que hace semanas que no se sacan una foto sin un tanque, un lanzacohetes, o hasta un avión de combate? Esos son tan civiles como Ben Laden en los años 80.
Y sí, ya veo que para todo hay recortes, pero para bombardear otros países mandamos más que lo que mandó ánsar a irak, y encima bajo las órdenes de un país extranjero, como buena colonia que somos.
¿Qué hace Carmen Gurruchaga escribiendo en un medio que se supone progresista? Vale que la pluralidad está bien, pero hasta cierto punto, que la derecha ya tiene multitud de medios propios. Solo faltaba que nos coman en nuestro propio terreno.
La comparación es demagoga y, con todos mis respetos, un poco ignorante.
En la Guerra de Irak USA presentó presuntas pruebas que resultaron ser falsas sobre la relación entre Sadam y Al Qaeda, promoviendo un ataque preventivo, cuando no había ningún conflicto en marcha. Es más, hubo inspectores de la ONU que recomendaron no intervenir. Aun así se intervino.
En Libia queda más que demostrado que se está atacando a la población civil con fuerza militar, algo que la carta de la ONU expresa claramente como justificación para intervenir en su capítulo 7. Es más, insta a intervenir.
En Afganistán hubo un mandato de Naciones Unidas y hay dos misiones militares, la americana (tan criticable como la de Irak) y la de la OTAN (donde está España), que si es legal y tiene objetivos relacionados con dicho capítulo 7.
No se ustedes, pero yo me manifesté contra la guerra de Irak no por motivos hippies, sino por respeto a la legalidad internacional y por la misma defensa de la paz que me lleva ahora a solicitar la intervención en Libia. Porque permitir a Gadafi bombardear a su gente no es pacifista. Llevar la OTAN a detener un ejército es actuar militarmente por la fuerza, pero es imponer un cese de las hostilidades.
Si quieren comparar esta situación con alguna «cantada» de la comunidad internacional, no tienen más que pedir que se aplique este capítulo 7 cada vez que Israel hace con los palestinos, lo mismo que está haciendo Gadafi.
Ahí si podemos denunicar hipocresía, pero ¿comparar con Irak?
Por favor….
a ver que vamos por partes: los datos de exportación de armas son de 2008, no de ayer, así que, amigo ManoMC revisa tus datos.
Con respecto al manifestante en pro de la legalidad internacional, Naciones Unidas cuenta con dos instancias: una representativa (la Asamble General) y una dictatorial (el Consejo de Seguridad). Uno tiene que tener un poco más de criterio a la hora de defender una guerra que el hecho de que los cinco vencedores de la segunda guerra mundial se pongan de acuerdo con respecto al reparto de las exportaciones futuras de petróleo.
En Irak se hizo pasándose a las Naciones Unidas por el forro de los cojones y se hubiera hecho en Afganistán y Libia, pero como eso desgastaría demasiado a Naciones Unidas, pues se ha hecho de otra forma. ¿Cómo? Pues como se hacen las películas en el siglo XXI. Se mira estadísticas y se ve qué es lo que le apetece más ver a la población. En este caso, movilizaciones sociales. Y jugando con el concepto de redes sociales, movimientos pacifistas -con cazas, bombas, cohetes y demás- pues nos quitamos del medio al lerdo que nacionalizó el petróleo y que nos deja limpiarnos el culo con billetes de quinientos euros tanto como quisiéramos. Venga, hombre, por favor, un poco de seriedad. Mira el mundo, que de dictadores está lleno y dime si éste sobresale en su maltrato a la población y tiene que ser expuesto en la plaza de los ahorcamientos como en la Revolución francesa, como muestra de escarmiento a los demás.
Eso sí, nuestro querido amigo en Guinea Ecuatorial, eso es una democracia y lo demás son tonterías.
Soy un poco tarado, pero se me ocurre pedirle al honorable consejo de las N U aprovechar la cercanía e imponer una zona de exclusión aérea sobre la franja de gaza para que los elegidos de dios dejen de masacrar palestinos; pero que contraprestación habría si a estos pobres ya todo les fué arrebatado, que los iluminados de la sabiduría no descalifiquen las comparaciones; en derecho lo vivido sienta jurisprudencia.ag. mejor me voy a echar un buen porro y escuchar a jetro en fin la mierda es mierda en cualquier parte del mundo
¡Vaya cantidad de simplezas las del artículo! Recuerda a los de la manifestación del otro día en Barcelona. «Estamos contra los ataques de Gadafi y contra los de la coalición». Genial. ¿Y quién no? Pero infantil y estúpido. ¿Porque qué hacemos mientras tanto? ¿Le mandamos al hada Campanilla a ver si le sopla a Gadafi en la oreja y deja de matar? ¡Y qué curioso que los que no quieren que ayudemos a los rebeldes sean los mismos que se han quejado toda la vida de que las democracias occidentales dejaran solos a los republicanos frente a Franco! ¿Por qué en Libia y no en otras dictaduras? Pues muy sencillo. Porque en Libia hay un gobierno rebelde paralelo en Bengasi, gobierno que algunos países han reconocido como el auténtico y gobierno que está pidiendo ayuda. Por eso. ¡Y a mí que tanta queja de nuestros progres me seuna a que saben que estas revoluciones no son comunistas! Pues no, señores, no lo son. Beben mucho más de la Revolución Francesa que del marxismo. Piden libertad, democracia, trabajo y derechos humanos. Y hay que ayudarles, sí. Los rebeldes árabes (que están muriendo) de todos los países apoyan la intevención, sus gobiernos dictatoriales no. ¿Nos vamos a poner al lado de los dictadores? Y sí, señores. Es muy posible que estas revoluciones ayuden a acabar con el marxismo y el islamismo. Afortunadamente. Y el que se pique… pues eso, que defienda a Gadafi.
Yo también pregunto ¿dónde ha quedado la España de lucha por conseguir derechos sociales del siglo pasado que ahora están más que cuestionados?
¿Ahora nos despertamos contra algunos dictadores?… Vaya…..¿Curioso no?
Creo que confunden el liberalismo por el pacifismo. Los liberales nunca han sido pacifistas. Siempre y cuando sostengan que sus ideales son universales, tendran justificacion para hacer guerra. Los que protestaron contra la guerra en Irak, eran liberales, no pacifistas. Solo querian tener la oportunidad de imponer sus ideas. La democracia es algo ya muy desacreditado como sistema de gobierno.