Del gasto de la cinta del Rey a los beneficios del parche del Príncipe contra el dolor

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Nuria Buenaventura. / congreso.es

Hay algunos cotilleos que adquieren categoría de “noticias” cuando aparecen las palabras “rey” y “dinero”. Así, la diputada de IU-ICV, Nuria Buenaventura, se enteró días atrás de que el Patrimonio Nacional había comprado una cinta mecánica marca Run Now (Ahora correr) para que el rey Juan Carlos hiciera ejercicio y se lanzó a confirmar el elevado precio del artilugio (14.065,25 euros) y a pedir explicaciones al Gobierno.

Buenaventura redactó una batería de preguntas al ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, para que le diga si es cierta la información, le explique por qué el organismo Patrimonio Nacional –encargado de la conservación de las sedes y sitios palatinos– realiza esas compras que, en su opinión, debieran correr a cargo del presupuesto de la Casa del Rey; le aclare por qué se ha optado por esa cinta “cuyo coste es muy superior al de todas las cintas de correr que ha consultado esta diputada”, y, en fin, declare si le parece lógico ese dispendio en tiempos de crisis económica.

La diputada cree que la opción por una cinta de correr que cuesta tanto o más que un automóvil de tamaño medio y que supera el sueldo anual de un afortunado mileurista, encaja en la categoría de abuso. No entra en las restricciones presupuestarias de la Casa del Rey, a la que se ha rebajado el dinero este año, pero le parece fatal que se apele a otros organismos inmediatos para cubrir gastos personales.

La sensibilidad de la parlamentaria sobre la cinta de alta tecnología coincide además con el primer tijeretazo de la vicepresidenta económica Elena Salgado de 200 millones de euros al Presupuesto de gasto de este año, y resulta, por tanto, muy comprensible. Sin embargo, hay algo en este asunto que uno no alcanza a comprender, pues casi todos en este país, incluida “la izquierda transformadora”, desean que el Rey esté sano y se mantenga en forma.

¿Podría ser el caso de la cinta Run Now similar al del parche del Príncipe? El 5 de agosto de 2010 el príncipe Felipe apareció en las regatas en Palma de Mallorca con un parche Phiten contra el dolor pegado al cuello. Los parches contra el dolor son adminículos de la categoría de los crecepelos. Pero la noticia del parche del Príncipe salió en un periódico de tirada nacional y el impacto fue extraordinario: los directivos de la empresa japonesa que los comercializa estimaron que habían ganado 6 millones de euros más de lo previsto.

¿Hay infiltrados comerciales en La Zarzuela, en el Patrimonio Nacional, en la Casa del Príncipe o estamos ante una casualidad? Eso mismo se pregunta Carlos Chaguaceda, que es responsable de comunicación de Coca-Cola, en su último libro, en el que sostiene que la mejor publicidad es la noticia. Cuándo la noticia pasa de los medios de comunicación a la bienintencionada y legítima acción parlamentaria de la oposición, que la alimenta y convierte en duradera, ¿cuál puede ser el beneficio extra de los fabricantes de la famosa cinta Run Now? No lo sabemos, Buenaventura no lo pregunta ni es probable que los fabricantes lo confiesen . Pero queda claro que aquí el que no corre, vuela. Y que Patrimonio Nacional no debería pagar la factura de la publicitada cinta.

3 Comments
  1. Ruso says

    Ustedes, siempre pendientes de sus jeques y sus jacas reales, de sus atuendos y de sus marcas, ja,ja.

  2. yeshebcn says

    Rigor: no se estimó que se ganaran 6 millones de euros, se estimó que la repercusión en medios de la noticia (conocida como «publicity») equivaldría a una inversión publicitaria de 6M€.

  3. yeshebcn says

    si alguien desea ampliar la información: «El parche del Príncipe y otros cuentos de la comunicación»
    Chaguaceda, Carlos
    1ª ed.
    174 Páginas
    Isbn: 9788473567367
    Precio: 14,42 € + iva

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