La "pasión turca" del ex alcalde de Sevilla
El ex alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, busca su sitio. Y, según fuentes diplomáticas, sus miras están puestas en el cuerpo diplomático y, más concretamente, en Turquía. De acuerdo con estas mismas fuentes, el que fuera alcalde de Sevilla desde 1999 hasta las pasadas elecciones municipales, el socialista Monteseirín, quiere ser nombrado embajador en Turquía y sus aspiraciones que, no sólo han sido trasladadas, sino reiteradas con insistencia a la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, han desatado las iras de un buen número de diplomáticos de carrera, que no ven con buenos ojos los nombramientos de políticos en Embajadas y consulados y que apuntan, además, que en el caso de la embajada española en Turquía “llueve sobre mojado”.
Es cierto: de producirse el nombramiento de Alfredo Sánchez Monteseirín, no sería la primera vez que ocurre que un político accede a ese mismo puesto, ya que, la embajada española en Turquía fue ocupada recientemente por el también socialista Joan Clos, tras abandonar su puesto en el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, en 2008. Clos fue también alcalde de Barcelona hasta el año 2006, cuando fue llamado por Zapatero para ocupar el puesto de ministro de Industria, Comercio y Turismo.
Ahora Sánchez Monteseirín quiere seguir los pasos de Clos y cambiar la política por la diplomacia y hacerlo en Turquía. De hecho, según circula por los pasillos del Ministerio de Asuntos Exteriores, Monteseirín tampoco le haría ascos al puesto de cónsul en Estambul, ciudad a la que viajó poco antes de salir de la alcaldía de Sevilla, en una visita que él mismo calificó de “comercial”, durante los días 29 y 30 de abril y 1 de mayo y de la que el Ayuntamiento de Sevilla no informó, pese a las protestas del PP, entonces en la oposición, que advirtió que ese viaje, realizado en un jet privado, junto al Consejero Delegado de la empresa que gestiona el suministro de agua en Sevilla, Emasesa, Manuel Marchena, olía a “escándalo”. La explicación que dio posteriormente Monteseirín a ese viaje al país otomano fue que había sido organizado por el cónsul honorario de Turquía en Sevilla, después de que el propio primer ministro turco, Tayyip Erdogan, le invitase a su país. Monteseirín añadió que aprovechó la ocasión para promocionar un programa informático que la empresa Emasesa había comercializado ya en otros países, como Portugal y Marruecos y en el que las autoridades turcas podrían estar interesadas.
El secretismo que rodeó a ese viaje de Monteseirín poco antes de las elecciones del 22-M ha dado mayor pábulo a los comentarios de un grupo de miembros de la diplomacia española que dan ya por seguro el relevo del actual embajador de España en Turquía, Cristóbal González-Aller Jurado, mientras que otros aseguran que la ministra no está por la labor de satisfacer los deseos de su compañero de partido y que “seguirá dándole largas, salvo que Zapatero le llame y le diga que tiene que nombrarlo”.
