Qué gran líder de la oposición

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Rubalcaba saluda, ayer sábado, a los asistentes al acto de su proclamación como candidato. / Manuel H. de León (Efe)

Algo sí le reconozco a Rubalcaba tras escuchar sus palabras de ayer: deja muy mal a Rajoy. El candidato socialista hizo el discurso perfecto de líder de la oposición, ése que nunca nos ha regalado la vaguedad del candidato popular. Muestra cómo se podía haber hecho una crítica inteligente y constructiva a la nefasta política del Gobierno durante la crisis, primero por omisión y luego por acción antisocial. Fue la clase de discurso que muchos echábamos de menos desde hace tiempo, porque nadie, de los que tienen grandes altavoces, ha contrarrestado la acción gubernamental con tanta eficacia como lo hizo ayer Rubalcaba.

Poner coto a los abusos bancarios, centrarse en el empleo, proteger la sanidad de las aves carroñeras que la sobrevuelan, hacer más equitativa la ley electoral… Durante algo más de una hora, desgranó una buena cantidad de ideas, medidas y líneas políticas con las que se puede estar de acuerdo o no, pero que son reconocibles como proyecto. No se puede dejar más en evidencia la obcecación de Rajoy en no mostrarnos quién es. Su miedo a dar miedo es ya demasiado obvio y, como toda estrategia, deja de ser efectiva cuando la conoce todo el mundo. Sus defensores se quedan sin la recurrente excusa de que ya enseñará el programa cuando empiece la campaña. Se puede hacer meses antes: se debe, si se respeta a los ciudadanos. Si yo fuera Rajoy no estaría satisfecho con la idea de que la mejor oposición a Zapatero la haya hecho Rubalcaba: deja demasiado al descubierto su pobreza.

Lo triste es que la alternativa al Gobierno se encuentra en el Gobierno. Y el bucle seguirá ahí por más que Rubalcaba sea destituido en breve. Cada acontecimiento significativo de la política española redondea la falacia en que nos hallamos engolfados. El 15M se levantó contra el deterioro de la política, pero pese a los evidentes guiños de Rubalcaba a su electorado descontento, el hecho es que en las próximas elecciones nos dan a elegir entre él y Rajoy: erre que erre. El uno es capaz de hacer cualquier cosa para obtener el poder y el otro sólo es capaz de no hacer ninguna cosa para llegar al poder. Ambos son cortoplacistas y siguen tomando a los ciudadanos por idiotas. Creen que la victoria electoral enjuga la corrupción, la mentira o la nulidad. Justo el tipo de política que, en estos últimos 20 años y con ambos en el primer plano de la vida pública, muchos hemos llegado a aborrecer.

4 Comments
  1. Armando says

    Quizá España se ha convertido ya en un sucedáneo de monarquía absoluta, donde puede elegirse entre dos herederos que prometen diferenciarse de sus progenitores aunque hayan trabajado con ellos.

  2. Ricardo says

    No. Yo no estoy de acuerdo con la teoría de que Rubalcaba no ha hecho nada de lo que ahora promete cuando estaba en el gobierno. No es verdad. La triste realidad es que Zapatero ha sido un Dios que ha hecho lo que le ha dado la gana y no ha escuchado a nadie. Ha elevado a las alturas a personas que no sirven ni para concejal de pueblo -de menos de cuatro casas-., y ha enviado a las tinieblas a personas de reconocida valía. Rubalcaba, como otros, ha sido ninguneado. Contra Dios no puedes luchar. Contra quien se cree en posesión de la VERDAD ABSOLUTA ¿qué puedes hacer?

  3. Maximo says

    Ricardo¿Qué dices?

    Rubalcaba ha sido el presidente en la sombra desde hace mucho tiempo, ZP hace tiempo que no pinta nada.
    ¿Que ha hecho Rubalcaba d elo prometido?

    ¿Cuianto te pagan por decir estas cosas?

  4. FRANCISCO PLAZA PIERI says

    Hoy, página 12 de EL PAÍS, Cuatro ‘ìlustres’ personajes -indivíduos-, diría yo. Falta uno, el principal entre ellos. ¡Esa ‘cuadriga’…
    sí. Digo que figuran cuatro.
    A saber: Fraga, Aznar, Rajoy y el inefable Trillo!
    ¡Falta, entre ellos, uno: Franco!
    ¡Vaya cuadrilla!
    ¡Ni los más indisemulados conjuntos de esa estirpe tienen peor aspecto!
    Veamos de nuevo y por orden de aparición: franco, aznar, rajoy, fraga, trillo (falta alguien?), faltan muchos.
    Faltan todo un rebaño que, venido de la miseria, sirve de ‘brigada de el choque’. sí, esa especie de muertos de hambre venidos a un poco más.
    Nunca entenderé qué es peor, si los que votan a los suyos, con náuseas, o os otros: los que, venidos de la miseria, tratan de acomodarse en otras esferas.
    ¡Qué ingénuos!
    Está claro que no han leído a don Manuel Tuñón de Lara.
    De sus ensayos, digo.
    Ahí puede hallarse de lo más sólido de la realidad…
    En algún momento, el historiador don Manuel nos dice de la realidad de la conducta humana.
    Los ‘grandes’ se apartan de la baja clase.
    Nada que ver con ellos.
    En todo caso, ellos -los suyos-, alcanzarán los más altos niveles en el mundo militar, en el eclesiático, en el que, so apreciación de los que deciden, consideren que este, hijo de quien me lo solicita, merece lo que solicita…
    ¡Esos de la foto comentada y los que faltan, mierda para todos ellos!

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